-->

martes, 6 de noviembre de 2012

No voy a superar el post de Juno, ni a intentarlo. Hace mucho tiempo que dejé de intentar escribir bonito para simplemente vomitar toda la mierda que llevo dentro.

Me muevo dentro del mismo círculo sin parar, y como siempre, acabaré muy muy mal, cada vez peor.

Buscaba unas fotos en unos emails y he acabado viendo las mismas jodidas fotos de siempre, fotos que había borrado del ordenador pero que están como datos adjuntos en un jodido email. En esa misma cadena de emails está un ciclo entero... con sus subidas enormes y sus bajadas, primero pequeñas para ser remontadas, y luego ya sin remedio.


Es difícil que pudiera sentirme peor. La medicación que tuve que tomar hasta hace nada, unido al estrés que llevo, han hecho que se acelere lo que ya imaginaba que iba a pasar y no quería ver. Desde hace unas dos semanas veo como se me cae el pelo a mechones otra vez, sin poder hacer nada por evitarlo. Han sido dos años los que tuvieron que pasar para por fin recuperar mi pelo de antes, para poder peinarme como me diera la gana, para que me saliera una coleta que no fuera ridícula, para poder rizármelo, verme bien... y ahora me quedo otra vez con él en la mano, sabiendo que no puedo hacer otra cosa que resignarme mientras lo dejo en el desagüe, en la almohada, en la ropa y hasta en la mesa de clase. Y mira que he contado aquí cosas personales, pero creo que nada tanto como esto y los sentimientos que me produce que, si sois chicas, os podéis imaginar.

En este ánimo tan favorable, buscando la carátula que diseñé para un cd con mi mejor amigo entre los emails que nos mandamos, he ido a parar a una cadena de mails que empiezan a finales de 2010 y acaban en 2011 y que tratan principalmente -aunque no solamente- el tema del puto Hobbit. En él se refleja claramente su ambigüedad, su pasotismo, mi ilusión y mi confusión.

Ya no sé ni qué escribir. Total, imaginad, estoy hecha mierda. Pongo un circo y me crecen los enanos (y los gnomos, y los hobbits, y los duendecillos).


viernes, 2 de noviembre de 2012

Parto postumo

Después de mil años regreso pisando fuerte; con un escrito de hace un par de meses que necesito publicar.

Y si no es para ti, ¿para quien va a ser? Inspirabas mis letras más tristes pero mejor escritas. Aquellas en las que rallaba con mi pluma los sentimientos más fuertes que me comían por dentro.
Mucho tiempo paso, mucho tiempo volverá a pasar y seguirás siendo mi debilidad. Es algo que no se puede controlar, una sensación de atolondramiento que se crea en mi subconsciente.

Supongo que el dicho de  “Sino eres para mi…”, en mi caso continuaría con un “no te quiero cerca”.
Eres el ser mas dañino que he conocido; sin hacer nada consigues sacar la parte de mi que menos me gusta, “El  descontrol”. Mi punto débil que de manera inexplicable has sido siempre tú.

No tienes nada que destaque en realidad, ni belleza, ni personalidad, ni inteligencia. De ahí que piense que eres una piedra que el destino puso en mi vida dos veces. No habra una tercera. Ahora si estoy preparada para ignorarte, para no dañarme. No te quiero cerca de mí ni de mi vida.

Vi todo lo que tenía que ver: tu bienquedismo de mierda, tu pelelismo con las personas fuertes, tu debilidad ante la ambrosia, tu falta de respeto y de vergüenza, tu patetismo, tu miedo a expresarte, a crecer.

Al principio pensé que no solo habías cambiado, sino que también habías madurado. Me sentía inferior a ti, mas ignorante, poca cosa. Alguien que no te merecía, y sabes?  En realidad no te merecía. Nunca te merecí. Aspirabas a la luna y a las estrellas, anhelabas riqueza y poder…aquello de lo que carecías.

Me siento orgullosa de no ser luna y estrellas, de ser una simple mujer con sentimientos reales que no tiene miedo a expresar.
Te dije que siempre habias sido tu, ¡Que siempre serias tú!... y si, eres tú, la persona que me hizo sentir el bicho mas insignificante del universo.

¿De verdad sabes que cojones quieres?

No encajaba en tu vida, en tu círculo de aparentar. No me daba cuenta de que no tenia que aparentar nada, que lo que era y tenía estaba bien.
Marcas, fiestas, amigos de fiestas, zorras chupapollas, gente que te dice lo guay que eres…Aplausos, risas, drogas, alcohol, anfetas, alegría, ¡QUE DE AMIGOS TENGO!
Recuerdo una frase, -“En esos sitios todos son tus amigos”. Me costo verlo y creer en ello. Me costo dejarte y aun mas darme cuenta de que era lo mejor para mi.

Aun a día de hoy creo que eres una gran persona, y me da pena ver como te rodeas de tanta mierda, pero si mierda es lo que quieres…toda para ti. Te deseo mucha felicidad y un futuro brillante de aplausos, risas, éxito y muuucho amor. Te podría decir mil cosas mas.

Se cayo el mito, se destapo la verdad y has sido mi mayor decepción. Anhelaba explicaciones, saber por que yo no era la adecuada, que había echo mal,  ¿Por qué a mi?. Ya me da igual. La explicación que hay en mi cabeza es que todo era demasiado complicado y que tu pasas de complicaciones.
 Es mejor evadirse con un achuchon a tiempo, que dejar que te de el bajón y por fin ver la asquerosa realidad que te rodea.

Eres el fiestero eterno, el alma de la fiesta, el sustentador de putas y drogas, de crías arrogantes que ven en ti un miserable pagafantas.
 
Tenias y tienes un futuro brillante que te empeñas en pisotear y en anular a base de rallas de cocaína.
Te machacaron el corazón y aun sigues amando a esa zorra interesada.
Cada uno tiene lo que se merece. Cada uno recoge lo que siembra…¡Putos dicho de mierda que en realidad no dicen nada!

Y me encantaría ver tu expresión mientras lees toda esta basura. Creerás que es rencor, despecho, y aunque no lo creas, no es nada de eso.
 
Por que el destino quizás nos ponga momentáneamente en el mismo camino, y pase el tiempo que pase deseare no verte la cara nunca más. Te querías amistad, que ¡Todo el mundo este bien!, una entupida utopia que ni tu mismo te crees.
 
Quería que te sintieras mal por todo lo que me hiciste, que alguien te hiciera sentir de la misma manera que me sentí yo, pero ya no quiero nada, nada que venga de ti, nada que tenga que ver contigo.
Hablando en pasado fuiste mi primer gran amor, mi primer gran decepción y mi debilidad con patas.

Siempre agradeceré tu silencio, ese supuesto miedo que tenias a llamarme. Era la única manera de que terminara conociéndote de verdad. Que mierda de cobardía.
Que pena y que decepción de persona.