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martes, 30 de abril de 2013

True message

Necesitaba transmitir que estoy pillada de un ser que acaba de enviarme esto al móvil (sólo cambio los nombres; Marcos es aquel amigo nuestro al que le dejó la novia, que se fue con su jefe):

Nieblaaaaa!!si k me lo años daoooo!puenteeee
Estamos bebiendo en casa de Marcos bebiemdo
Ir maña


Se me ha quedado esta carica.


No hace falta que escriba dos veces que está bebiemdo, creo que podría haberlo intuido...
La traducción supongo que será algo como: "Niebla! Si que me lo ha dado! (el viernes libre su jefe, que se lo iba a pedir; sólo puedo deducir eso) ¡Puente! Iré mañana."

Supongo ¬¬. Hoy es el día de ¬¬.

Ánimo positivo (jajaja, NO)

Evita pensar demasiado sobre temas emocionales complejos; el estado de ánimo confuso, no encontrará las respuestas que esperas, lo mejor será no agravar los problemas y mantener la calma. El plano laboral presentará hoy condiciones favorables para iniciar con éxito actividades o proyectos postergados. La salud, sin contratiempos.

En serio, en días mejores el señor de los horóscopos me decía que recibiría satisfacciones en el amor y cosas así... Que no me creo yo nada, pero me jode que me diga estas mierdas.

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He tenido que interrumpir mi tecleo para contestar un whatsapp de mi compañera la de la escultura. Ella está en el campus ahora; yo tengo examen en hora y media así que me he tomado la libertad de no ir y por la tarde ya me pasaré. Conociendo al bipolar del profesor sé que me estresaría y no quiero ir al examen con unos ánimo de mierda, aunque haya puesto la excusa de repasar y blabla.

La semana pasada el profesor estaba entusiasmado con lo que llevábamos hecho, no paraba de decir que le encantaba esto o aquello, los colores y demás. Ayer su efusividad era menor, aunque todo seguía prácticamente igual y yo ya sospeché que iba a volver a ponerse a joder la marrana con un cambio de idea repentino. Mi compañera, además, estaba furiosa porque pasó totalmente de nosotras; se está preparando una exposición pa la semana que viene y dijo que no iba a atender a dudas de nada ni nadie hasta que estuviera inaugurada. Hoy los mensajes de mi compañera van en la linea de "lo matooooooo", "cambio de idea", etc., aunque luego me diga que no me preocupe y que ya me contará, que me concentre en el examen. ¬¬

Como estoy en modo querido diario diré que el examen de inglés no me salió mal. Como hablo por los codos y me da igual el idioma, en el speaking me tuvieron que frenar. Seguramente cometí varios errores (de algunos me di cuenta, de hecho), pero creo que me sacaré el nivel intermedio que, bueno, not bad, ¿no? No creo que suene la flauta como para sacar puntuación para el avanzado (que de hecho no tengo ese nivel real) así que mi plan es preparármelo en el verano. El inglés me gusta, así que si no me lo imponen lo estudio con relativo gusto.

Las ansias por el inglés vinieron determinadas porque me exigen tener al menos el nivel intermedio para elegir la rama que yo quería dentro de la carrera, aunque ahora veo que me van a joder alguna asignatura y por nota igual no entro, pero ya no me torturo; total, ya he perdido tanto tiempo en mi vida que si tengo que esperar a terminar la carrera para poder acceder a esa rama tampoco me voy a morir. Es algo que se puede compaginar con un trabajo, aunque dudo seriamente que yo vaya a tener uno de esos (estable al menos) según están las cosas. Lo que no sé es de dónde iba a sacar el dinero para convalidad tanta asignatura, pero bueno, ya se verá... Algo me tendrá que salir en la vida, ¿no? No van a ser todo frustraciones.

Podría haber escrito una entrada decente, pero en lugar de eso estoy contando mi vida como si alguien le interesase. Al menos iré a un tema que, aunque cansino y repetitivo, interesa algo más por aquello de la empatía y la identificación. Llevo más de tres semanas sin ver a ese ser de la Tierra Media, aunque ayer ha sido el primer día de muchos que no me he comunicado con él. Desde que tiene el smartphone se ha emocionado sobremanera con él, escribiéndome en cualquier puto momento del día, casi todas las veces para no decirme nada, aun no estando yo conectada ni nada. Ha llegado a encabronarme. Tanto el sábado como el domingo me ha saludado al despertarse, aún metidico en la cama según decía. ¿Hola? Ni siquiera yo pienso en escribirte al despertar, antes de salir de la cama... ¿no te has planteado que igual tienes un puto problema? ¿Que para no querer una puta relación conmigo a lo mejor que te pongas en contacto cuatro o cinco veces al día no es normal? ¿Que lo primero que hagas dos días seguidos al despertarte sea saludarme y decirme bobadas incluso antes de ir a hacer el pis mañanero? Porque claro, normal que luego vengan las frases que han venido alguna vez en el pasado como "Igual es culpa mía, a lo mejor te he dado a entender cosas que... no". Claro, perdona por malinterpretarte cuando me dices que me quieres o cuando me empotras contra el lavabo del bar de Amy, o cuando me llamabas todos los putos días desde Madrid, o los fines de semana que hemos pasado como lapas los tres días consecutivos, desde después de comer hasta la madrugada. O a lo mejor cuando me pediste por favor que no me triscara al Elfo, aunque claro, al menos admitiste que no tenías derecho a pedirme aquello. Eso fue un juego sucio como pocos. Cuando sospechó que podría ocurrir me verbalizó tal petición, con lo cual al final fue con él con quién me fui a casa y con quien hice arrumacos, para que al día siguiente, al encontrarnos y preguntarle qué tal estaba, me contestara que tenía mucha resaca y que no se acordaba de nada desde que salimos del bar. Yo tuve que salirme del desfile a llorar (eran las fiestas del pueblo) y llamar a Juno entre lágrimas y contarle mis penas. Es cierto que él no me dejó de llamar en ese tiempo, pero ¿y qué? Además, de aquella noche para mí lo realmente importante fueron las palabras y no los actos. No hace mucho me reconoció que se acordaba perfectamente de todo. El día del desfile terminé deprimida y ensangrentada; la Gafapasta me limpiaba sangre y lágrimas a la par mientras él saltaba en la verbena ignorándome por completo (está la entrada por ahí, es de junio). 

Y creo que con este arsenal de recuerdos sí que me voy a ir de un humor de puta madre al examen ¬¬.

Hoy era la gran verbena en mi barrio porque mañana es nuestra fiesta (como imagináis no vivo precisamente el barrio más burgués de aquí), pero ayer decían que no habría, que sería suspendida. No ha parado de llover desde ayer a estas horas y no parará, en teoría, hasta mañana por la mañana. Y yo que me alegro, porque ya me he cansado de poner excusas para no salir y el "no me apetece", por algún extraño motivo, no encuentra una buena aceptación entre la gente.

miércoles, 24 de abril de 2013

Si no tardas mucho, te espero toda la vida.


Ay, qué vida esta. El título es una frase de Oscar Wilde que parece ser lo que mi enferma mente lleve pensando desde hace meses y meses respecto a ese ser como venido de otro planeta. Es muy bonita, sí, pero patética.

El video es muy ilustrativo, 11 míseros segundo que sólo tendríais que poner en bucle de forma indefinida para ver una película sobre mi historia reciente con él. No tiene desperdicio, aunque la versión en inglés me gusta más, el tono de la voz es más absurdo si cabe.

Ayer fui débil. Estaba haciendo un maldito listening cuando sonó el ruido infernal del chat del caralibro. No me daba cuenta de haberlo dejado abierto, pero ahí estaba. Terminé mi listening como una machota y luego leí que Hobbit me escribía desde su móvil nuevo todo contento. Muy irónico esto porque por la noche era mi teléfono el que fallecía para rematar la ola de fallos tecnológicos que se ha desatado durante el último mes a mi alrededor (de hecho estoy en un ordenador prestado).

Cuando miré la ventanita había pasado bastante rato y él ya no estaba, así que, en cierto modo, respiré aliviada, aunque no sé qué se me pasó por la mente o, mejor dicho, qué no se me pasó, que no desactivé el invento, así que al cabo de media hora o así, al maximizar esa ventana después de otro demoniaco listening, ahí tenía más frases suyas, preguntándome que cómo estaba, que no sabía nada de mí, que cuando tenía el examen, que qué tal iba a la escultura, que ya tenía ganas de venir a este nuestro poblao. Y fui una débil, un ser pusilánime, una de esas chicas que piensas cosas como lo que una vez me dijo una adolescente de mi clase, que ella se conformaba "sólo con tenerlo cerca" aunque supiera que nunca iba a tener nada con él. Por cierto, que ahora sale con ese chico porque él dejó a su novia por ella después de una relación de cinco años, pero no es mi caso. En mi caso, parece que él "solo" quiere mi amistad y algún magreo de vez en cuando y yo puedo asumir esto y aguantarme teniendo con él esa relación que él dice especial o puedo intentar poner distancia.

A mi alrededor hay opiniones para todos los gustos... Está Amy, amiga del Hobbit desde el instituto que cree que él me ama pero algo le frena, que tiene miedo, pero ella está convencida de que me quiere. Está la Gafapasta que dice que ella no entiende nada. Está M, que siempre ha pensado algo parecido a Amy, pero no sé si cuenta porque M es un tío que me tiene en alta estima y entre ambos existe una atracción física importante, así que no me ve con ojos objetivos. Luego está Pé, que remitiéndose a lo que ve cree que le gusto mucho pero que es un raro. Mi amiga de la infancia tampoco entiende nada y, aunque dice que cree que le gusto por lo que ve o le cuento, también tiene bastante claro que él no quiere ni va a querer nada conmigo, porque si así fuera, ya habría tomado esa determinación y no haría las cosas raras que hace ni presentaría ese pánico ante una situación susceptible de mi inmolación. Mi mejor amigo está en la linea de Amy y Pé (aquí opina todo Cristo como veis) y Juno cambia de opinión según el día, porque eso es lo que parece ocurrirle al Hobbit, y cree que nos queremos pero que él es un puto rancio que no tiene nada claro y un cobarde. A mí, a veces, me parece que él estuviera esperando otra cosa mejor, no sé cómo decirlo. Yo tampoco quiero ser el parche de nadie, sinceramente.

Tengo que decir que la situación actual y mis sentimientos por él se han visto propiciados por muchos acontecimientos y que, como ya he dicho, en realidad él es una piedra que parece no sentir ni padecer, al menos la mayor parte del tiempo. A veces pienso que si volviéramos a empezar una relación, aunque ahora no hay comparación respecto a la otra vez en cuanto a que nos conocemos mucho más, probablemente me pasase algo parecido a lo que me pasaba: no me entendía y yo me frustraba. No sabía cuándo yo necesitaba un abrazo o unas palabras de ánimo y cuándo follar. Ayer, mientras leía en la ventanita del chat (cuando él ya estaba en el ordenador escribiendo) cosas como "no t ocekes", "habro la nevera", etc, añadido a la superficialidad del contenido, me paré un momento y pensé en cómo he podido llegar a sentir esto por esa persona. No me malinterpretéis, que escriba como un cani es lo de menos y por lo menos he conseguido que le dé a la barra espaciadora después de escribir una coma (en dos años, it's something), pero no sé...

El caso, debería desintoxicarme. Hablábamos de cosas y me decía: "el finde te cuento todo" o "el finde me lo cuentas bien", dando por hecho que nos vamos a ver y vamos a hablar como amiguitos especiales. Creo que debería quedarme en casa. Sí, quedarme en mi camita leyendo, que es lo que, como otras, hago cuando no quiero pensar y/o no soporto el dolor. Porque, ¿sabéis qué es lo peor? Que mi pobre cabecita, inconscientemente, le sigue dando vueltas a qué hacer para conseguir que él sienta ese algo por mí que no siente. Mi pobre mente, cuando pienso en que debo alejarme de él, me dice desde muy dentro: "a lo mejor así se da cuenta de lo que te echa de menos y, cuando os volvais a ver surge todo otra vez". Me dice eso y cosas parecidas. En conclusión, al final, siempre me queda ahí una última esperanza de que, algún día, todo cambie o de que, mientras espero que lo haga, deje de sentir lo que siento, pero sobre todo de que cambie, de que me vuelva a ver como alguien con quien le apetecía empezar algo, la única persona con la que lo ha empezado en su vida, por corto que fuera. Y, en el fondo, todos esos pensamientos lo único que me hacen es daño, igual que su supuesta amistad.

martes, 23 de abril de 2013

Análisis extrañamente frío.

No será un día favorable para la relación con los demás, la Luna en el signo de la Oposición indica un comportamiento tendiente a los caprichos y los altibajos emocionales, ¡cuidado! El trabajo y las ocupaciones serán exigentes, complicados por las responsabilidades y algunas trabas menores. Los nervios podrían ocasionar molestias estomacales pasajeras.

Gracias, señor que se inventa los horóscopos.


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Cada vez que intento desengancharme del Hobbit, lo intento también de la cafeína. Empiezo mi tercera semana "sin" ellos y supongo que eso también ha contribuído a no sentir gusanos devorándome las entrañas del pecho y esas cosas. Pongo ese "sin" así, entrecomillado porque la del Hobbit no es una ausencia total, aunque la de la cafeína tampoco, que el sábado me tomé una cocacola. El Hobbit, por su parte, ha intentado estar presente en mi vida cada jodido día desde que me envío el mail absurdo ese. Se creó cuenta en una nueva red social en la que yo tenía y él no y ahora cuando me busca, lo hace a varias bandas, lo cual no es demasiado cómodo para mí, que he perdido libertad de expresión no-anónima y me dejo abiertas ventanas sin darme cuenta y entonces "zas", saludo que te crió. No ha dejado pasar ni un día sin interacción, aunque no hayamos cruzado más de 7 u 8 frases porque he dicho que tenía que irme o lo he hecho directamente. Y no lo he hecho por "dar caña" o como algún tipo de estrategia, lo he hecho porque no me apetecía hablar con él.

Para colmo, en una de esas interacciones, me dijo que se había, por fin, comprado un nuevo teléfono móvil, así que sospecho que dentro de poco se instalará ese invento del demonio (si no lo ha hecho ya) que es el whatsapp, idea que me produce escalofríos.

Cuando me habla sé que, en realidad, no quiere nada, solo mantener el contacto, asegurarse de que todo está "en orden". Sinceramente, no puedo terminar de entender esa insistencia por mantener relación conmigo y que no huya de él como de la peste si después realmente no quiere nada conmigo aparte de esa relación que él dice "especial" en su afán de llamar especial a lo raro, incluidos a nosotros mismos.


Estoy como la Love.
Lo cierto es que emocionalmente creo que no puedo soportar ahora mismo la tensión que me supondría decirle claramente que hasta aquí he llegado y tener que darle las explicaciones pertinentes. Y también, supongo, que no estoy  lo suficientemente segura como para hacerlo, que necesito meditarlo más. El fin de semana me imagino que vendrá, según dijo, y tendré que verlo. Después de una semana preparándome para ello debería poder manejar la situación, pero no estoy segura del todo de ello. Puedo pensar que sí, puedo pensar que actuaré de determinada forma y pondre cierta distancia, pero hasta que no le tenga delante, no sé cómo me sentiré. Lo peor de estas situaciones es que la que al final lo pasa mal con lo que sea soy yo. Puedo pensar en alejarme y quizás él se sienta mal, pero cuando se rebote o simplemente me deje por imposible y comience a divertirse con el resto de la gente, la que volverá a sentirse como un ñordo será Niebla, porque es a la que realmente le importa eso. Y apenas sé fingir, así que puedo entrar en una espiral algo triste. 

En conclusión, no sé cómo actuar cuando le vea. A lo mejor debería quedarme en casa y estudiar para el examen que tengo el martes, aunque de todas formas no iba a poder con la verbena sonando a todo trapo a 300 metros de mi puerta.

Estoy perdida. Siento una tranquilidad pasmosa que no es propia de mí, pero estoy totalmente perdida, sin saber cómo afrontar la situación, cómo comportarme, qué decir si me pregunta si me pasa algo con él (qué cosas tengo; él jamás haría tal cosa, en su linea de cobardía habitual, no vaya a ser que me declare).

Y así es como afronto este nuevo día, que él tendrá libre y yo tengo petado de cosas por hacer que no sé ni por dónde empezar. Estaba rendida con el inglés pero, maldita sea, tengo que intentarlo al menos. Me he estado diciendo a mí misma que no pasaba nada si no aprobaba, si no podía pedir las prácticas fuera, si no podía hacer lo que tenía pensado hacer. Pero quiero tener la oportunidad de decidirlo al menos, de poder tomar yo la decisión y que no me tome ella a mí. Me he dormido en los laureles y lo he ido dejando; está claro que no voy a hacer en dos días lo que no he hecho en dos meses, pero tengo que intentarlo al menos, ir con el mejor ánimo posible al examen y dar lo mejor de mí, hacer ese esfuerzo y luego ya se verá. Creo que puedo y no me debo rendir. Eso sí, espero sacar tiempo hoy, aunque sea unos minutillos solamente, para darme una vuelta por la feria del libro.

domingo, 21 de abril de 2013

Popurrí y Hobbit behavoir

Nunca llueve a gusto de todos.

No es que me haya propuesto tener contento a todo el mundo pero sí me frustro cuando, aun haciendo lo que creo que es lo "normal", siempre hay alguien que se siente menospreciado o desplazado. Ayer salí a cenar con unas compañeras de clase, hecho puntual y por cambiar un poco de aires. Dije a mi mejor amigo que luego probablemente le llamase según fuera la noche, pero la noche iba por unos bares que ni me gustan a mí ni a él, pero un día es un día y hay que intentar estar en lugares más o menos al gusto de todos; entiendo que no puedo meter en un bar de "heavys" a unas chicas que tienen a Bisbal como melodía de espera en el teléfono.

Aún así, sobre las dos, me acerqué al bar de Amy por si estaban allí, que es donde solemos apalancarnos y un lugar de música más o menos neutra y que yo, en general, prefiero (Oasis, U2, Radiohead,...), aunque tampoco muy del gusto de las fans de Bisbal que se venían arriba cuando ponían mierdas de esas como los pajaritos en el aire o "antes que te vayas dame un besoo, sabes que soñaré con tu regreso", etc. En el bar de Amy no estaban, de hecho no estaba casi nadie porque estaba vacío salvo por la Gapasta, el maromo que se trisca Amy ahora y otra amiga de Amy. Intentaron hacerme quedar pero mis compañeras ejercían presión en la puerta y, al fin y al cabo, había salido con ellas.

Esta mañana, al despertar, he recibido un whatsapp de la novia de mi mejor amigo (a la que ya he dicho que no tengo mucho aprecio, por no decir ninguno): "Supongo que te olvidaste, como siempre... Buenas noches", enviado a las 5 de la mañana. Creo que ellos también podrían haber llamado. Sé que, por ejemplo el Hobbit, me habría llamado si no recibiera mi llamada, y eso que también es orgulloso, pero no hasta esos extremos supongo.

En fin, sin más comentarios, ya mandé unos mensajes explicando la situación, pero creo que estos comportamientos son más propios de niños de instituto que de jóvenes en decadencia en la pendiente inclinada hacia los 30 que somos.

En otro orden de cosas, el Hobbit. El Hobbit ayer se iba a una macrofiesta de la que ya me había hablado hacía unas semanas, diciéndome que no sabía si iría o no. Por lo visto era en una macrocasa, haciendo memoria recordé lo que me dijo: que una tía había alquilado un edificio de tres pisos entero, o tres pisos enteros de un edificio para hacerla. Y que solo se podía vestir de blanco y negro.

Como dije ayer, el viernes me encontré, por casualidad casi, unas cuantas llamadas suyas, la mayoría del martes. Toda la situación me pareció algo ridícula porque... ¿me escribes un email el miércoles con la excusa de contarme una tontería que te acaba de suceder y no eres capaz de decirme que me has estado llamando? Otra llamada más del miércoles por la tarde... y hablé con él el jueves por la red social de los eggs... ¿tampoco eres capaz de decirme que me has estado llamando y no te lo cojo? Cuando vi las llamadas el viernes, le envié un email, diciéndole que no las había visto hasta entonces y que imaginaba que no llamaba para nada en particular porque habíamos hablado por aquí y no me había dicho nada...

Comprended que me siento como si hablara con una piedra o un ser sin alma cuando me contesta que es muy raro que no las haya visto y que no se acuerda de para qué me llamaba... ¿Hola? Me puedes decir que me llamabas porque llevábamos 10 días sin saber el uno del otro y a ver... No pasa nada, no voy a creer que quieres casarte conmigo, ¿qué coño me hubieras dicho si te hubiera cogido el teléfono? Y en el mismo email me ponía lo de que "al final" no venía este finde, pero que el que viene sí, que quiere estar en las fiestas de mi barrio. Yo enseguida até cabos y me imaginé que sería la macrofiesta esa, llena de pijos, gilipollas y extrajeras guarras como las gabachas de su trabajo. Y cuando lo leí, en el móvil, en mi cocina, pasé de estar tarareando "Do you wanna know" de Alkaline Trio a quedarme absolutamente parada, como una estatua, con la mirada perdida en el patio de casa, sin saber qué pensar o cómo sentirme. Después, me comí medio litro de helado de nata-nueces de hacendado mientra veía resúmenes de Gran Hermano (más patética no puede ser) y me metía a dormir la siesta.

Al despertar, me conecté, me habló por la p. red social y me confirmó sin que yo preguntara nada en ningún momento (mi tendencia última es contestarle casi monosilábicamente y pasados 10 minutos) que el sábado tenía una macrofiesta. Me fui sin despedirme; había quedado con una compañera para ir de tiendas.

Ayer, sábado, me levanté ya con la mala hostia más desarrollada (y sin sentir puñales dando vueltas ni cucharillas de helado vaciándome el pecho), y decidí poner en mi muro de facebook la siguiente imagen:






Sabiendo que lo que más le ha perturbado (o parecido que le perturbaba) siempre ha sido perder el contacto conmigo, decidí que sí, se iría a la macrofiesta (donde no va a follar desconocidas salidas porque es un rancio y esas cosas no las hace), pero al menos se pasaría un ratico rayado, pensando en si de verdad le voy a dar puerta de una puta vez. Así que subí la imagen, conecté el chat y a esperar.

No pasarían ni tres minutos y un "Cómo andas?" apareció en la ventanita. Sonreí maliciosamente, a pesar de saber que quizás ni hubiera relación, pero me gustaba pensar que le había perturbado, al menos, momentáneamente, porque sé que él no es yo y, aunque le perturbe, a los 10 minutos a otra cosa mariposa.

Hablamos muy poco porque yo tardaba unos 7 minutos en contestar. Su tono era jodidamente condescendiente (vas a sacar un 90 en inglés y te van a dar el advance), etc. Después de una ausencia mía de más de 10 minutos y 13 mensajes suyos sin respuesta, me puso que se iba a comprar. Luego regresó, pero yo ya no estaba.

Por la noche intenté no pensar en él y desconectar, pero que sin él no es lo mismo, es un hecho. Y me di cuenta de que sí, le quiero sacar de mi vida pero no sé cómo cojones voy a hacerlo, si ya ayer le estaba echando de menos y no en sentido moñas, sino que me aburría, que prefiero ir a los bares donde me lleva él y hacer las cosas que hago con él. Estando en el bar donde dimos el espectáculo una noche, ese bar que muchos días me da vueltas y me deprime, tuve un pequeño bajoncillo que intenté ocultar pero alguna compañera percibió, preguntándome si me pasaba algo.

A pesar de todo, no sentí esa falta de aire en el pecho en ningún momento y tampoco ganas de llorar cuando regresaba a casa por "la acera de los por qués", ni esta mañana, ni al pensar en que pueda tener algo con alguna francesa de su curro,...

Creo que voy en una linea adecuada de control del pensamiento, en la que ya no pienso para calmarme en que "no, no va a pasar nada" sino en que "que pase, que me la suda, lo nuestro no puede ser". Porque cuanto más lo pienso, más cuenta me doy. Que sí, creo que es buena persona y que en ese sentido merece la pena como pocos, pero en lo que respecta a una relación de pareja... Es incapaz de comprometerse, ninguna parece ser demasiado buena, no es capaz de hablar de sentimientos y si le hablas a él de ellos se agobia sobremanera... Y ya está, él es como es, si es una piedra lo es. Recuerdo cuando una vez le dije que cómo era. "¿Como que cómo soy?", me dijo. "Pues eso... No puede ser esto y ya... cómo eres tú por dentro... Tiene que haber más Hobbit, yo quiero saber cómo es, te quiero conocer...". Y me dijo que era lo que veía, que no había más. Y yo insistía "¿Pero cómo no va a haber más? No puede ser esto y ya...", porque de verdad a veces parece que estés tratando de verdad con un ser que no tiene sentimientos o los maneja a su antojo absoluto, parece de verdad que sea un visitante, como dice mi amigo.

Y así es como es él, y no va a cambiar, o al menos yo no le tengo que cambiar. Es como es y no como yo querría que fuese o como yo necesitaría que fuese. Me quejo de necesitarle a veces y sentir que no le puedo llamar porque, aunque estaría ahí conmigo si se lo pidiera, eso cambiaría inconscientemente su percepción de nosotros y sus "sentimientos", creando cierta sensación de agobio. Y yo no quiero eso, no necesito eso, pero eso es lo que hay. Y como eso es lo que hay, debería asumirlo y dejarlo pasar, por mucho que sienta que le quiero o bien que estemos en determinados momentos. Porque es una cabezona intentar estar con una persona con la que sientes que tienes que escarbar y escarbar y no llegas nunca a nada, como si fuera un ser sin alma, como si hubiera una frontera minada imposible de superar sin dejarte varios miembros en el intento (como me ocurrió en la fiesta del año pasado). Y en momentos como ese, de la fiesta, es cuando toda mi percepción de él se tambalea. En momentos en que él dice de verdad lo que pensó, lo que sintió... y al verbalizarlo se puso a llorar, como una persona, como una jodida persona que tiene alma y siente las cosas...

Y ya, me he pasado. Seguiré en otro momento, que aún me quedan cosas por decir.

sábado, 20 de abril de 2013

On my own (yo sola)

Hoy quería dejar una canción con la que estoy mucho últimamente, que se llama "Moving on", de The Used, pero no he encontrado una traducción y yo tampoco soy capaz de hacerla en condiciones (aunque debiera ponerme, tengo el examen de inglés esta semana y me van a sodomizar). De todas formas, en lugar de esa canción, voy a dejar otra del mismo grupo que, aunque no tiene el ritmo de "Moving on" es de mis favoritas del grupo.

Podría contaros con detalle más mierdas de mi vida sobre que ayer descubría un arsenal de llamadas del Hobbit en mi teléfono efectuadas desde el martes, que cuando le escribí que no las había visto antes no me creyó, que este fin de semana no viene y hoy va a una macrofiesta en un chalet, que yo le dije antes de eso que prefería no verle pero cuando me dijo que "al final" no venía me quedé como una escultura de mármol para luego ir evolucionando cual pokemon hacia la mala leche... Aún así he conseguido (más o menos) ir controlando mis pensamientos y cuando ha querido aparecer esa sensación de que me clavan un puñal en el pecho y le dan vueltas sobre sí mismo, he conseguido aplacarla antes de que creciese.

Y no cuento más, que ya me estaba volviendo a enrollar. Os dejo la canción:



Y quiero dar las gracias a las tres personas que me comentáis habitualmente y me habéis comentado esta semana en el blog. Parece que no pero todo ayuda. Y sí, nos aprovechamos del anonimato de nuestra cuenta de blogger pero, como ya me habéis dicho alguna, cuando leo vuestras entradas o comentarios, pienso que ojalá pudiéramos quedar para tomar un café. Aunque realmente, todo este anonimato le da al asunto un tinte "especial".

A ver si saco tiempo y empiezo a escribir ciertas entradas que quería escribir, sobre temas que poco o nada tienen que ver con el Hobbit.

jueves, 18 de abril de 2013

Un vistazo al historial.

Hoy escribo sin rumbo (con menos aún, quiero decir). Hoy que podía dormir hasta las 10 y pico, me he despertado a las 7 y poco. Suele suceder.

Ahora estaba cotilleando el facebook de mi ex, el cabrón anulador. No le tengo como amigo, pero sí me ha enviado solicitud (hará ya más de un año) y no la decliné para poder cotillearle, aunque luego no lo haga demasiado. Y lo cierto es que debería hacerlo más a menudo, cada vez que me sienta mal y acabada, para recordarme que podría ser un ser tan patético y triste como él -y mira que últimamente me sobra a mí de los dos adjetivos a cascoporro- o, lo que es peor, seguir siendo su pareja.

Hará un par de semanas o tres, no sé, al cotillear vi que lo había dejado con su novia de ahora, porque él no es capaz de estar solo y, de hecho, a mí me reemplazó en una semana, así que siempre está con alguna (y yo que lo agradezco, porque entre una y otra me contacta desesperado diciéndome que soy la tía a la que más ha querido y blablabla). Que lo que más me molestaba no era que me hubiera reemplazado, era que no mostraba respeto alguno por nada nuestro; la llevaba a los mismos bares, restaurantes, parques, lugares exactos,... Y aparecía en fotos con ella por todas las redes sociales con ropa que le hubiera regalado yo, o algún peluche mío que nunca me devolvió de fondo en la foto. Aunque lo que peor me sentaba de todo, era que utilizara canciones favoritas mías que él no habría conocido probablemente nunca de no ser por mí. Vamos, que se las pusiera en los estados de las redes sociales o así. Y es que, el cabrón anulador, haciendo honor a su nombre, la tuvo un tiempo tomada conmigo, con una especie odio irracional que solo ponía en relieve su baja autoestima y que en ese momento estaba desequilibrado (ahora no sé, la vida le ha dado unas cuantas hostias y probablemente esté más asentado, pero a saber). Cuando, pasados los meses, se enteró de que el Duendecillo y yo estábamos empezando algo (algún conocido suyo nos vio en el cine y me vio bajar al local de ensayo de su grupo), me llamó enfurecido preguntandome si me lo había follado y me dijo que iba a arruinarme la vida, empezando económicamente, que había vaciado la cuenta bancaria que estaba a nombre de los dos (y en la que todo el dinero que había en ese momento lo había metido yo, ganado cuidando críos y poniendo copas mientras sacaba la primera carrera y él hacía como que estudiaba pero se tocaba los huevos y se gastaba mi pasta). Y sí, él tenía novia, pero... ya ves.

Yo, que ya me había dado cuenta hace tiempo de que él había perdido la cabeza por completo, ya había vaciado la cuenta hacía semanas, así que le dije que corriera, que mejor se diera prisa. Ya debía de estar entrando en el banco online porque enseguida empezó a soltar improperios diciendo que estaba a cero y llamándome, lo más suave, puta. Todavía me debe 300 ó 400 euros (ya ni me acuerdo porque sé que nunca los tendré) de otros menesteres. Cuando empezó a comportarse como una persona normal (más adelante), me dijo que me los ingresaría en la cuenta, pero llevo 5 años esperando.

Recuerdo que el cuatrimestre siguiente a dejarlo, yo tenía una asignatura en la carrera en la que dimos el maltrato entre parejas y vi claramente cómo se adaptaba al perfil de maltratador y cómo, en general, como pareja, también ocurría. En esos momentos, y en general desde que lo dejé, supe siempre que era lo mejor que podría suceder y que casi cualquier cosa que me topara en el camino iba a ser mejor que él. En muy poco tiempo dejé de tener sentimientos por él diferentes a algo como asco-pena, porque realmente ahora cuando miro su caralibro hasta me da pena, lo admito, pero ya en alguno de sus contactos le dije que estaba todo perdonado y que sin rencores y poco tardó en ponerse otra vez en modo maniaco, queriendo quedar, merodeando mi casa con el coche, etc.Tenía un perfil psicológico extrañísimo, entre lo que podría destacar su compulsión a mentir que, al principio, era en chorradas (cuando le conocí me dijo que había hecho algún catálogo de modelo de calzoncillos, ¬¬), fingió que le gustaba el mismo cine y música que a mí siendo mentira, entre muchas otras cosas que yo veía pero hacía como que me creía, supongo que porque lo quería y estaba "anulada".

Después de esa relación, me ocurrió que me topé al Duendecillo, por encima de cualquier expectativa mía, supongo, pero que llevaba un lastre similar al mío con su ex y, aunque siempre mantuvimos una relación muy estrecha en cuanto a emociones y la atracción física se nos iba de las manos, nunca logramos estabilizar aquello y sé que los dos hicimos grandes esfuerzos por ello, no sólo yo. El Duendecillo no era como el Hobbit, que no habla. El Duendecillo necesitaba soltar todo, como yo, para no explotar. Así que mantuvimos largas conversaciones y nos mandamos emails interminables hablando el asunto en diferentes momentos, para que la conclusión llegara por sí sola y era que no podíamos controlar aquello sin hacernos daño, y sabe B que lo intentamos, al menos yo. 

Después de eso y de la actual situación con el Hobbit, es normal que me plantee que el problema esté en mí, pero lo cierto es que el Hobbit no es una persona para nada normal, y tampoco yo lo soy. De hecho mi mejor amigo hace tiempo que se trae la coña conmigo de que es un "visitante", como los de la serie "V, los visitantes", que ha venido a la tierra para cumplir una misión de conquista y que no es capaz de manejar los sentimientos humanos cuando los siente. En muchísimas ocasiones, ambos (mi mejor amigo, común a los dos, y yo) estamos de acuerdo en que ciertas reacciones o comportamientos solo pueden ser explicadas de ese modo y que esa es la teoría con la que realmente todo encajaría de una vez.

Lo cierto es que "Hobbit no siente", "Hobbit no tiene sentimientos", es una frase que he oido salir de muchas bocas, en contextos muy distintos y casi nunca relacionados con nuestra no-relación. Recuerdo que en una fiesta, una amiga borracha (común) se acercó a él, en un momento indeterminado de la noche, sin que hubiera ocurrido nada raro y le dijo: "Hobbit... ¿tú tienes sentimientos?". A lo que yo, que estaba al lado también un tanto perjudicada contesté rotundísima: "NO". Claro que aquello sucedió un mes después de lo de la Voz; lo recuerdo porque era la celebración de un cumpleaños. Pero eso es sólo un ejemplo, mucho antes de eso Bob me comentaba que la Gafapasta le había comentado que "Yo creo que Niebla quiere al Hobbit, pero es que él... no sé cómo decirte, no siente, es plano, no siente". Él, por su parte, cuando me dejó el día del golpe de estado, una de las cosas que me dijo es que yo sentía demasiado las cosas, que vivía todo, lo bueno y lo malo, con mucha intensidad. Y que no pensaba que eso fuera nada malo, pero que él... que el no.

Y así, sin un final concluyente ni nada, creo que voy a acercarme a por unos yogures al supermercado de la cooperativa mondragón y luego me marcharé a instruir a ese grupo de púberes arrítmicos que me tocaron en (des)gracia pero a los que cada vez tengo más cariño, todo sea dicho.

PD: Estoy jugando con fuego otra vez poniendo ciertas cosas en el blog, que luego tiemblo en cuanto veo otras en la estadísticas pero me digo que no, no es posible... Y pienso que si algún conocido se topara con él e intuyera que soy yo (bastante fácil para algunos en muchas entradas), se lo callaría y se pondría a leer todas las entradas con desmesurada curiosidad y compulsión, ¿no? Pues eso. Que no sé ni lo que he dicho.

miércoles, 17 de abril de 2013

Confesiones serenas desde dentro (longitud involuntariamente compensatoria por todo lo que no he escrito estos días).

He conseguido ir estabilizándome poco a poco, porque realmente había llegado a un estado anímico que me asustaba y, al hacerme consciente, me asustaba más y eso era un bucle. No tenía una sensación de ansiedad ni de descontrol tan grande desde que me ocurrieron cosas que puede que sí lo justificasen, hace ya tres años casi (cuando me diagnosticaron lo que tenía la primera vez y melo pintaron muy negro, sin saber en que iba a acabar aquello). Y desde luego esto no es comparable a esas situaciones. Sí había sentido momentos de mucha tristeza, desánimo y ansiedad cuando ocurrió lo de la Fiesta del año pasado, lo de la voz y todo eso, pero no esta sensación de que todo se me había ido de las manos, de que no podía controlar mis actos y de que hiciera lo que hiciera no podía hacer nada salvo empeorar las cosas y, aún así, seguir haciendo cosas y empeorándolo. Quizás he hecho un jaleo de palabras pero creo que se entiende.

Han sido pocos días de estas sensaciones como tal, apenas tres, que se me han hecho eternos. En ellos se me han juntado muchas cosas pero el detonante sin duda fue una discusión con mi amiga de la infancia. Ella tiene un repente muy malo y creo que a las dos se nos fue de las manos. Yo me dejé llevar por mis sentimientos por el Hobbit y no vi más allá, fui egoísta y reconozco que ella tiene razón en que quizás justifico todos sus actos, ect. En realidad, que a mi alrededor dramaticen más que yo con el tema, es algo que no me hace mucha gracia. Creo que este fin de semana ha quedado demostrado (y yo misma también lo he visto claro) que una discusión con alguna de estas amigas me causa bastante más estrés que todo lo del Hobbit. Con él tuve la última conversación incómoda el domingo de la semana pasada, después de los acontecimientos indeseables que se sucedieron el sábado -y que imagino que ya contaré en el blog-, que para colmo era el día de mi cumpleaños, porque ya sabéis que a mí las cosas me pasan en fechas señaladas para que se me queden grabadas a fuego. Así puedo hacer aniversarios de mis desgracias.

El caso es que hablé con él por teléfono el domingo, el lunes por internet y bueno, quedamos en que olvidábamos todo y en que intentaríamos que no nos influyera lo que los demás opinaran de nuestra relación -utilizó la palabra relación, increíble, ¿no?-. Aún así yo no tenía demasiadas ganas de hablar con él, ni de seguir ni nada... Pensé en que debería cortarlo todo, cortar cualquier tipo de relación, pero no estaba tampoco en condiciones de tomar una decisión, así que me tomé mis días para hacer trabajo atrasado, sin hablar con él y siguiendo con mi vida. Hacía mis viñetas coñas con el bitstrips del Facebook y Juno, y ya se vería lo que pasaría.

Sin embargo, cuando discutí con mi amiga de la infancia, entré en un estado catatónico interior de sentir que todo a mi alrededor se iba a la mierda que realmente pensé que me iba a volver loca y que a lo mejor tenía un trastorno mental de verdad, porque todo me estaba afectando demasiado. Aparte de estas cosas sociales, me obsesioné con la escultura del hall, más cuando en el departamento no han pedido la mitad de los materiales, que incluso prefería apoquinar de mi bolsillo antes que hacer otro puto boceto, pero prácticamente me lo prohibieron. Y era demasiado tarde para abandonar. Imagino que el profesor, que ya no me pone lo más mínimo porque me tiene harta, piensa que estoy de la olla (lejos no anda de la realidad, claro) o que soy maniacodepresiva, porque unos días estoy allí pintando como si no hubiera un mañana y otros días me cuesta sostener los pinceles como si pesaran 5939 kilos cada uno. No para de repetirnos a la compañera y a mí que seamos creativas y nos dejemos llevar, pero él también está un poco pa allá y ideas que un día le parecen maravillosas o incluso son inicialmente sugeridas por él, al día siguiente le parece que "no, no lo veo" o "¿de dónde has sacado eso?". Que hasta doy gracias a que tengo una compañera para poder contrastar, porque si no sería el remate final y ya pensaría que igual estoy empezando a hacerme esquizofrénica y tengo alucinaciones visuales, auditivas y de todo tipo con las cosas que dice el tipo.

Después de la "discusión" con mi amiga de la infancia (digo discusión porque no gritamos, somos muy diplomáticas, pero luego en las reconciliaciones hay lágrimas everywhere por parte de las dos, en plan "te quiero mucho", como adolescentes), me dispuse a arreglar otras como si me fuera a morir al día siguiente. Juno me dijo: "para de escribir emails a todos ya y sosiégate". Y escribí a alguna gente, menos al Hobbit. Intenté arreglar todas las cosas que me preocupaban y había ido dejando, no sé cómo explicarlo.

Amy y la Gafapasta han resultado ser un apoyo bastante importante estos días. Nunca nadie podrá igualar a Juno como mi Pepito Grillo particular, pero reduciendose nuestra comunicación al jodido whatsapp porque nuestros horarios no nos permiten otra cosa, las otras dos han contribuido también con sus palabras a que no perdiera la cabeza del todo. No sé si Juno alguna vez sabrá lo que significa para mí, porque como las dos somos bastante rancias en general (aunque por dentro seamos un torbellino de sentimientos) tampoco somos de ponernos sentimentales la una con la otra (menos bebidas ¬¬), pero creo que sabe que si ella me hubiera dicho las cosas que me dijo mi amiga de la infancia, me habría abierto las venas desde el sobaco a la muñeca, lo que probablemente haría que ella se las abriera luego por culpabilidad y sumiéramos a todo nuestro entorno en la miseria (me entra la risa, joder, estoy mal de la azotea de verdad, quitemos ya el modo drama).

 El caso es que desde ayer las taquicardias y la sensación de descontrol se me han ido pasando y hoy me siento, después de estos 3-4 días eternos en los que ni siquiera aguantaba sentada más de 15 minutos (y creo que ni eso), fisiológicamente normal. Entonces, como no, claro, esta mañana apareció su email en la bandeja de entrada (lo vi y leí desde el móvil). Después de diez días de total incomunicación conmigo (impulsada por mí, que le he evitado cibernéticamente hablando), el Hobbit me ha mandado un email desde el trabajo, con el ¿irónico? asunto de "CHAN CHAAAN". Que sepáis que ahora mismo Juno, leyendo esto, está pensando que cómo su retraso mental podrá alcanzar unos niveles tan elevados y que si lo tiene delante lo deja de aguaplast en la pared. Pero sinceramente, el contenido es justamente lo que esperaba: nada. Vamos, contarme una tontería que se supone graciosa, preguntarme qué tal el concierto del finde (al que Juno y yo íbamos a ir pero obviamente no fuimos), contarme en 2 lineas qué anda cansado y poco más, todo en el mismo tono que cualquier mail que nos enviemos normalmente... Vamos, hacer como si hubiera sucedido nada, que después de todo, es en lo que quedamos, aunque a mí me parece imposible y eso hará que por mi parte no sea así, aparte de parecerme insostenible y un sinsentido en sí mismo continuar como hasta ahora. Así que intentaré pensar ahora que estoy tranquila y hacer lo que crea conveniente, sin dar puñetazos de más ni a la razón ni a las emociones, aunque en mi vida, en general, los términos medios siempre han sido algo un poco -muy- utópico.

Y yo creo que con esto ya es suficiente, aunque no tenga que rendir cuentas a nadie de lo que aquí escribo. Me parece que ya ha quedado claro hace tiempo que, en lo que al blog se refiere, lo formal quedó sacrificado hace mucho tiempo en aras de lo emocional, del desahogo, de utilizarlo como esa vía de escape secreta y final, esa donde puedo dar rienda suelta a mi parte impulsiva y obsesiva sin que me miren raro (porque no os veo, supongo).

Un abrazo.


Niebla.




lunes, 15 de abril de 2013

Entrada flash.

 Hoy sólo os dejo mi horóscopo de hoy y me voy, porque parece que todos los aspectos de mi vida (amorosa, social, laboral, académica...) excepto el familiar, se han puesto de acuerdo para desplomarse al mismo tiempo. Bueno, quizás soy yo quién los está desmoronando sin querer, por querer llegar a lugares que no puedo, por frustrarme, por aspirar a cosas que no son para mí, en todos esos campos.

Y me he encontrado esto en el horóscopo, que no es que crea yo o deje de creer, pero en las últimas semanas se acerca bastante a mi realidad  cada día que lo leo (no creo yo que lo que va a continuación sea lo típico con lo que se identifica todo el mundo, vaya):

"El amor podría entrar en una etapa de crisis, especialmente en relaciones poco afianzadas; toma el tiempo que sea necesario para evaluar las circunstancias con sentido común y serenidad, no caigas en reacciones intempestivas."

Parece que hasta el señor que se inventa los horóscopos conozca mi caracter impulsivo y poco reflexivo, que me está costando ansiedades varias hasta un punto que me empiezo a plantear si esto es sólo ansiedad (porque eso lo es) o si de verdad tendré alguna otra tara mental...

Caballeros del zodiaco. Sigo siendo una friki, con un trastorno de ansiedad (espero que transitorio) pero una friki.

jueves, 11 de abril de 2013

Looks like Niebla won't be needing this anymore.
Conocemos el final pero lo vivimos una y otra vez como un bucle infinito del que no podemos escapar. ¿Es porque somos débiles? ¿Es porque no sabemos querer de forma sana? ¿Es porque sabemos que fuera del bucle nada es mucho mejor y necesitamos algo que nos mueva, aunque sea la espiral de un remolino que te terminará ahogando inevitablemente? ¿Tuve de verdad la oportunidad de escapar cuando creía que la tenía? ¿La tengo ahora? ¿Sí? ¿De verdad? Me sorprende lo mucho que mucha gente cree saber sobre lo que yo debo hacer en cada momento, pero me extraña que sabiendo tanto, ellos lleven una vida tan de mierda o más que la mía.

No os asustéis, no me han roto el corazón. Ya estaba así de antes y lo sabéis, por muy ñoño que suene esto. Tampoco me he vuelto a inmolar. Tampoco el Hobbit ha estado con otra chica o algo parecido. Pero se han complicado las cosas, que no iban mal del todo, al menos a mis ojos y a mis sentimientos. Es decir, yo me sentía bien (ya sabéis que cuando no escribo o estoy bien o me estoy muriendo). Pero una serie de acontecimientos (algunos de los que soy responsable y otros fuera de mi control) han hecho que el castillo de naipes que iba construyendo con tanto ahíco desde hacía casi un año se haya desmoronado. Y me da lo mismo aquello de que alguien por quién tienes que hacer tantos malabarismos es alguien que no merece la pena. No elegimos a quién queremos pero sé que quiero a una persona que merece la pena y sé que, aunque no me quiera como yo querría que lo hiciera, es posiblemente la persona que más me quiere después de familiares y de Juno. Y me lo ha demostrado al fin y al cabo, aunque por dentro esté convertida en un walking dead y por fuera cada vez lo parezca más...

Ahora mismo no soporto la presión y todos los pensamientos descontrolados que me asaltan, así que me mantengo al margen hasta que pueda pensar con algo más de claridad. El tiempo, como siempre, proveerá.


PD: Os he ido leyendo aunque no escriba...
PD2: Putas aplicaciones de cara libro, puede dar Juno fe de que ese monigote es yo hasta límites insospechados. Y ya dejamos aparte la frasecita, que viene de serie con el dibujo: "Parece que Niebla ya no necesitará esto".