-->

viernes, 11 de marzo de 2011

No te quiero.


No te quiero.

No te quería. Pero no me hubiera importado quererte. Iba a quererte. Tú lo sabías. Por eso me frenaste, porque se veía venir, veías que iba a quererte, y tú no querías quererme a mí. No quieres quererme, ni me quieres como yo a ti, que aunque no te quiera, algo sí que te quiero. Y creo que tampoco quieres que te quiera, porque quizás algo sí que me… “aprecias”. Apreciar: Reconocer y estimar el mérito de alguien o de algo, sentir afecto o estima hacia alguien. Eso dice el diccionario.

Quizás me aprecias algo. O tal vez sólo es pena. El aprecio pasó a ser pena. El cariño pasó a ser pena. El morbo pasó a ser pena. El amor en potencia pasó a ser pena. Yo pasé a ser un alma en pena. Tú… tú no me entiendes. ¿Por qué?

Escribo y canto, y toco la guitarra, para desahogarme sin llorar, para canalizar el dolor y que salga de alguna forma… y escucho música, aunque no me atreva aún con wonderwall hasta el final, y creo que tú tampoco. Bueno, piénsalo así, siempre nos quedará wonderwall. Quizás tú no seas como otros, como el cabrón anulador por ejemplo. O quizás sí. Quizás encuentres a otra, como Summer en 500 días juntos, y le entregues todo, y le cantes wonderwall como yo te la canté a ti, y tú a mí. Y le expliques lo que significa wonderwall. Quizás ella te salve y tú puedas sentir por fin, porque no sientes, no sientes nada. Tienes un problema dentro y no es de hormonas, es de sentimientos. Es de empatía y sensibilidad, y de… no lo sé, es de sentir en general, que no sientes. No te doy pena porque no puedes sentir eso tampoco, porque no sientes. Y aún así… me dicen que debería sentirme orgullosa… que nadie ha visto de ti tanto como yo, que nadie te ha tenido tanto tiempo ni en la forma en que te he tenido yo… Entonces… ¿de qué pasta estás hecho? Eres de piedra… no tienes corazón. Porque ni he visto nada ni he tenido nada. NADA. ¿Quién eres tú? ¿Y qué quieres de mí?

2 comentarios :

Fausto dijo...

Me encantan tus delirios locos, creo que serás una excelente distracción a las cosas que debería hacer y no quiero.

Niebla dijo...

Me encanta que te encanten (creo, jajaja). Yo en parte también los escribo cuando tengo que hacer cosas y no quiero. De todas formas, este texto no es muy delirante, así que espero que no huyas despavorido cuando sigas leyendo.

Un saludo!