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miércoles, 27 de marzo de 2013

Pude decir que los ojos rojos eran de estar frente al ordenador, o de poner atención a tanta miniatura. O si me apuras, de llorar. Eso sería creíble viniendo de mí. "Es que estuve escuchando unas canciones y..."

Y la tripa... la tripa puede dolerme de reirme mucho, ¿nunca tuviste agujetas de reírte? Seguramente te pasaba como a mí, que ni siquiera eras capaz de distinguir unos dolores de otros.




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Lo contrario de dentro es fuera.
Nunca ha estado dentro, pero creo que tampoco fuera.
Yo estoy bastante fuera últimamente.
Fuera de ti, fuera de mí, fuera de él, que está fuera de sí.
Fuera de control.
Fuera de lugar.
Tan fuera sin estar fuera, siendo él quién está fuera pero estando más presente.
Y me lío.
Y caigo.

Blind the face with beauty paste.

Apoyo la cabeza sobre la puerta que cierro. En ella está el problema y no ahí fuera. En mi cabeza, digo; no en la puerta. No tengo ganas de mear, era mentira. Pero respiro porque acabo de llegar, queda demasiada noche por delante. No tenía que haber venido, aunque eso no debí verbalizarlo delante de él. Y menos tantas veces. Tan pronto.

No puedo seguir el ritmo de Amy y tampoco quiero intertarlo pero lo peor es que, por eso mismo, ya no puedo tener una conversación medianamente normal con ella. Hace más de una semana que no puedo. Lo pienso y me pregunto si soy la única que piensa que Amy ya tiene un problema. M

Me siento realmente sola, rodeada de tanta gente. Eternamente sola, con él a unos treinta centrímetros. Y miro un poster de Jack Daniels y suspiro. Y vuelvo a suspirar. Y digo tu nombre, pero la música está alta y, aunque me oigan, me da igual.


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Intento borrar el asco de mi cara, las señales de la guerra que se libra dentro de mí de forma encarnizada. Sé que mi rostro lo refleja, y me recuerdo a Eduardo Manostijeras intentando sonreir, como si eso fuera algo ajeno a mi ser. Sí, mi cara debe de ser parecida.

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-¡Oh, mierda! ¡Niebla, he perdido a Niebla! -dice el Hobbit llevándose una mano a la cabeza.
-Está detrás de ti -le dice la Gafapasta, ese ser por encima del bien y del mal, ese ser al que mira sonriendo entre babas y risas incluso cuando está contando en cuántos bares de esa calle ha echado un ñordo y en cuál giñó mejor (True story).

El caso es que estoy detrás de él, desde hace unos segundos, pero he tenido que abrirme paso entre muchos sobacos sudorosos para lograrlo.

Me doy cuenta de que podría ser Juno el día que el Gnomo se la "dejó olvidada" en un bar, como si fuera una bufanda que dejas en la barra y de la que no te acuerdas hasta que te viene un aire, porque a un perro no lo dejas olvidado así, seamos realistas. Yo fui más rápida que Juno y salí detrás de él escurriéndome entre la gente. Salí, le vi a unos metros y logré ponerme tras su espalda en pocos segundos, pensando que me había visto, incluso me había parecido que me hacía señales para que me acercase, pero debió de ser una ilusión óptica.

Sé que mi cara fue indescriptible. Lo sé porque lo vi en la suya, como si le hubieran metido la mano por el culo en una consulta médica llena de estudiantes en prácticas o, mejor dicho, como si me la metieran a mí con él delante.
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Ahora parpadea su nombre en una pestaña de firefox. Pero yo sigo escribiendo. Me fui sin despedirme de él, con un avioneto en condiciones, después de un par de horas de aquello. Aún así, creo que no me dirá nada de eso.

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Llegué y fui tú, B. Y cuando sentí bienestar con ello, me sentí más tú que nunca. Y me di cuenta de que estaba llorando.

Lloré mi propio patetismo, lloré tu muerte y la mía propia. Lloré porque me di cuenta de que estaba sintiendo liberación en el dolor, como una jodida enferma, como lo que, supongo, soy. Luego, cuando conseguí quedarme dormida, soñé con mi cara cayéndose a cachos, con las comisuras de mi boca desgarrándose solas, llenándose de arañas vasculares moradas y pústulas asquerosas. Y mi imagen en el espejo de repente se volvía la tuya. Me mirabas desde el otro lado y me decías: "En esto te estás convirtiendo".




El chupito morado fue definitivo. La cara de asco se me quitó, sí, no paraba de reír, y no pasaron ni cinco minutos hasta que empecé a hablarle de ti al Empanadillo. Cada uno se refugia donde puede, no hacía demasiado rato le hablaba al Hobbit de que a ti no le quedaban bien los trajes de chaqueta, o suspiraba mirando posters de Jack Daniels, pero con el Empanadillo realmente viajé al pasado y me emocioné hasta casi llorar. "B esto, B lo otro", "Cuando estuve en el pueblo donde nació él, alquilamos un coche, y era enorme, un Impala, ¿sabes cuál es? Allí hay muchos, es el que usa el FBI. Y lo subimos a Nueva York, entramos con él en Manhatann, fue una locura... ¿No tengo en el facebook esas fotos? Yo creo que sí... Hicimos fotos conduciendo por Brodway... hace mucho que no las miro porque me pongo muy triste... O sea, triste pero también a la vez soy muy feliz, aunque sepa que no voy a vivir nada así nunca más, pero lo que cuenta es que lo viví... ". Y el Hobbit mira justo cuando digo que "no sé si alguna vez he sido más feliz que esos días, cuando veo las fotos siempre pienso que no".



viernes, 22 de marzo de 2013

Me he pasado media tarde llorando con la Gafapasta, porque si no me puedo aguantar con las películas y las canciones, imaginad si empatizo con una persona...

Esta noche, viernes de dolores, hace un año que pasó lo de la Voz, que aún no sé bien exactamente qué fue, porque sus versiones siempre fueron contradictorias (las de ella consigo misma) y, a su vez, contradictorias con las del Hobbit. Intento no pensar en ello porque sé que para él es pasado y que, además, desearía que no hubiera sucedido, igual que yo desería que no hubiera pasado lo de la nochevieja con el pintor de Sumi-e, aunque lo cierto es que cuando ocurrió lo de la Voz, él me había mandado a la mierda oficialmente; yo no puedo decir lo mismo de lo otro, aunque se daba por supuesto.

En fin, que da igual, no le tengo aquí el fin de semana, pero parece que la "suerte" me ha sonreído porque el martes me llegaba un whatsapp: "¿Te cuento un secreto?". Era M. "¡¿ESTÁS AQUÍ?!". Y, aunque no estaba, llegó ayer. La verdad es que desde que Nib me dominó allá por octubre y me convertí en una mala imitación de mi amiga Amy -que se pasa la vida on fire, como dice ella-, las cosas han sido muy muy extrañas con M. No han vuelto a ser igual, a pesar de que yo pensaba que no iban a cambiar. Pero bueno, espero que puedan volver a una relativa normalidad y yo ahora me pienso comportar. Palabrita.

Os dejo con una canción que no me pega nada, que es super moñeras, pero la canta un chico que "conocí" en Washington DC y que yo le decía a Juno que era "El Duendecillo de DC". Sobra decir que aquí ni en mis mejores sueños "conocería" un chico así. El efecto extranjera ya se sabe...

Aquí os lo dejo, no puedo evitar pensar en la Gafapasta cada vez que la escucho. Y no puedo parar de escucharla, estoy totalmente en bucle con ella, con la voz de este chico, con los violines...

"El arte de volver a empezar"



Nota: Ya sé que no cuento nada, pero bueno, sabed que al menos sigo con vida.

lunes, 18 de marzo de 2013

Pensamientos a tu servicio.

Voy controlando algo la enajenación mental que me dominaba (no tiene otro nombre, es eso), aunque no como debería. En lugar de poner los pensamientos a mi servicio, como leí por ahí no hace mucho, intento desterrarlos un poco, ya que he llegado, incluso, a entrar en bucles absurdos como creer que si pienso algo lo termino provocando y que al final soy yo quién provocará alguna situación desagradable para mí, alguna situación en la que yo sea el personaje secundario que sufre el daño colateral pero a nadie le importa. Después de todo, ya provoqué con mi mente parte de la situación de la Voz. Cunado decidí que debía pararla, que no podía ser, también la logré parar.

Esto no se asemeja, primero porque no ha ocurrido nada, digamos que un 80% son películas de mi cabeza, aunque no estoy segura de que tanto. Segundo, es diferente porque la Gafapasta no es comparable a la Voz, ni de lejos. Y es que parece que haya sido a mí a quién Lennon (su novio) haya engañado, porque he pasado un fin de semana de somatización del estrés que cualquiera lo habría pensado.

A ratos tengo pensamientos muy muy rotundos, en los que me digo a mí misma que sí, ya sé cómo va a terminar pero mira, me aguanto, al menos alguien será feliz, gente que, al fin y al cabo, merece ser feliz. Entro en una especie de autocompasión en la que llego a decírmelo a mí misma, acompañado de un "no sé de qué te extrañas, es obvio que para ti no hay final feliz". Y así caigo en un cúmulo de errores progresivamente, como dar por hecho que la felicidad pueda llegar a depender de eso. Me hundo en mis propias críticas, soy víctima de lo que critico a otros.

Entrar en estas espirales no puede ser más peligroso, porque me vienen infinitos deseos de inmolarme cada dos por tres, aparte del deseo compulsivo de estar al lado del Hobbit constantemente. Es una especie de Hobbit-dependencia, que de momento no me hace demasiado daño porque él me corresponde más o menos bien, pero en el momento en que yo tenga la sensación de que me huye, todo se vendrá abajo.

Es obvio que cuento esto aquí, que no me conoce nadie, mientras en mi vida intento mantener la compostura y la normalidad. Y sí, soy muy consciente de que lo que me está pasando es obsesivo y nocivo para mi salud e intento controlarlo. De verdad, lo intento, lo hago lo mejor que puedo.

Supongo que al fin y al cabo se trata de vivir la vida y no ser tan dependiente emocionalmente. Aunque me ocurre como a esos perrillos de dueños poco cariñosos, que aunque apenas reciban los mimos de su dueño ellos les quieren, sigue ahí, fieles, y son felices a su manera porque es la única vida que conocen. No es exacto, claro, conozco más vida (aunque mucha fue peor, todo sea dicho).

Ayer me despedí de él, fui yo quién le dijo que si quería ir a tomar algo, ya casi a la hora de cenar. Lo pasamos bastante bien; últimamente lo pasamos bastante bien cuando salimos solos, se nos pasa el tiempo rápido y ayer, de hecho, me acompañó de vuelta hasta donde me acompañaba cuando salíamos ("oficialmente"). Hablamos un poco de la Gafapasta, claro está, pero el resto del tiempo lo dedicamos a cosas bastante poco Hobbitosas, sobre las que era él quién preguntaba. Me preguntó a qué me dedicaría si tuviera mis necesidades económicas cubiertas de por vida, o qué actividades "profesionales" desarrollaría sin remuneración. Pareció muy emocionado cuando le dije que tenía una semana libre después de semana santa, en la que quiere que vaya a Madrid y, atentas, porque esto ya es de traca, quiere que vayamos a la gala en directo del reality ese que va ya por su décimocuarta edición. Que lo dice en serio totalmente, eso es lo más preocupante de todo.

Todo es rarísimo y me confunde un montón, porque, siendo sincera, yo creo que hace tiempo que no está enamorado de mí y veo muy dificil, por no decir imposible, que vuelva a estarlo. ¿Y yo? A mí me encanta estar con él, me siento bien. Cuando vuelvo a casa después de haber estado bien, soy un poco más feliz. Y me pone bastante, claro. A él le gusta estar conmigo y es obvio que le atraigo físicamente, pero supongo que no basta. Tampoco soporta que me "relacione" con otros tíos, pero eso tampoco es amor. ¿Y qué coños es amor? ¿La obsesión mía es amor? ¿La obsesión que tenía Juno por el Gnomo es amor? ¿La que tenía la Gafapasta por Lennon, que la ha engañado después de 5 años de relación? Tenemos la manía que crear estándares, de poner etiquetas... También creo (lo veo y me lo dicen "mis cercanos/as") que algo le frena, como si tuviera miedo, o como si le faltara algo. En parte veo el problema el la idealización inicial. Creo que ese freno que se pone a sí mismo, quizás esa sensación de agobio que le entra cuando se da cuenta de que se está comprometiendo, no la tendría con la Gafapasta. Llamadme obsesiva, pero creo que es con ella con la única persona del mundo que no la tendría. Es que sí, terminar con ella sería su sueño hecho realidad. Mi mejor amigo, al principio, cuando me preocupaba por ella, me decía: "Es su Duendecillo". O sea, su amor platónico, su ideal, alguien que le ha gustado siempre. Aunque él nunca (de momento) ha estado con ella. También mirad cómo acabó lo mío con el Duendecillo... En fin, que más me vale intentar racionalizar en todos los sentidos o lo voy a pasar fatal. Me dijo que este fin de semana no vendría, porque sólo trabaja en Lunes Santo y no quiere hacerse ese cacho de viaje para un día (es lógico y me lo imaginaba), y durante la semana no sé si piensa estar aquí o irse a la Comarca. Al menos sé que respecto a la Gafapasta (que está hecha mierda la pobre mujer, también la vi ayer, y en ese momento me sentí fatal y culpable por mis pensamientos eternamente egoístas y obsesivos) estará fuera durante toda la semana santa, lo que, sí, volved a llamarme obsesiva, me consuela. Supongo que esa semana y, si voy con él a la capital (que no lo veo NADA claro), la siguiente, serán las que decidan si intento rendirme de nuevo, a poder ser para siempre. El cuento de nunca acabar, ¿verdad? Ya, a mí me lo vais a contar.

sábado, 16 de marzo de 2013

Extraña hecatombe dentro de mí.

Es tan extraña que no puedo ni comunicarme eficazmente.

Ayer llamé a la Gafapasta después del concierto al que fui, ya que me había dicho que seguramente estuviera por ahí tomando algo. Me lo cogió y con una voz extraña me dijo que estaba en el bar irlandés donde yo le dije al Hobbit que me tenían que volver a operar, donde me dejó y donde quedamos el día que conoció a la Voz. "¿Vas a bajar pa'la plaza?", le pregunté. "No sé", me dijo. Y sonaba su voz tan mal que no insistí, porque como es tan yo, a veces somos así, bordes, de repente, pero tenemos nuestros motivos. Es cierto que he conectado más con Amy que con ella e incluso Amy conmigo (yo sé cosas que a ella no le cuenta), pero también ha sido porque Amy y yo compartimos un lado ciertamente zorril que controlamos mal a veces y por nuestras nada saludables aficiones a las jirafas y otras cosas sonrientes.

El caso es que colgué y me pareció ver a los amigos del Hobbit entrando en uno de los bares de siempre, así que le dije a mi mejor amigo (con el que iba) que iba a entrar a ver si veía al Hobbit (sí, volvió a pedirme perdón y... soy imbécil). Entonces, ya dentro, ya con el Hobbit, me llega el sms de la Gafapasta: "Creo que no voy a bajar, XXX(su novio) me ha contado que se lió con una zorra". Se lo dije al Hobbit, que parecía que estaba viviendo un sueño, y nunca mejor dicho, porque esa chica le ha gustado desde que tenían 17 años o así. Tampoco dijo nada, aparte de "What the fuck?" y "Ya os he dicho mil veces que ese tío era un gilipollas". Al cabo de una hora o así, nos dirigimos al bar donde suele parar Amy pero no estaba. "A lo mejor está con la Gafapasta", dije yo. "Puede ser", dijo el Hobbit, y luego dijo con el rostro iluminado y voz de emoción "¡A lo mejor lo han dejado!".

Y sí, lo han dejado. Hoy me lo contaba el Hobbit, que me escribía. Pero tampoco me ha dicho mucho más. Ella debe de estar realmente mal porque hasta ha cambiado su esta de la red social por "es complicado", que no sé, quítalo y ya, pero no hagas el idiota. Bueno, que eso da igual. En su serie o en la del Hobbit, que ellos dos acabaran juntos seguramente sería un precioso final. De hecho yo ya me estoy sintiendo muy Jacob Black. No es por ir de mártir, pero siempre soy el puto daño colateral. Creo que no podría ser más exagerada ni adelantar más hipotéticos acontecimientos, pero si ya lo pasaba bastante mal viendo cómo él se comportaba con ella teniendo ella novio, sé que a partir de ahora puedo llegar a encontrarme realmente fatal. Y yo no quiero llegar a tal obsesión, no quiero llegar a ese sinvivir, a esa enfermedad. Ayer el Hobbit me invitaba a ir a Madrid, a dormir en su casa, totalmente en serio, pidiéndome que pensara una fecha y se la dijera para prepararlo.  Sin embargo, sé que no significa nada y yo ya no aguanto esta situación de "amistad especial" o lo que sea esta mierda. De hecho, no me extrañaría nada que invitase a la Gafapasta a venir conmigo.

Es muy patético porque me estoy deprimiendo por cosas que no han pasado y no sé si van a pasar, pero... Esto es lo que hay. Me quedaría en casa comiendo helado, pero ya me lo comí esta mañana y el 24 horas me queda un poco lejos, y hace frío. El Hobbit me ha dicho que si salgo le llame, que él tiene una cena, a la que, por cierto, ayer me invitaron 2 de sus amigos, insistiéndome varias veces, y a la que hubiera ido si él me lo hubiera pedido, cosa que no hizo. Y para que os hagáis una idea de mi tipo de pensamientos, son que, por ejemplo, a la Gafapasta sí se lo hubiera dicho y le habría insistido.

Vamos, que no estoy en condiciones de salir, ¿verdad? Más me valdría no hacerlo, porque lo que tengo que hacer es salir, pero corriendo, antes de que sea demasiado tarde.

Feliz puente para quiénes lo tengáis.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Repetimos.

Esta canción ya la he publicado, hace más de un año. Tendremos que poner reproductores por ahí alrededor, que llevamos en ello también más de un año. De todas formas, es un clásico de uno de mis grupos favoritos y la traducción está perfecta, así que...


Nota personal: Me encanta tanto esa mujer que yo creo que hasta me pone.

Hobbit behavoir

"Are you still pissed off??? I want to apologize for my saturday's behavoir, maybe i was a little bit rude". *

¿PERDONA? ¿MAYBE? ¿A LITTLE BIT? Y lo más importante... ¡eres tan jodidamente orgulloso que no eres capaz de pedirme perdón en castellano? ¡Esto es la puta versión de "A lo mejor me sobré algo" en inglés!

"Oh, I can't believe it, you are apologizing! Pero qué fuerte que no seas capaz ni de decirmelo en castellano, joder. Encima me tendré que conformar".
"Pero no fue solo culpa mía eh... xD"
"Fuiste un asqueroso. Me lo tomé peor porque había bebido, pero fuiste un puto asqueroso y eso es así".
"Oye! A que no te voy a por las pinturas? El miércoles voy."
"Pues no vayas, total, llevas yendo tres semanas y no terminas de ir".


Me voy al super a comprar sin previo aviso y le dejo chateando solo.

Lo siento, pero no lo suficiente como  para disculparme a la cara.

A la media hora o así regreso.
"Esta puta lavadora es un misterio, parece el enterprise". Es la frase que ha escrito justo después de irme y, como no le contesté, no llegó a poner nada más.

"No sé lo que es enterprise".
"Joder, la nave de star trek! Y luego tú vas de friki y de guay".
"Que te den".
"Jajajaja. Como Pé con lo de que le sonaba que había un tío en silla de ruedas en Lost jajaja, no te acuerdas?"
Ese desvarío es sin duda de los mejores que le oído a Pé últimamente.
"Ahora toca decir paridas para que me ría y se me pase el cabreo, ¿no?"
"Tampoco te columpies".
"Pero qué asqueroso eres..."
"xD"
"A mí no me hace ni puta gracia".
"Oye voy a irme a comprar al super que no tengo nada para cenar, vale?"
"Pues lárgate"


Esto fue ayer, poco después de escribir la entrada. Y hasta hoy. He coincido con él conectada más de dos horas. A ver, he dejado puesto todo adrede, yo realmente estaba leyendo un libro para un trabajo de clase y agobiándome porque no me da tiempo y sin el portátil en condiciones tardo el doble y eso que no tendría porqué. Os escribo desde un teclado de toda la vida conectado al portálil por usb, decidme si podría ser más aparatoso, porque el ratón tampoco me va (el pad, que se llama).

Lo de columpiarme me sentó realmente mal, me dolió tanto como su comportamiento del otro día, ¿pero qué vas a esperar de alguien tan ridículamente orgulloso que es incapaz de perdir perdón directamente y lo hace en inglés por el chat de la red social? Y con esos matices (maybe, a little bit, "no fue solo culpa mía"). Sin comentarios. Lo pasé absolutamente genial con él el fin de semana, antes de su repentino ataque de furia nocturno del sábado pero se está comportando como un imbécil. Y lo peor es que hace que yo también me comporte como una imbécil.

Y nada, era por contar el "desenlace" (¬¬) de lo del otro día, pero vamos, que estoy ya como que me da igual, no estoy triste y creo que ya ni decepcionada, es de esas veces en que, como le he comentado a Juno en otras ocasiones potencialmente decepcionantes, pienso algo como que no me sorprende y que tampoco me puedo esperar mucho más. Tampoco pensé que fuera a disculparse (ni de forma tan mierdosa siquiera), pero es tan hermético que con él es imposible saber lo que piensa o cuándo de verdad está mal por una situación. Luego viene y te dice que ha estado rayado y te cuenta lo que has estado poniendo en el muro toda la semana, te ha stalkeado hasta en redes sociales que no tiene cuenta... Aunque no es lo habitual. Lo habitual, como no, es que pase de todo.Y aunque no es propio de mí, ahora yo también siento que paso. A ver cuánto me dura.






*¿Sigues cabreada? Quería disculparme por mi comportamiento del sábado. Quizás fui un poquitín brusco."

lunes, 11 de marzo de 2013

Una mañana inesperadamente libre tirada a la basura, en la que debería haber estudiado o hecho algo de todo lo que tengo que hacer. Pero no. En su lugar, he estado escuchando canciones de distintos grupos que tengo entre mis favoritos, lamentándome a ratos por no haber expulsado a ese idiota de mi vida, a ratos escuchando canciones de odio, a ratos a la maldita Zahara a la que siempre odié sin razón racional (se parece a una chica que me cae fatal). Intenté ahogar mis penas en helado de stratiaccela mientras veía resúmenes del Gran Hermano (más patético imposible), pero salió igual que entró, al poco rato, con una facilidad pasmosa y con el desayuno tras de sí. Y fue increíble que cuando acabé me sentí tan aliviada como si hubiera vomitado también al Hobbit. 

Todo se vio magnificado por el alcohol, supongo, y quizás me tomé su feo como peor de lo que en realidad era, pero no puedo evitar que me duelan esas actitudes bipolares. Después de un fin de semana y una noche genial, estando hablando con Amy no sé a cuento de qué tuve la genial idea agarrar la cara del Hobbit como si de una abuela me tratase (ASÍ), a la ver que pronunciaba su nombre. Entonces saltaba como un resorte gritándome que qué coño hacía. Me dejaba en el sitio. Bueno, en realidad me desplacé hacia atrás, dándole a Amy en el codo con mi codo, lo cual hizo que parte de su cerveza se derramase sobre el Hobbit, que empezó a cagarse en el altísimo pero sobre todo, a mirarme aún con más odio del que lo había hecho antes. Con asco, me miraba con asco. Le pedí perdón por lo de la cerveza y le dije que no lo había hecho adrede. "¡SOLO FALTABA!", me gritó el imbécil, y volvió a mirarme como si fuera el ser más despreciable con el que se haya cruzado nunca. Le dije que su reacción estaba siendo desproporcionada pero siguió hablandome como si yo fuera lo puto peor sobre la faz de la tierra, así que le dije que no tenía porque aguantar más eso. "Empandillo, dame mis cosas", dije como si fuera yo la reina de Saba y nuestro amigo común mi criado. Cogió mis cosas del perchero y nos fuimos. Fue un visto y no visto. Miré atrás un par de veces como dije en la otra entrada, pero nada. No podría estar más decepcionada.

Al día siguiente, antes de comer, me escribía por el chat de una red social, pero lejos de disculparse me echaba en cara el haberme ido así, diciendo que mi reacción fue desproporcionada y no admitiendo en ningún momento que la que realmente fue un despropósito fue la suya. No sé si es tonto, si estaba demasiado borracho o qué... Me dijo frases como: "Claro, porque como te grité y casi te escupo". "A ver, Hobbit, claro que me gritaste y por un momento pensé que sí, que me ibas a escupir". Utiliza lo de escupir porque yo una vez lo hice, una vez le escupí, cuando después de darse el hostión con La Voz volvió a mí a decirme lo importante que era para él, etc., tras un email suyo más que hiriente que me partió en dos y del que todas sus disculpas al respecto fueron: "Oye... que igual en el ultimo mail me sobré algo". De todas formas esas actitudes hirientes habían quedado atrás, al menos hasta lo de las fotos que me armó hace poco, por lo que tampoco me llegó a pedir perdón porque decía que había sido un malentendido. ¿Por qué le cuesta tanto pedir perdón? ¿Es tan difícil decir: "Si he hecho algo que te haya podido molestar, lo siento"?

Él me desgració el abrigo morado, que está inservible por su culpa, mi abrigo favorito que no he vuelto a poderme poner. También me rompió una cámara de fotos de 300 euros, regalo de mi hermano. Recuerdo que Bob me dijo: "No se conforma con joderte la vida que también tiene que joderte cosas materiales". Por no hablar de que tiró al suelo mi corazón de cristal azul y lo pisó o rompió las alas de mi dragona de arcilla. Muy metafórico todo esto último, ¿verdad?

A mí la sensación que me da con lo que pasó es que llegó el típico momento de arrepentimiento, de "Qué coño estoy haciendo?" y se le cruzaron los cables. Y me duele, claro que me duele. Me duele primero por sentir lo que siento y luego por no ser capaz de alejarme, por seguir ahí una y otra vez... ¿quién da la oportunidad a quién? No reventé ningún momento, ni uno solo en toda la noche, en todo el fin de semana... Estaba saliendo todo tan bien... pero ni siquiera lo pensé. Si lo hubiera pensado fijo que me lo habría cargado yo antes, pero no, no lo pensé. Solo actué. Por primera vez en mucho tiempo. Había habido alguna cosa por la tarde que no me había gustado, pero decidí creer, decidí confíar, porque soy imbécil, porque siempre decido confiar cuando se trata de él, porque le veo incapaz de mentirme y creo que realmente es muy capaz. Su condescendencia conmigo es puro veneno.

Y aún así seguiré esperando un email que no llegará, unas disculpas que no llegarán, unos sentimientos que no llegarán...



Radio


Pues eso.

domingo, 10 de marzo de 2013

Me da vergüenza estar enamorada de un jodido ser como tú. Eres un maldito cobarde, un pusilánime. Aún no sé de dónde he sacado las fuerzas para salir con la cabeza tan alta de allí, tengo que agradecerle al Empanadillo su determinación y su apoyo, porque de estar yo sola no sé si lo hubiera conseguido.

Me daría vergüenza ser un puto ser tan rastrero como tú. No eres capaz de enfrentar las cosas, eres asexual, no tienes una mierda de empatía y lamento defenderte cada vez que alguien dice que no sientes. Mi mejor amigo tiene razón todas la veces que dice que pareces un jodido lagarto de V, esperando por algún tipo de misión extraña que no eres humano.

Egoísta de mierda. Eso es lo que eres. Eres un jodido egoísta que no es capaz de ver más allá de su puta nariz. Si no eres capaz de controlar lo que haces cuando bebes, no bebas. Que yo sepa el resto del fin de semana no hemos probado ni una jodida gota de alcohol. ¿Ahora te arrepientes? ¿Ahora huyes? ¿Ahora no puedo tocarte, de repente? Hace 20 minutos estábas tocándome el culo, cogiéndome en brazos y besándome el cuello. Y ni una hora más tarde me acerco a ti, te acaricio cariñosamente la cara y ¿tu reacción es mirarme con cara de absoluto desprecio y preguntarme que qué coño estoy haciendo? QUE TE JODAN. No tardé ni medio minuto en salir de allí. Todo ha pasado tan deprisa que aún no sé bien cómo ha pasado. "No he hecho nada para que me mires con esa puta cara de asco", he dicho. "Hasta aquí he llegado", y entonces el Empanadillo me ha dado mi abrigo y mi bufanda y nos hemos ido, como una reina con su criado, como Juana de Castilla con Don Álvaro. He mirado atrás un par de veces y no me seguías, y entonces me he puesto a llorar. Y Don Álvaro, que llevaba dos horas diciéndome que sobraba y que se iba a ir para casa, me ha consolado y me ha dicho que él esta noche te ha visto todo el tiempo encima de mí... Pero ya da igual, si luego en medio minuto lo jodes todo. Trágate tu puto orgullo, jodido Hobbit de mierda. ¿Crees que aspiras a algo mejor que yo? Tú cara cuando te he dicho lo de la escultura ha sido de incredulidad, y has dicho: "¿Pero de verdad esa gente va a poner una escultura tuya en el campus?". Que te jodan. Que te jodan, maldita sea. Sólo quería estar contigo, abrazarte, seguir como llevábamos todo el finde. Pero eres un puto mierdas que se asusta o no sé qué cojones le pasa. No puedes pasar conmigo todo el fin de semana, acompañarme al Corte Inglés a comprar el regalo de cumpleaños de mi madre, ect, y luego mirarme con esa cara de "no te toco ni con un palo".

Que te jodan porque esta vez no te voy a perdonar sin que me pidas perdón. Que te jodan porque ya estoy muy cansada. Y en el fondo me das pena. Me da pena que estés tan jodidamenta vacío por dentro, que puedas llegar a ser tan egoísta que para tí sea solo un bufón, un jodido objeto con el que llenar los huecos que tu mierda de existencia te deja, que tu falta de ambición, de vocación y de sentido de vivir te dejan. Que te jodan, vete con otra tía como La Voz, una buenorra que te coma la oreja, que mientras yo te llamo caracerdosa te llame guapo. Que cuando te acerques a ella te diga que tu fragancia le embriaga (menuda subnormal) en lugar de reventar el momento como yo diciéndote que hueles a chotuno. Que te folle siempre en la postura del misionero con su cuerpo perfecto.

Hoy es de esas noches en que pienso que sí, te partí el corazón, pero te lo merecías, por gilipollas. Porque eres un puto inmaduro, UN PAYASO.

sábado, 9 de marzo de 2013

Fotocopias

Hobbit: k pasa tronka
Niebla: Hola caraporcinosa
Niebla: qué tal el viaje?
Hobbit: bien
Hobbit: joder todas las pelis k stan exando en la tele las he visto ya
Hobbit: menudo coñazo de tarde
Niebla: pues yo te voy a dejar que tengo que ir a *nombre de fotocopiadora* a por unos apuntes y se me hace tarde ya.
Hobbit: aa pues si quieres quedamos, así te llevo los examenes

Se cierra firefox todo enterico.

Niebla: me he caido.
Hobbit: decia k si quedabamos
Hobbit: y te yevo los exams
Niebla: ya, como quedamos?
Hobbit: donde tu quieras a la hora que quieras.....
Niebla: yo me voy ya, son las 7 y media y cierran a las 8.
Hobbit: cierran a las 8 y media ansias
Niebla: no, cierran a las 8, ya me dijiste una vez que era a las 8 y media y me quedé sin fotocopias
Hobbit: ok pues a las 8 en *inserte aquí bar habitual de tomar cafés*?
Niebla: ok ahora nos vemos
Hobbit: ciaaaooooo

-conversación real copiada del historial-

Niebla va hacer las fotocopias de verdad. Lleva toda la semana comprobando que es cierto eso de que si le sonríes a la gente, ellos te sonríen. Entró en la fotocopiadora sonriendo cuando solo quedaban 5 minutos para cerrar, pero el hombre que de normal es un rancio le hizo las fotocopias, estuvo muy muy simpático y además le regaló un bolígrafo y un mechero. It's something.

Voy a dejar de hablar en tercera persona que parezco Aida Nízar.Salí de la fotocopiadora y llegué a las 20:01 a la puerta del bar (está en una perpendicular). El Hobbit no estaba allí. Siempre llega tarde, aunque las últimas veces ha sido estrictamente puntual, más que yo, así que guardaba esperanzas. Hacía frío así que, con un par, me metí en el bazar oriental de al lado del bar, sinla intención de comprar nada, solo a mirar estupideces. Salí a y 7 o así y seguía sin estar en la puerta. Así que entré al bar, porque ya me pasó una vez que quedé con él y lo encontré sentado en una mesa bebiendo cañas él solo. Pero vamos, que tampoco estaba dentro, así que me di media vuelta y cuando pasaba por delante de la barra, entró en el bar. Y nada, sonrió, as usual (lo siento, esto del inglés me está afectando). Le señalé el reloj, nos saludamos y fuimos a pedir. Le dije que como no llegaba me había metido en la tienda de los chinos. Noté como me hacía un examen con la mirada (llevaba el vestido que la zorra de la novia de mi mejor amigo me preguntó si era una camiseta o un vestido y que en realidad es un camisón que he tuneado), me repasó de arriba abajo y dijo:
-¿Pero donde has ido? ¿Cuánto tenías que fotocopiar para tardar tanto?
-A ver, que fui a hacer las fotocopias, vine y como no estabas me metí en los chinos.
Noté cómo volvía a mirarme de arriba a abajo.
-¿Y dónde están las fotocopias?
-Jajajaja, ¡en el bolso! ¿Las quieres ver?
-Sí.
-Oh, B mío, pues míralas.
Y saqué la carpeta del bolso y las fotocopias de la carpeta.
-Mira, son cuatro capítulos de un libro. ¡Qué fuere me parece que te tenga que enseñar las fotocopias!
-No, a ver, es que como no te veía carpeta ni nada... Y vine aquí y como no estabas pues me fui a la fotocopiadora y tampoco estabas... y te he visto venir de esa dirección.
-¡Te he dicho que he entrado en el bazar ese de chinos! ¡Pero qué fuerte! Yo no necesito inventarme excusas para tomar un café contigo.
Iré al infierno por mentir tanto.
-Ni yo -dijo como haciéndome burla.
-¿Y los exámenes? -lo miro de arriba a abajo ahora yo- ¿Me has traído los exámenes?
-Joder, se me ha olvidado...

Y luego, ciclos de jijijaja, cara de rancio, silencio incómodo roto por mí (ya no los permito, hablo aunque sea de la junta de las baldosas del suelo), otra vez jijijijajaja, otra vez que veo que nos vamos a quedar callados y vuelvo al ataque, cara de rancia, sentimiento de que no le cuento lo que me gustaría (no he nombrado la escultura ni una sola vez) y pa mi coche los dos.

viernes, 8 de marzo de 2013

Será tu voz...

Siempre me ha gustado mucho la canción "Moriría por vos", de Amaral, y especialmente su videoclip. Algo así me ha ocurrido ya alguna vez y me puede ocurrir hoy, pero cambiando el gato por un perro (mi perro) y la programación de su tele por el Salvame Deluxe, la teletienda o el pokerstar.

Ayer el Hobbit y yo nos envíamos 14 mails uno al otro (él desde el trabajo todos, así trabajaba, así, así), así que me va a sentar bastante mal cuando hoy no me llame para quedar después de haberme dicho por teléfono el otro día que el viernes me contaría tal o cual o me daría sus exámenes de inglés, etc. Ayer ni siquiera me dijo que venía, aunque lo doy por hecho. Si no viene ya entonces sí  que me va a sentar fatal.

Tengo pensada la ropa que me pondría y pensé en lavarme el pelo y planchármeloahora al mediodía, pero como no me va a llamar y mañana saldré con Pé y mi amiga de la infancia a tomar unas cañas, pues me espero por si acaso. Además, mañana, si está aquí, le veré casi seguro.

La verdad es que me muero de ganas... Y casi prefiero verle mañana por la noche porque el abrazo que le daría no daría cante ninguno en ese contexto, mientras que en medio de la calle a las 7 o las 8 de la tarde de hoy y en un estado de absoluta sobriedad, conociéndole, es posible que yo quedase como una retrasada mental. Imagino que llegará agotado del viaje y de la semana en general, se conectará a internet (en el mejor de los casos) y hablaremos (también en el mejor de los casos, porque yo no voy a hablar primero y este capaz de no hacerlo). Utilizaría la táctica del rodeo que él usa, diciéndole que tengo que ir a hacer unas fotocopias y recoger unos apuntes a la fotocopiadora donde dejan las cosas de la universidad, que está a unos 3 minutos o menos de su casa (es cierto pero no me corre demasiada prisa tampoco y se me acaba de ocurrir como escusa mientras lo escribía). La misma táctica me ha funcionado en varias ocasiones del pasado ya, aunque es tan obvio que es una excusa que una de las veces que supuestamente los dos íbamos a encuadernar algo, nos volvimos a las diez de la noche a casa sin haber encuadernado ninguno nada. Pero, eh, que no queríamos tomar un café juntos ni nada, sólo se dio la coincidencia de "tengo que ir a encuadernar un trabajo a la fotocopiadora al lado de tu casa" y "eh, pues yo también tengo que encuadernar unas cosas, podemos quedar y vamos juntos". Así somos este ser y yo. Supongo que cada vez entenderéis mejor nuestra incapacidad para decirnos las cosas claras.

Estas dos últimas noches he tenido sueños patéticos con él. Es cierto que ni en sueños mis sueños se cumplen, porque siempre desconfío o él me recuerda de algún modo que no somos nada. Si no lo hace y todo va bien entonces empiezo a sospechar que estoy soñando. En estos sueños estábamos en ambos tumbados abrazados, en uno en el parque que hay cerca de mi casa y en el otro en una tienda de campaña (estaríamos de vacaciones). Nuestros amigos alrededor comentaban que para no ser nada estabamos siempre más juntos de lo normal y que si el Hobbit no quería nada que más le valdría alejarse ya y dejar de joderme. Me acorde, en el sueño, de varios concursantes del Gran Hermano que andan con "juegos" similares. Ya hemos dicho muchas veces el Hobbit y yo, medio en coña medio en serio, que si esos desalmados de tele5 supieran nuestra historia iríamos de cabeza ambos a la casa. También que yo posiblemente acabase ganando gracias a él y que la Milá me amaría y a él le odiaría. Pero esto no es Gran Hermano, es la vida real, y nadie me va a dar 50 millones por aguantar y sufrir en silencio todo lo concerniente a nuestra no-relación.

Anoche le mandé un último email para comentarle algo del examen de inglés que ha cambiado (él lo suspendió y quiere volver a examinarse) y ni siquiera me ha contestado hoy, cuando sé bien que los viernes es cuando más tiempo libre tiene en el trabajo porque está en otro departamento y, de hecho, normalmente es el único día que escribe desde allí.

Me ha dicho varias veces que no piense nunca en la opción retorcida de su comportamiento, que siempre es la opción simple, aunque eso signifique que es tonto. "En serio, soy así de tonto", me dijo cuando le pregunté en navidad si de verdad no sabía que yo era su amigo invisible o estaba haciéndose el tonto para que yo no perdiese la ilusión. Pero luego... la realidad me ha ido demostrando que no, que aunque casi siempre es lo más simple, en las cuestiones importantes su pensamiento se aproxima más a lo rebuscado.

Veremos si me llama, si me habla, si quedamos... 

Feliz fin de semana y divertíos.



PD: Fijáos si tengo un problema de contención al escribir que soy incapaz de hacer los writtings de inglés sin pasarme de las palabras que me piden. Mal mal lo paso para reducir, eh. El colmo ya de mi charlatanería.

jueves, 7 de marzo de 2013

Bienvenidos a mi sitcom (parte II)

Vamos a seguir desde donde lo dejé en la otra entrada:

Escasos momentos después de leer el mail del Hobbit, me di cuenta de que el teclado del portátil había muerto. Una de los mayores placeres de esta vida es comer gusanitos rojos delante del ordenador, mientras lees blogs o haces exámenes de inglés (este estrés me está costando kilos, sí). Ese placer solo es superado por café, por supuesto también delante del ordenador. El caso es que el ordenador es blanco así que imaginad lo que pasa si le pones los dedazos mientras comes esas mierdas. Pues tuve la genial idea de limpiarlo, justo antes de irme a la exposición del buenorro. Ay, qué reluciente lo dejé. Le pasé unas toallicas húmedas pero como estaban resecas las remojé un poco, las escurrí y se las pasé. Pero cuando he llegado y lo he encendido para contestarle al Hobbit, descubrí que no iba el teclado y entré en pánico. Llamé a Pé enseguida y me dio instrucciones (que enchufara otro teclado que tuviera en casa, ect.) y al ver que el problema es solo del teclado me quedé ya más tranquila, parece que la placa base esté bien, dice que se mojaría la braubrau (yo qué sé qué coños dijo) y que esperase a mañana, que seguro que se secaba y funcionaba.

MI CARA

 Me ha dado por los memes hoy, ya véis. Total, le escribí al Hobbit y aunque le habría contado mi vida en verso (como a vosotros), logré escribir solo una frase: "Pues mira, me acabo de cargar el teclado también, y el trackpad, ya sabes que ordenador que cae en mis manos, ordenador que me cargo".

A la media hora me sonaba el teléfono. Era él.

MI JETO

Entonces empiezo diciéndole algo como: "Ay, que desastre soy, Steve Jobs podría haberse pagado todo el tratamiento oncológico solo con mis reparaciones". Y me dice: "¿Pero qué dices? Que por 70 euros tenemos la pieza, yo te la pongo, además el ordenador tira perfectamente sin ella, eso cuando puedas pagarla la pedimos, blablabla...". Y yo le interrumpo y le digo que si no ha leído mi mensaje. Y me dice "¡Pero si estoy sin internet desde el domingo! Me conecto momenticos al del vecino, pero se corta todo el rato, no va... No he leído nada, ¿me contestaste? Porque ya era hora, que has estado pasando de mi culo pero bien...".

MI CARICA

"¡Me has llamado por iniciativa propia! ¡Me amas! ¡Quieres que sea la madre de tus hijos! ¿Me dejáras ponerle al primero el nombre de B? Pero vamos a tener perro, que lo sepas". Todo esto obviamente lo pensé, no lo dije en alto. Bueno, vale, soy capaz de decirlo, pero no lo dije.

Hemos estado al teléfono algo más de media hora y solo hemos hablado del ordenador los primeros cinco minutos, luego nos hemos contado mierdas nuestras; él literalmente. Sí, hijas, sí, y por esto escribo la doble entrada eterna esta, porque hoy el Hobbit en su comportamiento extraño ha batido records (al menos escatológicos). Normalmente me quejo de que no me da conversación por teléfono, que parece que le cueste contarme cosas y eso. Hoy me escuchaba, se reía, hablaba, estábamos super a gusto... y entonces, no sé cómo ocurrió, empezó a contarme que ya no caga nunca antes de las siete de la tarde. Como lo leéis. Ya me había dicho hace tiempo (y hemos tenido pitorreo con eso) que normalmente lo hace 3 ó 4 veces al día... (venga, MI CARA). Pues hoy me ha empezado a contar que él normalmente deposita excrementos en el retrete después de cada comida pero que ahora ya hasta las siete de la tarde no lo hace porque en el baño del trabajo "no puede concentrarse" y se le ha acostumbrao el organismo. Dice que lo ha intentado varias veces (defecar en el curro) pero que no deja de entrar y salir gente de los servicios, que se ponen a hablar fuera, a lavarse los dientes y, claro, no puede centrarse y "no le sale". Y mi cara ahí ya... no hay meme que la pueda representar.

¿POR QUÉ ME ESTÁS CONTANDO ESTO? ¿POR QUÉ?

Creo que ya no hace falta que escriba nada más.

Bienvenidos a mi sitcom (parte I)

Y es que cuando M me dice que mi vida parece una serie de televisión tiene toda la razón. Tampoco sé si una sitcom, porque ha tenido muchos puntos dramáticos los últimos años, pero bueno, también Mujeres desesperadas los tenía. De hecho estos cabrones me han dicho mil veces que soy como Susan, cosa que no me acaba de molestar del todo porque yo amaba a esa mujer.

Al tema: al medio día escribí una entrada. Hasta la publiqué y todo pero luego me pareció que igual era una sobrada porque encima era muy larga (qué raro, como si esta no fuera a salir kilométrica) y la devolví a borradores. Ahora, antes de contaros absurdeces de mi día, os voy a pegar los últimos párrafos que escribí:

"¿Qué, flipando porque no he hablado del Hobbit hoy? Pues ya está, ya lo he hecho. Tengo que decir que el Hobbit (como ya he dicho en otras ocasiones) los únicos deportes que practica son el fapping y el sillón ball, aunque la naturaleza le ha dotado de unos genes que cualquiera pensaría que sale a correr y hace pesas cada día, es todo fibra el cabrón. La realidad es que le haces andar más de 30 minutos o subir una cuesta y se te ahoga (too many cigarrettes). Ni siquiera le gusta el fútbol, no creo que sea capaz de decir más de 3 ó 4 jugadores de un equipo, ni siquiera del Real Madrid o el Barcelona. Si lo pienso es que el Hobbit no muestra interés por nada en esta vida, porque pasa hasta de las cosas que tienen que ver con lo que teóricamente sería "lo suyo", lo que ha estudiado. La verdad es que es nulo con los instrumentos musicales, pasa de los deportes absolutamente, es un zote en la artes plásticas (o eso dice, yo lo que creo es que es un dejado que ni ha probado), no le gustan los animales (y yo los AMO), empezó los libros de "Juego de Tronos" y los dejó porque decía que el lenguaje era "muy denso"(pa'fliparla), escribe como un cani retrasado (como los de ginasia de hoy, que sé cómo lo hacer por los que tengo en las redes sociales) y ve el Sálvame. No sé cómo luego me extraña que Juno me diga que un tío tan rancio no me pega nada.

Hay que ver cómo me he enrollado. Pero ya, con esto y mi tercer café hoy, me voy a arreglar para ir a la inauguración de una exposición que promete muchísimo y que contará en tal evento con la presencia del profesor que más he amado nunca (me dio clase el año pasado). Es ese con el que soñaba que triscaba en su despacho, ¿os acordáis? Luego tomaré un algo con mi amiga Pé y me temo que con su amigo el flipado, el prepotente machista aquel, con cuya reflexión respecto a mí (confesada a mi amiga) os dejo para despedirme:

"Yo soy un caballero con las chicas, pero a tu amiga la empotraba hasta desfallecer"."



Qué cabrona sois alguna que acabo de ver que la entrada tiene una visita; alguien que está suscrito a las entradas, cosa que, de ser cierta, me halaga. Pero que sepáis que las suelo editar 2 ó 3 veces todas, porque soy una ansias para todo en la vida (ya lo deberíais saber) y rara vez leo nada antes de darle a publicar. Luego lo leo y corrijo erratas o añado o cambio frasecillas.

El caso es que fui a la exposición esa con el profesor (ex-profesor mío), ese que me pone burranca perdida. Al acabar la presentación pasamos a la sala de exposición, me hice unas foticos con él y con sus creaciones con la excusa de subirlas al blog (a este no, obviamente xD), y luego ME DIJO QUE SI QUERÍA IR A TOMAR UN CAFÉ CON ÉL. A ver, estábamos charlando allí y me dijo que si íbamos a la cafetería que hay al lado del campus. Así que whatsappeé a Pé y le dije que no podía ir con ella, que el buenorro este me había dicho si quería ir con él... Y así, no sé bien cómo, me pasé hablando con este hombre tres horas. Tengo que decir que el tío (al que ya investigué cuando me dio clase, faltaría más) es psicólogo especialista en sexualidad (si es que parece que me lo invento, como el ex de la bloggera Perfect Contradiction, por eso al Hobbit ni se lo voy a contar). Si ya tenía la impresión en clase de que cuando me miraba me leía mi sucia mente, imagináos hoy cómo estaba yo. Ah, me saca 7 años, que no es tanto, no os imaginéis un viejo porque no. Pero tampoco un tío bueno porque tampoco. Me da morbo (MUCHO) pero no es nada fuera de lo común físicamente hablando. Todo su encanto reside en su forma de ser, de vestir, de hablar...en lo que tiene que residir, vaya.

La verdad que no ha pasado nada extraño, esa es la verdad, y también tengo que decir que me consta que no soy la primera ni la quinta ex-alumna con la que se toma un café. Si a todas les dio matrícula de honor o con todas está hasta las 10 de la noche, eso ya no sé.

El caso es que llego a casa de subidón, miro el móvil y el jodido Hobbit me ha mandado un mail, a las 9, mientras yo estaba con el profe. No hablaba con el Hobbit desde el domingo, adrede. Sí, adrede, porque no había querido yo. El lunes no se conectó a internet en todo el día, y mi cabeza enferma pensó que a lo mejor había quedado con alguna becaria de su trabajo. No sé si estoy pirada de verdad o me digo cosas así pa'quitarmelo de la cabeza, qué más da. El caso es que ayer sí que coincidí en el chat con él, me habló y lo desactivé sin contestarle. Luego estuve escribiendo en los muros de amigos comunes, con lo que se daría cuenta de que seguía conectaba pero que había quitado el chat y le había ignorado vilmente. Hoy hice lo mismo al medio día (pero sin querer) y como este ser tiene un mecanismo machil a tope (más pasas, más te sigue), pues mira, por la noche me escribió un mail, para preguntarme qué había pasado con una avería que tuve en el portátil y que se me ofreció a arreglar gratis ahorrándome así unos 300 euros. Me escribió y me preguntó si había pensado qué hacer, que si pedía la pieza que hacía falta o qué. Muy hobbital él, eh, que el mensaje era tal que así (respetaré su "ortografía"):

"k a pasao con lo de la *inserte aquí palabro tecnológico en inglés*??? las pedido???"

MI CARA (haced click)

Pa haberse hecho un esguince en un dedo del esfuerzo, ¿a qué sí? ¬¬.

lunes, 4 de marzo de 2013

¿Querido? Hobbit:

No sé qué me pasa los últimos lunes que suelo empezar bien las semanas. Esta mañana me he acordado mucho de ti, si hubieras visto con qué pintas he ido a la universidad, creo que habrías deseado empotrarme en la pared de los baños. Si te digo la verdad, creo que inconscientemente lo he hecho porque iba a ver al jefe del departamento que lleva lo de la escultura para la facultad, lo que te mencioné el otro día, sí, a lo que no pusiste ni un puto mínimo de interés. Entiendo que tú seas anti-artístico o lo que sea eso, vamos, que seas un zote en todo lo relacionado con el tema, pero creo que podrías al menos fingir, a mí tampoco me hace especial ilusión que me hables de codificación de datos pero creo que muestro interés por lo que haces. De hecho me sentó bastante mal tu reacción cuando te conté lo del Duendecillo y la empresa de la ciudad de Juno. Perdóname por pensar que teniendo tu titulación te gustaría más trabajar en una empresa de desarrollo de software a 50 km de casa en lugar de estar de becario en una aseguradora de Madrid, por el mismo sueldo, al lado de casa pero trabajando mucho más. No te lo dije directamente, pero creo que me entendiste cuando te empecé a hablar de aspiraciones y de trabajar en lo que a uno le gusta o para lo que ha estudiado, aunque tenga que hacer un esfuerzo algo mayor. Pero, oye, que si tú prefieres estar a la hostia de kilómetros de casa en una empresa que no tiene nada que ver con lo tuyo pero que la mitad del tiempo que estás en la oficina te estás tocando el topacio, pues dichoso tú, porque yo me hundiría, ya lo sabes, por algo mandé a la mierda todo y me metí en estos berenjenales en los que ando. Además, me dirás que no sería poco curioso: el Duendecillo, el Cabrón anulador y tú, trabajando los tres en la misma oficina, jajaja. 

Si el Hobbit no consigue que me pegue
 un tiro, este libro lo hará por él.
Te interese o no, te diré que hoy he llevado algunos bocetos al -atractivo- profesor y le han encantado hasta el punto de que va a hacer un escrito para el rector a ver si nos sube el presupuesto para el material y poder hacer el que yo quiero hacer. Tengo esta semana para buscar presupuestos, dárselos y que pueda hacer la petición. Estoy muy emocionada, casi me pongo a saltar allí mismo, pero a ti te la suda, lo sé. Sé lo que vas a decirme (en caso de que te lo diga, que creo que ya ni me molestaré): "¿Pero te va a valer pa algo eso? Porque no te pagarán, ¿no? ¿Pero de qué es la escultura?". Y te diré que te pasé el escrito de la descripción inicial del proyecto y me dirás que no te lo leíste porque era mucho (era un folio de word) o que estabas en el trabajo o cualquier mierda. Me pagan en créditos y tú me dirás que para qué los quiero si ya tengo todo lo de libre elección a rebosar de la otra titulación que hice y que me dedique al inglés que es lo que tengo que hacer. Aún no sé cómo me has convencido para presentarme al upper, estoy volviéndome loca con tanto vocabulario, phrasal verbs y mierdas.

Quiero pensar que tu desinterés vino condicionado por mis reacciones criaturescas anteriores. Me lamento de reacciones similares en tiempos pasados y las repito, pero sé perfectamente por qué actúo así. ¿Sabes la verdad? No tengo pensado ir a ninguna parte el fin de semana que viene, ni a la ciudad de Juno ni a ningún sitio. Y cuando me dijiste que ibas a pasar de la cena de Marcos para venir y que fuéramos a la Feria, se me puso sonrisa de gilipollas. Pero en lugar de comunicarte mi alegría te dije que seguramente yo me pirase el fin de semana, así que en lo que a mí respectaba iba a ser igual si venías o no. Lo que no me esperaba es que me dijeras ese "Pues me voy contigo". Sinceramente, no creo que me vaya a ningún sitio. Estará por ver si tú finalmente vienes o no, y el interés que pones por verme, porque con tus 49383 rodeos para tomar un café, a lo mejor un año de estos hasta vamos otra vez. Si querías ir a la Feria el sábado, deberías haberlo dicho sin rodeos. ME HARTAS. Hasta el Elfo da menos rodeos que tú (bueno, no sé... sois tal para cual). Me acuerdo cuando al principio, cuando casi no había ocurrido nada, tú no te lanzabas nunca espontáneamente y un día te dije que si para que me dieras un beso por propia iniciativa tenía que echar una instancia o algo, que en ese caso me pasaras el formulario. Si es que mira que has sido rancio, Hobbit, aunque a partir de ese día te soltaste. Ahí fue cuando me dijiste lo de la contradicción en mí misma, esa fue tu respuesta a lo de la instancia, que te estaba confundiendo y que era una contradicción en mi misma. Lo mejor es que, como tú mismo me dijiste un día, tú crees que envías señales claras cuando no estás enviando nada. Y otras veces que cualquiera pensaría que eres un jodido semáforo, según tú no quieres dan a entender nada. Y así es cómo nos pasamos la vida, en un mundo en el que donde dices "¿Sabes si han puesto ya la Feria?" yo tengo que interpretar que quieres ir conmigo esa misma tarde y si te digo que me voy a comprar es para evitarte el trago de que lo propongas y te lo rechace, y entonces huyo y así todos contentos. Claro que sí, hombre, claro que sí.

¬¬

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domingo, 3 de marzo de 2013

Decepcióname otra vez.

Vale que cuando ayer me pidió que saliera hoy mi contestación fue "JAJAJAJAJAJA... NO", pero joder, ¡insiste! Siempre insiste o me escribe, o me llama, o lo que sea. Pero esta noche, no. Hoy hemos hablado dos veces, bien, normal, pero ya no me ha vuelto a decir que saliera. Ayer fui tajante con que no quería hacerlo, porque mi mejor opción era mi mejor amigo y no me apetece verle. Cuando le dije que no salía, el Hobbit soltó un "no me jodas, Niebla" y cosas similares y me dijo que ya hablaríamos hoy (se iba al concierto dichoso). Y sí, hemos hablado, pero no de eso. No ha vuelto a preguntarme, aunque sí me preguntó si estaba ya la feria puesta y le dije que no sabía y que me tenía que ir a comprar. Y le dejé ahí. Ya ni me ha llamado ni escrito ni nada. No creo que fuera a proponerme ir a la feria, ¿no? ¿O sí? Joder, estoy dudando, es bastante probable que fuera a desembocar en eso, porque siempre da 4954872 rodeos para pedirme aunque sea ir a tomar un café.

Bueno, da igual, voy a poner lo que tenía pensado poner. Y eso era que quizás me monto películas, pero sospecho que sabía que la gente con la que suelo salir no iba a hacerlo (quien no está de vacaciones está griposo o trabaja o tiene que estudiar), y no me iba a insistir no siendo que se lo dijera y, claro, tuviera que ofrecerme salir con él y sus amigos. Pues me ha dolido. Me ha dolido porque hace 2 semanas que no lo veo y ni me ha dicho de ir a tomar un café. Su único interés por mí en toda la semana ha sido escribirme el viernes e interrogarme sobre con quién había estado en la fiesta o qué había hecho. Yo ni he nombrado al Elfo, por cierto.

Joder, tengo puesta de fondo la peli de "La Juani" con su banda sonora depresiva y me están dado ganas de tirarme por el balcón. Iba a ser muy ridículo porque vivo en un primer piso que es como un bajo. Además caería en un contenedor.

Debería terminar de desengañarme de este ser. Pero es que es imposible de entender. La comunicación con él no ha cesado desde el viernes por la mañana hasta esta tarde y, sin embargo, ni una oferta de café, ni una invitación a unirme a ellos esta noche como otras veces, nada. Me ha servido para avanzar con el inglés, con una web y otras cosas (no hay mal que por bien no venga) pero ahora me hallo en un estado de desánimo considerable. Creo que la semana que viene no vendrá, Marcos me comentó que pensaba hacer una cena en su casa e imagino que él se quedará para asistir, sería lo más lógico. Así que pasará un mes, desde la última vez que nos vimos, cuando me colmó de falso cariño falsas promesas y contradicciones y entonces yo me cortocircuité, provocando su alejamiento y el incumplimiento de todas las cosas que me había dicho que haríamos.

Así que supongo que lo mejor es seguir intentando hacerme a la idea de que no, de que fuera, de que fus, fus, fuera, maldito ser, mientras leo whatsapp de mi ex-mejor amigo y su -supongo que falsa- preocupación por mí, preguntándome si me ha pasado algo con el Hobbit. El jueves le conté las mierdas de las últimas semanas y muy asqueada le dije que ya pasaba del tema, que estaba muy cansada. Y reconozco que me gustaría contarle todo (seguro que de la mitad no se acuerda con la torza que llevaba y escuchar su opinión, o sus chistes metiéndose con él, pero qué le vamos a hacer. Si es que encima él parece no darse cuenta de nada (mi amigo, digo), preguntando como un niño pequeño que si estoy enfadada, que si es con el Hobbit, etc. Esta noche más que nunca, soy Juan Palomo. Debería racionalizar y darme cuenta de que es lo mejor. El último cortocircuito sucedió en parte por un desplante sufrido por parte de este chico, que me dejó en una situación de bastante susceptibilidad emocional, por eso luego exploté con las contradicciones del maldito Hobbit. Así que seguramente hoy me esté ahorrando más disgustos de ese tipo y muy probablemente el pasotismo del Hobbit, o más contradicciones. Quizás me esté ahorrando otro cortocircuito. Quizás me esté ahorrando las lágrimas por la acera de los porqués. Y quizás me acueste mal de todas formas, pero al menos no me despertaré hecha polvo, como sería el caso, incapaz de salir de la cama antes de las tres de la tarde. Sí, en el fondo si lo pienso, casi seguro que solo estoy ganando.

viernes, 1 de marzo de 2013

Las traiciones no vienen de tus enemigos.

He llorado como si tuviera siete años, he paseado por la casa como alma en pena con un pañuelo de papel de la mano mientras esperaba a que subiera el café.

Mientras yo escribía la entrada anterior esta mañana, el Hobbit se dignaba a escribirme un email. Ni siquiera era la contestación al mío. Pero no lo vi antes de ir a clase y en clase no miré el teléfono porque creía que no lo llevaba encima.

De camino a la universidad escuchando el cd maravilloso que me regaló M el día que fui con él a la playa y nos despedimos, justo una semana antes de mi inmolación en la fiesta del año pasado, mi cabeza continuaba haciendo puzzles con las conversaciones de ayer. Entonces, de repente... ZAS. El amigo común del Hobbit y mío no había dicho que lo de la amiga de Amy fuera el pasado fin de semana, sino otro, que no lograba recordar. Tengo confianza con él y pensé que no pasaría nada si le preguntaba, así que llegué a casa y me conecté a una red social maldita y le escribí un mensaje. Antes de que fuera contestado, abrí el correo y ahí estaba, el correo del Hobbit. Preguntaba que qué tal en la fiesta, que le contara con quién había estado, que había visto fotos de mi mejor (sic) amigo y yo no salía (no sé qué fotos ha visto este porque salimos juntos en casi todas las que yo he visto). También decía que venía hoy pero que al final iría al concierto de esta noche porque mi mejor (sic) amigo le había escrito para decirle que tenía una entrada y también iban Amy y otra chica amiga de ésta (diferente a la del finde aquel, eh), así que finalmente iba a ir (el martes me dijo que no iría).

Todo me pareció algo confuso y pensé que de no preguntarme si quería ir yo, sería que la entrada era regalada. Así que contesté instantaneamente para preguntarlo. Antes de que el Hobbit contestara, me topé en otra red social con comentarios públicos de Amy a mi mejor (sic) amigo dándole las gracias por darle entradas para ella y su amiga.

Creo que eso es tuyo...
Mi mejor (sic) amigo y yo hemos estado distanciados las últimas semanas, pues su novia es una jodida arpía (lo siento, pero es la realidad) y ha llegado un momento en que ya casi ni nos vemos y se ha sentido ofendido por cosas que no han ocurrido, con unos cambios de humor super bruscos, de los que estoy convencida que es responsable ella. El viernes pasado me escribió disgustado por la situación y ayer estuvimos hablándolo con el puntillo, que es como mejor se hablan estas cosas porque se exaltan los sentimientos de amistad. Después de hablarlo y abrazarnos, le dije que ya me había dicho el Hobbit que le había tocado una entrada para el concierto. Él me dijo que sí, y que iban a ir también Amy y la amiga. Sin más. Es probable que yo dijera que me gusta el grupo pero no puedo permitirme pagar ese dineral de entrada porque estoy intentando ahorrar ya que me estoy quedando pobre del todo. 

Cuando he leído los comentarios entre él y Amy me ha dado un vuelco el corazón, mucho peor que con cualquier mierda del Hobbit. De hecho volví a escribirle al Hobbit, diciéndole que había leído eso y que estaba alucinando, después de la conversación de ayer. El Hobbit contestó instantaneamente, diciéndome primero que le contase cosas de la fiesta y que no le esquivase el tema y segundo, confirmando mis sospechas. A mi amigo y su novia (que odia el grupo porque odia el rock y dice que la música es para bailar y no para amargarse ¬¬) le habían tocado 4 entradas en el sorteo. Una se la quedaba él, obviamente, y las otras se las había ofrecido al Hobbit, Amy y la otra chica. Primero me bloqueé y cuando salí de mi asombro, me puse a llorar. También me puso el Hobbit que si quería ir, me cedía su entrada, que a él le daba igual, o pagábamos una a medias por ir los dos.

No he podido enfadarme con el Hobbit ni echarle en cara su comportamiento de las últimas semanas, y menos cuando me está ofreciendo sinceramente su media entrada (volvió a escribirme hace un rato, otra vez desde el trabajo, insistiendo en que lo decía en serio y que iba a comprarla por internet para no pagar el precio de taquilla). Quizás os parezca una situación más propia de adolescentes, pero yo me he sentido herida y traicionada. Ese chico fue mi primer chico, en la adolescencia. No puedo recordar desde cuando le conozco porque ya íbamos juntos a la guardería, tocamos juntos en el grupo (alguna versión del grupo que toca hoy entre otras) y vivimos juntos durante tres años. Ha pasado por uan enfermedad parecida a la mía y siempre hemos estado ahí, el uno para el otro. En el caso contrario, yo le habría dado la entrada a él antes que a nadie, antes incluso que al Hobbit, sin planteármelo siquiera. 

El concierto no me importa, es la típica situación de que si fuera gratis o barato iría, pero que si no voy me da igual absolutamente. No es eso. Tampoco es sólo el hecho. Es todo: el hecho, las palabras -falsas-de ayer, todo el cúmulo de situaciones... Es algo que no me habría esperado, que si me lo hubieran sugerido, habría puesto la mano en el fuego sin pensar en ningún momento que se me iba a carbonizar como ahora lo está haciendo. 

¿Qué espera que haga yo ahora? ¿De verdad quiere que salga con él y la zorra de su novia mañana a tomar unas cervezas como me pidió ayer? Porque va a ir su puta madre. ¿Cómo ha podido tener la vergüenza de escribirme los emails que me ha escrito, de hacerse el afectado y el dolido por toda la situación? ¿Cómo es posible que sienta que no conozco a una de las personas que sentía que mejor conocía y me conocía? ¿Cómo puede ser alguien a quien quieres tanto tan falso contigo? ¿Cómo pudo tener ayer la vergüenza de venirme con el rollo que me vino? ¿Qué coño le pasa a la gente? ¿Qué mierda de conceptos de amor y amistad tiene todo el mundo? ¿Qué tengo que hacer yo? ¿Salir con la jodida careta de la falsedad también? Maldita sea, que les jodan a todos.


Marchando una de obsesivo-compulsión.

Hola, soy la enzima alcohol desidrogenas de Niebla y yo también estoy cansada.

Dejándonos de bobadas, tengo una ligera resaquilla. Cambié la clase con los canis antimusicales pero a las 11 tengo clase yo, y de matemáticas ni más ni menos. En fin.

Anoche mi cerebro comenzó a trollearme hasta llegar a un punto en el que casi no podía dormir. En su ejercicio de análisis diario (lo hace él solo sin que yo le diga nada, no puedo evitarlo), se quedó atascado. Después de haber estado las últimas horas comentándole a mi amiga de la infancia la extraña desparición del Hobbit tras el sábado pasado, mi cerebro, muy agudo él demasiado tarde, encontró qué podría estar provocando esa situación. Comenzó a lanzarme recuerdos de la tarde de una conversación con uno de nuestros amigos comunes con los que estuvo el sábado el Hobbit. La conversación no trascendió en mi mente hasta pasada la media noche, no me imagino porqué. Supongo que mi cerebro estaba ocupado esquivando la llegada de tanto alcohol, y solo veía lo que quería ver para evitar trascendencia en mis interacciones con el Elfo.

Este amigo y yo hablábamos de lo poco sexual que es el Hobbit, de que aún hay gente que pregunta si es gay por cómo se aleja a veces de las chicas (o no se acerca), de su contención sexual en general. Entonces mi amigo dijo algo como que el Hobbit últimamente partía la pana (ya lo sé yo, ya he dicho cien veces que está más guapo, a última ayer aquí abajo), dijo algo así como que si quisiera podría estar con una tía cada fin de semana (algo megaexagerado por otra parte; una cosa es una cosa y eso es otra: NO). Mi amigo entonces me puso de ejemplo el sábado pasado, cuando yo no salí y una amiga de Amy (que no acabo de saber quién es por más que le doy vueltas), iba descaradamente detrás, o mandaba bastantes señales o no sé. Entonces el "amigo" común este le dijo varias veces al Hobbit que si quería que se iba a casa, que si sobraba que se piraba (gracias, tú eres un gran amigo, del Hobbit, claro ¬¬). El Hobbit dijo que no. Sobreentiendo que estaban los tres solos, o no sé. Ya hablaré con Amy. El caso es que el amigo este dice que al final, cuando ya iban para el centro (no sé si a casa o a uno de los bares que cierran más tarde) le dio "cosa" (eso dijo, sí) y los dejó a mitad de camino. Que ya no sabe más."Bah, no ha hecho nada", fue mi decisiva opinión al respecto. Me quedé tan pancha y no volví a pensar en ello hasta que me estuve metida en la cama. Ni siquiera pregunté por la apariencia de la chica; pregunté si era una determinada chica que conozco y no lo era, y ya no pregunté más, ni lo pensé siquiera.

Eso lo explicaría todo.
Por eso ha desaparecido, si tú te hubieras liado con un tío harías lo mismo. No te ha escrito ni te ha abierto conversación por las redes sociales, ni te ha llamado. Y SIEMPRE lo hace.
Eres imbécil, tú pensando en él en la fiesta, echándole de menos.
Te la ha metido doblada.
¿No te dijo que iba ser un finde especial? PUES TOMA.

Eso son los dardos que mi subconsciente me lanza. De forma errónea, yo pretendo defenderme de ellos diciendo que, aunque se hubieran gustado, sin ella no se le lanzó allí no pasó nada, y que no creo que se le lanzase, porque ya a última hora no procede, si no lo hizo en los bares. Y eso son ya muchas suposiciones, porque seguro que a él ni le gustaba. ¿O sí? Porque claro, a saberse cómo estaban en los bares, si estaba mi otro amigo solo no sería plan. Y vuelta a empezar. Porque es cierto que eso explicaría muchas cosas, las piezas de la contradicción eterna empezarían a encajar como un jodido rompecabezas para niños de 3 años.

Entonces lo he decidido, ya que últimamente hago lo que me sale de ahí abajo porque es hasta donde estoy ya. Si hoy no me hablar le volveré a hablar yo: "Oye, ¿te pasa algo conmigo?". Para luego preguntarle directamente que qué pasó el sábado. Pero no soy tan imbécil, sé cómo hacerlo, por donde llevar la conversación y como. No soy tan absurda de preguntarle directamente si se lió con alguien o qué. El tema es que él tampoco es idiota, y va a saber esquivarme a la perfección si lo desea. Sería mucho mejor en persona, cuando miente mira al suelo. No podría ser más fácil.

Y con esto me voy a hacer operaciones sin fin, con mi parte racional intentando disuadir al resto, diciéndo que no tengo que preocuparme por eso, pero porque debe darme igual lo que suceda, porque yo tengo que cerrar la puerta. Pero madre mía, en qué sinvivir me he visto de repente.

Crónica de una fiesta -demasiado- anunciada. (Modo testamento on)

No me siento demasiado bien. Mal tampoco. No sé cómo me siento. 

Ya le podemos quitar la presunción al Elfo. Aunque hoy le he visto menos guapo que la última vez, con cacho, pero supongo que soy yo.

Fui a la fiesta dichosa, aunque como veis ya he regresado. Volví a aquel recinto por primera vez desde el año pasado en esta fecha, aquel día que puedo calificar como uno de los peores de mi vida -y he vivido cosas muy jodidas, creedme-. Cuando puse los pies allí dentro y vislumbré todo el panorama se me echó encima la vida. P estaba a mi lado y me preguntó que qué me pasaba. Al contestarle que nada lo supo.

Frodo y Légolas (hobbit y elfo), de ESDLA.
No había terminado la segunda cerveza y ya le estaba echando de menos. No estoy acostumbrada a salir de fiesta sin él. Hablo del Hobbit, claro. Era un sentimiento realmente muy raro, porque si estuviera me sentiría fatal, pero no estando le echaba de menos. Además, no había contestado al email que le envié ayer por la mañana, ni se había conectado a ninguna red social. Más tarde mi mejor amigo y amigo común de ambos me diría que ayer el Hobbit había quedado con Marcos, había perdido el último tren para volver y se había tenido que queda en su casa. De todas formas, creo que podría haberme escrito hoy, que ha tenido toda la tarde y sí ha estado en las redes sociales. Pero yo qué sé, sabía que yo estaba con el Elfo y... no sé. Tampoco le quiero justificar, me tiene realmente decepcionada con su comportamiento de las dos últimas semanas, un tira y afloja extremo y es que, como le decía ahora a mi mejor amiga, estos chicos que se comportan raro provocan con su comportamiento que tú también te comportes raro, que midas tus palabras, que aparezcas y desaparezcas como el Guadiana, que seas una contradicción en ti misma (estoy cansina últimamente con esta frase, sí).

El Hobbit en el futuro, confuso ante las contradicciones en sí mismas de la vida cotidiana.
Estaba avisando a P de que estaba a una cerveza de empezar a verbalizar lo que estaba echando de menos al Hobbit cuando llegó el Elfo. Y no le salió un aura por detrás ni nada. Lo vi FEO, claro que es normal con el tipo de pensamientos que estaba teniendo. Es posible que se me hubiera puesto delante Edward Norton y tampoco lo hubiera visto guapo (ni de coña, jaja). 

Yo no he estado nada receptiva y he de decir que lo siento por el chico, que estuvo separado casi toda la tarde de su grupo de amigos para estar conmigo. Su compañía era agradable, no es de esos tíos que te meten fichas ni nada. De hecho, no avanza, me recuerda muchísimo al Hobbit al principio, y por eso también siento cierto rechazo, porque ya tengo suficiente con un Hobbit, no quiero más tíos así, que no arrancan, que buscan a su princesa de cuento (y por lo tanto luego se desencantan), que se creen que están mandando señales como un faro cuando en realidad no. Llegué a decirle a P que el Hobbit al principio me hablaba más que él, se acercaba a mí todo el tiempo buscando cualquier tipo de conversación. El Elfo es un quiero y no puedo. Y, sinceramente, que yo intimide a un chico así (guapo, inteligente, etc.) no me parece del todo normal. Supongo que es inseguro, aunque eso tampoco es un defecto si soy yo quién juzga, pero yo qué sé. En fin, demasiado parecido al Hobbit, de verdad, para bien o para mal. 

A las 7 empecé a decir que quería irme. Entonces como que reaccionó, a su forma criaturesca, y empezó a interaccionar más. P dijo que lo estaba viendo muy lanzado para lo que es. ¿Perdona? Joder, no tengo 15 años, ni 20 tampoco, que estoy ya más cerca de los 30. Comenzó a jugar, bajándome el gorro hasta taparme los ojos (mi gorro morado, el gorro que tanta gracia le hace al hobbit y que tanto le gusta) y luego intentó algún acercamiento super extraño cogiéndome las manos o haciéndome cosquillas. Se le veía sobreactuado, se le veía que no sabía qué hacer. Lo de gorro fue lo primero que hizo y no pasaba de ese punto. Quizás me lo hizo ocho veces, sin exagerar, quizás más. El Hobbit también me lo hacía y de hecho me lo hace ahora. Es muy de tocarme los accesorios del pelo, la coleta, moño o lo que sea. Y con el Elfo, aunque la primera vez me agradó la gracia pese a recordarme al otro, luego comenzó a resultarme molesto por repetitivo, pero cuando empezó a haber contacto físico ya me sentí algo mejor, quería que me tocara, joder, que hiciera algo. Pero era demasiado tarde. Aquello era raro, yo me sentía rara, y tampoco ayudaba que mi mejor amigo me dijera cada poco "No te lo folles" o si lo veía agarrarme "qué fuerte me parece que te vayas a follar a ese". En mi cabeza también podía escuchar a Juno (que para máxima confusión mía lleva una semana defendiendo y justificando los comportamientos hobbitescos del Hobbit) diciéndome que si hacía algo con este tío la iba a cagar pero bien con el Hobbit. Supongo que el freno final lo puso mi mejor amiga de la infancia, cuando me dijo: "¿Pero a ti te gusta? Y no te pregunto si te parece guapo o majo, te pregunto si te gusta". Obviamente no supe contestar y no creo que eso sea bueno.

Todas las veces que fui al baño activé el jodido tráfico de datos en el móvil para mirar el email y la red social esperando alguna señal del Hobbit que nunca llegaría. Dejé de beber en buen momento, pues pincharon "Talk tonigh" de Oasis y, aunque deseé que las pistolas de mis amigas policías polis fueran de verdad para acabar con todo en aquel lugar maldito, conseguí que no me afectara hasta el punto de llorar. Sentí muchas ganas, sí, tantas que decidí que esa era la última cerveza, porque si pinchaban Creep de Radiohead, Wonderwall o alguna parecida y el Elfo me volvía a bajar el gorro, quizás me pusiera a llorar creando una situación de máximo surrealismo y confusión.

Salí de allí pronto, con mi amiga de la infancia y P, mientras el Elfo me decía que saliera por la noche a tomar algo. Yo le dije que se viniera a cenar con nosotras, pero lo cierto es que sonó más a típico bienquedismo que a verdadera invitación, y no sé lo que era, porque ni yo sabía lo que quería. Nos habríamos alejado unos 100 o 200 metros del recinto y ya sonó el whatsapp de P, que me puso el teléfono en la cara:

Soy un maldito gayer, me he quedado con ganas de decirle tantas cosas y de hacer tantas cosas... pero es que cuando la tengo delante no sé que me pasa que me pongo nervioso. Me siento un gilipollas.

Sonreí con penica. En lugar de agobiarme, como habría sido propio de mí, me enterneció. Pero tampoco creo que ese chico se merezca que yo esté ahí con mi receptividad nula, pensando en el Hobbit, sin ponérselo nada fácil a él, mientras él está ahí nervisoso, sin saber qué decirme o qué hacer para agradarme, cuando podría tener a casi cualquiera de alrededor. No es justo, no, el mundo no lo es.

Mientras cenábamos, llamó a P. Intentaba como fuera tener otra oportunidad en la que demostrarme que no era un gayer retrasado. Yo me quería ir a casa, hacía muchísimo frío, nevó incluso, y yo mañana a las 9 me veo las caras con esos demonios arrítimicos que parecen recién salidos de hermano mayor y que son incapaces de llevar un compás 4/4 con la mano sin perderse. Volvió a llamar cuando ya estábamos camino de casa, que aunque fuese fuéramos a tomar algo, hasta las 11 o las 12. Pero no. No sé si he hecho bien o mal, pero estaba desmotivada. De hecho lo estoy tanto que estoy por llamar a los monstruos esos y decirles que si quieren podemos cambiar la hora de mañana a otro día. Ellos también estaban en la fiesta y supongo que ahora estarán de bares. Si son arrítmicos sobrios y despejados no me imagino lo que pueden ser con resaca o de empalmada.

P dice que el Elfo me ha idealizado, y eso parece. Cuando me lo dijo al principio de la tarde, me sorprendió, pero luego he visto que algo de eso hay. Así son las atracciones a veces. Quizás con el comportamiento de hoy solo he conseguido que se sienta más fatalmente atraído. No es capaz de ver que debajo de este yo idealizado que ha creado hay una tía que no es ni de lejos lo segura que parece, que es emocionalmente inestable y contradictoria y que, además, hoy llevaba unas bragas de algodón que le llegaban al sobaco. Y si me las quitara, además, vería que no soy la buenorra que se espera, tengo una cicatriz de más de 20 cm en la cadera, unas teticas bien escasas y celulitis. Que no soy ideal, y si no que se lo pregunte al Hobbit, que fueron compañeros de clase. Él también me había idealizado hasta puntos insospechados, me tenía por un ser tan jodidamente perfecto que lo raro habría sido que no se desencantara cuando me fue conociendo de verdad.

Y hablando de él, mañana viene. O eso dijo. No le perdono que no me haya contestado al email. Y sé lo que me va a decir: me contará la historia del tren y dirá que hoy sabía que era la fiesta y no lo iba a leer y mañana ya va a estar aquí así que para qué contestar ya. Yo, como una subnormal, sigo actualizando el email y la red social. No sé si quiero o no quiero verlo. A ratos me muero de ganas, luego pienso en su no-email y en todas las contradicciones en las que ha caído en estas dos últimas semanas y no quiero tenerlo delante por nada del mundo. 



Y nada, esto ha sido la fiesta, ¿veis? Tanta expectación para nada.



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Releo y, al ver la foto de Frodo y Légolas, quiero añadir esta nota que hará a Juno revolverse incluso en sueños, que haría que ella y P me gritaran a la cara que si he perdido el juicio. Y lo que quiero decir es que, será porque le quiero como una payasa, pero EL HOBBIT ME PARECE MÁS GUAPO QUE EL ELFO.
Sí, Juno, he dicho GUAPO. GUAPO, GUAPO, GUAPO. Para mí lo es. Y ya.