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viernes, 1 de agosto de 2014

Fantasmas.

Ya que desgrané un poco el contexto en la entrada anterior, he pensado que sería mejor empezar una nueva para hablar de cosas menos... reales. O sea, no tanto de hechos sino de cómo me siento yo.

No me siento bien. Como dije al final de la otra entrada, estos días he sentido muchas ganas de estar en casa, en mi casa de España. Pero es un sentimiento absurdo y contradictorio. He sentido ganas de estar en mi casa, con mi madre y con mi perra, pero es algo que no sucedería tal cual, porque, ¿qué haría yo en España? Mi hermano me hizo pensar sobre esto, aunque él refería a otras cosas. Cuando le dije que estaba un poco de bajón me dijo: ¿Y crees que estarías mejor en España?

Mi casa es una locura, con mi abuela con alzehimer, una abuela que nunca ha sido buena conmigo y a la que, sin embargo tengo que cuidar. Y que, además, cuando tiene momentos de lucidez, sigue siendo igual de puta conmigo como lo ha sido toda la vida. Mi madre se pone insoportable también y la casa es una locura insostenible. Estaría tratando de evitar al Hobbit que ha estado de vacaciones, aunque creo que se fue a su pueblo y pasó de todo el mundo en el mío, así que también habría pasado de mí y yo estaría dándole vueltas a eso. También estaría inventando una excusa tras otra para no ir con Pé a la piscina, porque no me gusta la piscina y porque me daría vergüenza ponerme en bikini a su lado.

Joder, qué basura de entrada.

En fin, sigamos. Que vale, no estaría haciendo nada en verano. Y además me sentiría culpable por no aceptar el trabajo que me ofrecieron en CiudadJuno en el hospital, pero es que no podría ir ahí a trabajar; ya estuve en esa planta y, como otras compañeras, al final de día solo tienes ganas de llorar, y no por lo que ves, sino porque hay ciertas personas que se dedican a hacer acoso laboral. Eso sí, tendría dinero. Porque voy camino de los 30 y aquí estoy, llevando una vida que llevaría una de 20.

Eso es otro tema. Esta posición de "infiltrada" en una familia me ha hecho ver todas las ventajas e inconvenientes de tal cosa. Y me ha hecho pensar que no quiero una familia, que no quiero esto. Es decir, antes ya lo pensaba más o menos... creo. Bueno, no sé. Pero ahora lo pienso. De verdad, es algo que me da pánico. Yo no quiero esto. Pero entonces, ¿qué quiero?

Es como si todo me desencantara, siento ese sentimiento distímico de nuevo, eso que en medicina se define como "sensación prolongada de desencanto con la vida".

No sé, es todo muy raro. A ratos pienso que necesito abrazar a alguien y... agh. Los niños me abrazan, pero no es igual. No he salido mucho de fiesta, solo a conciertos y así, a tomar unas birras, y siempre con otras chicas, sin oportunidad de conocer chicos o de fiesta desmadrada, pero es que eso tampoco me apetece.

La conclusión es que no sé ni cómo sentirme ahora mismo. A ratos me siento bien, a ratos solo pienso en que quiero que pase el tiempo e irme (porque irme ahora sería aún peor), a ratos creo que solo estoy viendo la vida pasar... Y otros ratos, como esta mañana en la cama antes de abrir los ojos, "a destiempo, van viniendo tus fantasmas a escupirme tus recuerdos". Sí, esta mañana antes de abrir los ojos estaba pensando en la familia en la que estoy y esto de los hijos. Y estos fueron más o menos los pensamientos que se me sucedieron en centésimas de segundo:
"Esta familia busca ahora una casa para comprar y vivir."
"Quizás deberían haber hecho eso antes de ponerse a tener hijos"
"Yo creo que la gente lo hace antes... como fulanito y menganita o braulio y faustina"
"La hermana de Gunter y el colgado de su novio también han comprado un piso ahora. Oh, dios, espero que no se pongan a tener hijos, ¿se pondrán a tener hijos? Todavía me acuerdo de cuando ella estaba colgada por el guardia civil aquel y me contaba sus mierdas y yo las del Hobbit. Luego ella se enamoró del colgado este..."
"Me acuerdo de la primera vez que vino con el colgado y estaban super moñas...
Y entonces llegó el Hobbit al bar, me puso su brazo por encima de los hombros y me dijo con una sonrisa amarga: "Qué encoñados están... qué envidia", como insinuando que querría que nosotros estuviésemos así... porque esos días nosotros estábamos también muy moñas, pero como siempre, él era un ambiguo". Entonces sentí la puta cuchara en el pecho y decidí abrir los ojos y levantarme. Y me acordé de la canción de La Fuga. Porque ese recuerdo vino totalmente a destiempo. Y aquí estoy ahora. Creo que todo estas mierdas, estas entradas basura, han sido propiciadas por ese recuerdo a destiempo, ese fantasma en mi cabeza con el poder de ser capaz de poner mi día patas arriba con solo 5 segundos de aparición.



Se que no se acuerda de mí, y sí, ni le extraño ni le siento, pero me jode, me jode que yo sienta esta canción, que yo aún sienta dolor al recuperar ciertos recuerdos, que sienta ganas de llorar al escribir esto. Me jode que me equivocase tanto. Haber puesto tantas expectativas sobre él. Pensar, saber, que no se acuerda de mí. Y eso ya lo he dicho. Así que será mejor que lo deje antes de repetirme más.

Introducción a mi tristeza. O lo que sea que siento.

Quizás debería estar estudiando inglés, aprovechando estas horas libres y solitarias que tengo, y puesto que tengo clase a las 2, pero hoy no tengo ganas.

Lo cierto es que llevo unos días (semana y pico, diría yo) desganada, desmotivada. Como siempre trato de analizarlo todo y buscar explicación, he intentado determinar si es mi culpa o es por circunstancias externas. Al final creo que es un poco de todo pero, especialmente, que se están sucediendo -o mejor dicho, están a punto de sucederse- una serie de hechos con los que no contaba o que no son la normalidad. Esta noche llega una familia, amigos de la mía, a pasar aquí una semana de vacaciones, con sus tres hijos. Seis niños en la casa. Pensaba que tendría vacaciones, aunque fueran no-pagadas, pero no. Al parecer cuentan conmigo para que me quede con parte de los críos a ratos o incluso con los 6 alguna noche cuando los padres van a cenar... Empezaron diciendo que serían un par de horas por la mañana y otro par por la tarde de martes a jueves pero luego comenzaron divagar y a hablar de "lunes" así que espero que de verdad sea eso: como mucho un par de horas por la mañana y otro por la tarde. Cuando trabajo paso 10-12 horas con los míos, pero son los míos y es el trabajo que acepté. No sé en qué puta cabeza entra meter a 6 niños y sus padres (y la niñera, o sea, yo) en una casa de 4 habitaciones una semana entera.

Perdonad por contaros estas cosas tan mundanas pero necesito desahogarme...

La semana después a eso va a ser más o menos normal. Los dos niños mayores -"mayores", tienen 4 y 5 años- van a ir a clases de natación una hora al día, y ese rato me quedo solo con el peque. La siguiente semana tienen un campamento urbano hasta las 3 de la tarde, así que estaré bastante desahogada solo con el niño de 2 años. La semana después de esa empiezan en colegio, así que más de lo mismo, aunque salen a la 1, debe de ser el colegio que acaba antes de todo el pueblo, ya que lo normal es que salgan a las 3.

Y hasta ahí todo sería genial, porque luego me quedarían aquí unas 4 semanas en las que el trabajo sería coser y cantar. Peeeeero, la madre está preñada. Al día siguiente de empezar los niños el colegio, la madre coge el permiso por maternida y una semana después tiene programada la cesárea. No sé muy bien lo que esperan de mí entonces, igual que no sé muy bien lo que esperan de mí esta semana. Y a mí la incertidumbre no me gusta NADA, así que mi reacción natural es pensar que me quiero ir a casa.