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lunes, 31 de octubre de 2011

...repetimos

Un Yaoming como una casa es lo que le digo a mi yo pasado del sábado, mientras espero desde hace 10 minutos a que me conteste por el maldito messenger. Después de preguntarme si voy a salir me dice que él cree que se irá pronto a casa, que no cree que me llame hoy... que no le apetece salir. Y yo... ¿qué se supone que tengo que hacer aparte de preguntarle si le pasa algo? Si no me lo va a contar... "El sábado me lo pasé muy bien", dice. Bueno, it's something. Pero hoy no me vas a llamar y ya me estás avisando, por eso has soltado lo del sábado... "Que eso, que dudo que te llame, que me iré pronto a casa". "¿Pero te pasa algo?" (primera vez que lo pregunto). "Que no coño!" Doy gracias a B de que por el monitor no pueda ver mi cara, y no contesto. "Que estoy cansado". "Ok. Perdona".

He tenido bastante. No he hecho nada. NADA. No le he llamado, no le he escrito, no le he dado señales de vida ningún tipo... Es la primera vez que hablamos desde el sábado. ¿Debo de pensar que es muy considerado por su parte avisarme de que no me va a llamar? Otras veces ha desaparecido directamente. Empieza no llamando y apagando el móvil. Luego deja de conectarse a internet... Va desapareciendo gradualmente.

Ve que no le hablo...

"A ver Niebla, que es que han venido unas chicas de la Comarca y he tenido que enseñarles la ciudad y estoy cansado... yo de guía, jaja, ya sabes que no tengo ni idea.. xD.". Sigo sin contestar. "Por eso te lo digo, para que luego si no te llamo... es porque me he ido a sobar, por si me llamas y lo he apagado, para que no creas que me pasa naaaaa xD". No digo más. Tengo ganas de escribir mil improperios pero me los aguanto, me los aguanto. No merece la pena, pienso.
Y se despide, sin que yo diga nada aún. "Bueno marcho a cenar, ciaaooooo". Me sale el ciruelo de dentro: "Bueno, si te apetece ya sabes que andaremos por ahí... no me atrevo a insistirte más". "Ok".

Fin.

Se me va a pasar.

domingo, 30 de octubre de 2011

Si esto no es amor...

que baje B, me lo demuestre y me ahostie sin piedad. Pero a hostia limpia... por favor.

La Navidad se acerca... y da miedito. Mucho.


sábado, 29 de octubre de 2011

Encircle me, I need to be taken down



Nobody likes to, but I really like to cry


¿A qué salgo hoy? Salgo a demostrar que no soy tan débil, que puedo carry on. Y es mentira.

Salgo porque si no salgo, le estoy dando importancia a lo que pasó ayer, que no sé ni lo que es.

Ni cuando estallo, termino de estallar. Tengo demasiado respeto por los sentimientos de los demás. Me da miedo hacer daño, porque sé lo que se siente. Y en vez de hablar claro, lloro. Aunque suelte algunas palabras breves de verdad... "Me frustras, me frustras mucho".

Pero ni cuando hablamos, hablamos. No, no lo hacemos.

Idiota, idiota, idiota que soy. ¿Fue la puta regla? ¿Fui yo? ¿Fue él? Es una roca. Es una puta roca. No siente. No tiene sangre en las venas.

Quizás hoy me mimetice entre tanto imbécil vestido de zombie.

Quizás hoy no me llame. Yo no me llamaría. Pero dijo que lo haría.

Quizás debería haberme quedado todo claro ayer, con algunas frases que... no termino de entender. Tal vez esto nunca termine y menos si ya lo hemos asumido como un bucle infinito. No sé bien cómo paso la noche de estar bien, de abrazos a besos, a lágrimas. No sé si fui yo o fue él, o si quizás hablé demasiado, si fue el alcohol. Siempre la cago. Cuando está encaminado, cuando viene y me besa... tengo que hablar, tengo que dejar claro que sí, quiero estar contigo, pero recuerda que me jodiste y no se me olvida... Tengo que recordarle que me decepcionó y aún lo hace. No dejo que las cosas pasen, ni que se queden. Es como vivir en un puto recuerdo, uno de esos jodidos.

Yo y solo yo me boicoteo. Quizás es porque sé que en el fondo no puede ser.

Y qué paciencia tiene... si me dan ganas de llorar mientras lo escribo... ¡Cuánto aguanta! Supongo que me quiere, de la forma que sea, a su manera... cómo puede.

And there's not a lot for you to feel if you're not feeling it


Se me va a pasar. Se me va a pasar. Se me va a pasar.

Una contradicción en nosotros mismos

-Es como cuando yo te conté todo a ti... y he pensado: joder, pobre Hobbit, qué violento se tuvo que sentir...
-Sí, pero... después de todo no salió mal, no?
-Sí... salió muy mal.
-No... no salió tan mal...
-Hobbit... salió muy mal...

Y Niebla y sus... ¿3 litros de calimotxo? intentan retener sin éxito unas lágrimas de impotencia.

-No tengo pañuelo, Niebla... Perdona... ¿tienes un pañuelo? Gracias... Toma anda... Ven aquí boba, que estás más boba...

Y aprieta y aprieta... De verdad que parece que el mundo se para cuando me abraza. De verdad lo parece... Podría morirme ahí, con los ojos cerrados sobre su hombro, sin rodearle con los brazos, sólo rezagada entre los suyos, y no me importaría.

Pero luego pasa el tiempo y no aguantas, pasa el tiempo y explotas, no puedes más. La cagas.

-Yo... es que a ti... Tú... A ti te dan una confianza... es cómo que das la impresión de que se puede confiar en ti... pero es mentira. Porque no devuelves esa confianza... y además... Además es como si la rechazaras... como si dijeras: toma tu mierda de confianza, yo no la he pedido.

Todo se para. Es normal. Yo lo sabía y Juno lo sabía. Antes o después iba a decirlo. Soy bastante contenida. Sí, me contengo.

-Yo creo que sí te he devuelto esa confianza... ¿no te he contado yo cosas de mí que... que no sé, cosas íntimas? Yo creo que sí te he devuelto esa confianza o al menos te he demostrado que me la podías dar... hablar conmigo.
-Déjalo, Hobbit, no me entiendes el 80% de las veces que te hablo, ¿de verdad es tan difícil?
-No, clarooooo (modo irónico super ON), es muy fácil entenderte...
-Pues de verdad creo que me entiendes en el fondo... pero haces como que no, porque es lo fácil...
-No sé por qué estamos hablando esto ahora... Esto... Estamos sacando cosas que no ahora no tenemos por qué sacar y... y... vamos a entrar en un bucle infinito, en el bucle infinito de siempre.

Me sorprendo. Utiliza la palabra bucle infinito. Parece que esa frase haya salido de mi boca pero no, ha salido de la suya.

El resto huyen. "No dirás que hoy Hobbit no ha estado cariñoso contigo". No, no puedo negarlo. Me enseñan las fotos y voy al baño. Desaparecen. Desaparecen adrede para dejarnos solos. Él se muestra ofendido. Yo ya me lo tomo con naturalidad y consigo que se ría, pero pronto envisto con lo de la confianza, y coge el testigo, porque se siente ofendido. Pero es así, es la realidad.

-¿No hay más Hobbit? -pregunto.
-No lo sé -me contesta.
-Yo quiero pensar que sí, que no eres solo esto... Esto, lo que tengo delante... tiene que haber más Hobbit.
-Niebla, no sé si hay más Hobbit... Creo que... no sé... Creo que soy como veis y ya. No sé bien qué Hobbit esperas que haya...

Niebla ahora mismo es sólo un manojo de decepción.

-Da igual... Da igual... -digo, pero sólo me intento consolar a mí misma.

Cita días señalados en los que se comportó bien, yo le hecho en cara los motivos.

-¿Sabes qué? No debería decírtelo, pero te lo voy a decir. No soy la única que te ve así... Incluso la Gafapasta... ella le dijo a Bob de ti que... que no tienes sangre en las venas, que no sientes...
-¿Dijo eso? ¿La Gafapasta?
-Sí... No digas que te lo he dicho... pensé que sólo era yo... pero todos ven lo mismo.
-Pues nada... será que no siento... No sé, Niebla, es que yo... no... No puedo dar más.
...

Creo que ya está todo dicho, en sólo cuatro palabras. Y ya... es demasiado y me desborda. Me está desbordando. Y mañana... mañana continuará...

No sé cómo acabará esto... Estoy fuera de control.

viernes, 28 de octubre de 2011

Igual que tú

Solo recibí dolor, en aquel momento no entendí que se te pasaba por la cabeza para desecharme vía e mail. Supongo que esa fue tu manera de expresarse…de quitarte el agobio de encima.

Por que es muy cierta la frase de que sufre menos el que deja; es capaz de ver las cosas con más claridad y perspectiva… aunque el agobio sea tal que lo único que desee en ese momento sea respirar.

Es raro, pero creo que ahora te entiendo un poco mas. Estoy metida de lleno en una relación que no busque, de la que no estaba segura, y de la que a día de hoy no estoy segura… El agobio…puff estar tranquila cuando no le veo, por que si no me apetece besarle, no tengo por que falsear el sentimiento por verle dibujar una sonrisa en su rostro. Realmente no necesito esas dosis de cariño que me da y que él reclama constantemente; y  quizás a cuenta de todo esto estoy metida en un bucle…escapando,  cuando él solo me intenta agarrar.

No quería ser como tú, supongo que en el fondo no lo soy, ¿o sí? A lo mejor él también se piensa que me he enamorado, o que le quiero… pero bueno nunca le mentí, le dije que lo intentaría poco a poco, pero que no estaba enamorada. Me hice la paja mental y creí que esos celos entupidos y  ese cariño podía convertirse en amor… ¿seré impaciente? ¿Me puedo enamorar de él?, y ¿Por qué te lo pregunto a ti?

Sigo dolida, pero cada vez me importas un poco menos. Ahora soy capaz de ver todo el pasotismo que tenias hacia mi… ¡Yo al menos me molesto en hacerle  sonreír!… ¿Qué hacías tú? Me imponías a la puta de tu ex novia y me dejabas olvidada en los bares. Evidentemente si, hay dolor.

Por mi cabeza vuela la idea de jamás te olvidare y que siempre te querré, que esa es mi cruz; me lo merezco… y muy en el fondo, cuando estoy algo lúcida, me doy cuenta que no es por ti… que quizás no le amo por que tiene que ser así. Él no merece esto…no merece a alguien que dude de sus sentimientos, que no le quieran, o que escenifique un “amor falso” para que  sea un poco menos infeliz.

Vale, no el soporto el 95% del tiempo, es un niño que también sobreactúa cuando esta cerca de mí. Esta perdido, solo sabe que me quiere a su lado y no le importa nada más. A veces tengo la sensación de que es ligeramente interesado, y le echa morro a las cosas, que prefiere que le mantengan y pegarse la vida que meterse a saco en un proyecto. ¿Será la edad? ¿Será mi cinismo? Puff  ¿me harían gracia sus gilipolleces si estuviera enamorada de él?

Y regreso a ti, gnomo drogata y bienqueda…siempre me di cuenta de cómo eras, pero me engañe pensando que realmente te importaba. Jajajjaja de ahí tu despedida, tú e mail... la importancia que le diste a que me quisiera tirar por la puta ventana. Ahí es en el punto que intentare no ser tú… por que creo que una despedida debe de hacerse cara a cara… soportando la decepción y tristeza de la otra persona, apoyándole o simplemente estando ahí. Si…gnomo de los huevos… supe que ese asqueroso y bienqueda beso era el último que me ibas a dar.

Le dije a Niebla que quería escribirte solo un mensaje… SOY IGUAL QUE TÚ… pero no lo haré, no quiero reconfortarte; quiero que te jodas pensando que te odiare siempre.

jueves, 27 de octubre de 2011

Orden en la sala

Orden, orden. No lo acabo de poner. De hecho, hasta me he quedado esta mañana en la cama con cara de Yao Ming cuando me ha sonado la alarma del móvil. La he apagado, me he girado y a seguir durmiendo.

Y bien... Hoy mi cerebro ya se ha vuelto loco completamente porque he soñado con... tachán tachán... ¡el chico ese de mi clase que dije hace unos días que me temía que entraría en mi vida! Vamos a tener que ponerle un nombre. Al principio pensé en llamarle "el humano" porque es lo que me pareció, que lo era, que no era una criatura. Ahora ya... ya no sé. A veces pienso que es un ser de agua, como yo. Ayer incluso pensé que yo me estaba convirtiendo su Hobbit. No lo sé.

Le conocí el primer día de clase... vino a mí directamente, me habló y se presentó, como si estuviéramos en un capítulo de "Sensación de vivir", pero sin prepotencia. Me sentí bastante halagada, además el chico tenía cierto atractivo. Nos pusimos a hablar y enseguida fluyó la conversación, sospecho que él piensa que hubo "conexión". Desde ese primer día me dio una confianza (oh, maldita palabra,) que yo no pedí (mierda, soy un puto Hobbit ahora) y que creo que no merecía... si le acababa de conocer. Me contó algunas cosas personales suyas. Me agregó a redes sociales y, ya lo dije, me ha mandado bastantes mensajes personales, y nunca mejor dicho lo de personales. Es una persona agradable, y sinceramente, me da pena en cierto modo, porque no puede ir abriéndose al mundo así como lo hace... le van a caer hostias como panes.

El tema es que ayer me mandó un mensaje algo ciruelo, o quizás más bien Nieblo, me recordó bastante a algunos mensajes míos al Hobbit al principio de conocernos. Y a raíz de eso, he soñado con el chico este de clase.


Ayer no quedé con el Hobbit. No se conectó a internet y no le llamé ni nada. E hice bien. Debería ser más consecuente con mis pensamientos, esos que me vienen en momentos de lucidez y me hacen ver que si no conectamos más esto ya no tiene sentido, que me hacen ver que él pasa de todo y dentro del todo estoy yo. Pero luego, no puedo.

Y también pienso en el Duendecillo, aunque ahí de momento sí me obedezco. Hace tantísimo que no le veo que no sé lo que sentiré, pero ahoramismo estoy desencantadísima con él. Otro que no crece aunque siga cumpliendo años. Otro que quizás me acabaría agobiando como ha agobiado a las demás. Es otro especialista en frustrar, o quizás yo soy muy frustrable.

Y hoy... maldita sea, fiesta. Fiesta de unos compañeros de la Universidad, llevan toda la semana intentando venderme una entrada. Una maldita fiesta de Halloween. Barra libre de cerveza, copas a 3 euros..., un chollo que me haría plantearme ahogar mis penas en alcohol... sino fuera porque va la Gafapasta. Llevo 3 semanas sugiriendo salir un jueves y nadie de mi grupo de amigos ha querido, el Hobbit suele animarse pero en el último momento alega que está cansado. Pero hoy con la barra libre ya tengo una amiga que desea ir, y no me extrañaría que él quisiese ir también. Y no, Niebla no está para fiestas de disfraces y eso que me encanta disfrazarme, pero no... Prefiero quedarme en casa y adelantar trabajos de clase... Veremos si en el momento de la verdad no me acaban convenciendo...

¿Cuánto nos apostamos a que el Hobbit querrá ir?


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miércoles, 26 de octubre de 2011

Vuelve a llover


Siempre llovía cuando quedábamos. Al principio, cuando sólo hablábamos, cuando ya todo había salido a la luz para el otro pero no para el resto y quedábamos a solas, en bares diferentes, para que no nos vieran nuestros amigos, que parecían adolescentes emocionados esperando por su capítulo de Física o Química. "¡Joder, Niebla, cuéntame! Tengo que saber lo que va a pasar entre el rarito y la emo*!", me decía mi mejor amigo. Y tú te reías cuando te lo contaba, te daba vergüenza... y bromeábamos con que estuvieran dentro de un contenedor de basura, o con un periódico agujereado, esperando a vernos pasar por el parque.

Me propuse esta semana volver a buscar el equilibrio como una loca, pero ha sido en vano. "¿Sales a tomar algo?", te dice una amiga. "No sé... a ver lo que hace Niebla". Y claro, allá voy, allá voy otra vez, chaising your time again...

Aún así llego a casa pensando aún que no, no voy a seguir, hoy ha sido la última vez. La forma en que te fuiste... ¿dije algo? Lo dije, lo sé. Y no sé el qué. A veces las cosas que suelen pasar, ocurren al revés.

Y hoy amenaza tormenta otra vez. El cielo está gris, muy gris, pero no se acaba de desatar la tormenta. Parece que ya han acabado los días de calor por fin. Y yo creía que lo deseaba, pero ahora sé que no. Y mi mente, no sé muy bien cómo, hace unos 15 minutos ha decidido que, si te pilla conectado a internet, te va a proponer salir hoy. Y mi mente, no sé bien por qué, cree que le vas a decir que sí, y que hablaréis genial, y que las cosas quizás se encaminen, todo porque el rato que ayer estuve contigo, solo contigo, parecía que todo volvía a ir bien. Mi mente obvia cómo te fuiste. Mi mente es imbécil.

Tengo que preparar a mi mente para que cuando me contestes secamente por aquí, se ahorre el pedirte salir a tomar algo. Tengo que prepararla para que, si no se contiene, no se derrumbe cuando le digas que "me apetece muchísimo pero... ya he quedado con mis amigos/mira como está el tiempo/estoy muy cansando/tengo que llevar a mi hermano a música".

Aún así, mientras tanto, me voy a duchar... por si acaso.

Over and over.



*Quiero aclarar que no soy emo (xD), pero tengo un problema con la ropa negra y morada y unos amigos muy cabrones.


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El viento agita los árboles como si fuera el fin del mundo y comienzan los truenos. B intenta avisarme. Es claramente un "no lo hagas". Puff.

martes, 25 de octubre de 2011

Mis alas


He tendido mis alas... en las cuerdas de la ropa.
A ver si se secan y las puedo volver a usar.
Es lo malo del papel, seca tan mal... rompe con nada y además queda arrugado.

Me tocará salir a comprar otras, pero el camino a pie es siempre tan pesado...
¡Y con esta tormenta! Si ya no voy a encontrar nada... y las que fabrico cada vez me duran menos, supongo que ocurre por utilizar materiales reciclados.

Arrastro mis pies horas y horas bajo la tormenta, sobre el barro. Nada, ni una tienda, ni unas alas... Y en cambio sí que veo a gente volando... "¿Cómo las conseguiste?", me quedo a veces con ganas de preguntar a alguien. Pero nunca lo hago. Y me dan tanta envidia... con esas alas tan resistentes pero ligeras, impermeables y limpias a pesar de la tormenta, ¿por qué ellos no se embarran como yo? Ah, claro, que van volando...

Aquí antes había una tienda, aquí conseguí unas de mis mejores alas... A veces me cuesta creer que las tuve. Eran tan hermosas... con sus tonos coloridos, con su brillo. Te las ponías y flotabas sin esfuerzo, ya no recordaba lo que era eso. Daría lo que fuera por volver a sentir aquello, aquella ligereza, elevarte sin darte cuenta. Tan preciosas eran, tan segura me sentía con ellas, que ciertamente las sobrevaloré, porque infalibles no eran... y como decidí usarlas para todo, impulsarme con ellas fuera a donde fuera... me las terminé cargando. Un día, simplemente, se incendiaron. Combustión espontánea, lo llaman. Claro, yo también salí escaldada. Las quemaduras me duraron meses y ahí tengo aún las cicatrices, algunas me escuecen al tocarlas o me pican cuando el viento cambia. También me rompí varios huesos, pues empezaron a arder en pleno vuelo y aunque pude planear un poco, choqué de forma bastante brusca contra el suelo. Por eso ahora cojeo, y por eso quiero unas alas con tanta urgencia, para que la gente no lo sepa, para que dejen de ser tan obvias esas secuelas.

Ahora donde estaba aquella fábrica de alas apenas queda nada. Por fuera el edificio está prácticamente igual, un edificio normal, en el que la verdad es que no me imaginaba encontrar unas alas que me entusiasmasen de esa forma. Pero ahora, dentro solo hay aire o tal vez ni eso. Porque mucho oxígeno tampoco hay, la verdad, cada vez que traspaso la puerta me cuesta respirar. El vacío, el vacío es lo que hay.

Vacío.

Y hablo dentro y no hallo respuesta. "¿Hola? Vengo a por unas alas parecidas a las que tuve... pero esta vez las quiero ignífugas... y a prueba de rayos si puede ser... ¿Hola?" Y sigo insistiendo, confieso que no es la primera vez que regreso al local por si acaso vuelve a funcionar. Pero no, allí retumba mi hola. No hay respuestas, no hay alas, no hay nada.

Y me dispongo a regresar, vuelvo a caminar arrastrando los pies por la tierra mojada otra vez... ¿qué remedio? A veces se detiene algún coche y me lleva, aunque un rato escaso. Después sigo caminando con mis pies descalzos sobre el barro, pero ya no me importa, incluso encuentro un cierto regustillo mientras se hunden en él mis plantas y mis dedos.

Pero... ahora... un momento. ¿Dónde estoy? ¿A dónde he venido? No puedo distinguir el camino...

Me he perdido.


domingo, 23 de octubre de 2011

Las cosas son o no son como son



Y estas son y no son. Es imposible, imposible. Y lo he intentado. Y él también lo intenta. Sí, supongo que a su manera el Hobbit lo intenta. Pero no lo consigue, no es suficiente. Tampoco lo que hago yo lo es, o quizás me paso, yo qué sé.

Si me estoy disculpando por lo mal que te suelo tratar, si te estoy diciendo que te trataré bien, si me das un abrazo y un beso... después no puedes empezar a sacarme mierda de ayer. No puedes, porque si yo sacara mierda de antes acabarías enterrado. ¿Y sabes? Mientras me contabas cuánto te ofendió tal o cual frase, lo paralizado que te quedaste... sentía un cierto placer, porque si digo esas cosas es para joderte. Y como ayer estaba blanda contigo te lo dije. Te dije: "lo hago para joderte". Y tú me dijiste: "Ya lo sé... y no me joden las cosas que dices... me jode cómo las dices, porque me las dices a hacer daño". No dije nada... ¿qué iba a decir? ¿Te las digo porque todavía te guardo rencor en ciertas cosas y me es imposible contenerme según en qué momentos? ¿Te las digo para ver si te duelen y que reacciones? Creo que con lo de "lo hago para joderte" lo estaba diciendo, de hecho hasta me sentí vulnerable, pero creo que no lo entendiste.

Intenté hablar, muchas veces... saqué temas de conversación, pero eres aburrido... No me sigues... siempre es el mismo rollo de series y películas, ya ni siquiera hablas de música, no me hablas de nada que no sean jodidas frikeces de la tele o seriesyonkis. Una amiga me lo dijo... hasta ella se ha dado cuenta... Y entonces se nos acabó una conversación normal, no sé, sobre tus clases o algo así, y yo dije: bueno, a ver, cuéntame algo... "No sé qué contarte... ¿Te acuerdas del capítulo de Friends que...?" Y se me cambió la cara, porque fue como otra torta, y además dijiste una ciruelez, como las mías de "el emoticono de meterte fichas", o a lo mejor fue machez, ya no distingo, ya no te entiendo... No puedo más, a partir de ahí mi frustración solo aumentaba, fue un cúmulo de cosas, yo intentando ser cariñosa, intentando hablar contigo bien... y tú simplemente dejando que lo hiciera, sin hacer nada, NADA. Todo se vuelve tan artificial... dos personas que no, que no puede ser, intentando que sea. ¿Por qué nos lo ponemos tan difícil? ¿Por qué no podemos simplemente hablar? ¿Decir la puta verdad? Y dejar los bienquedismos... ¿por qué los momentos de sinceridad te duran un minuto y medio?

De poco me sirve que ya leas tan bien mi cara... "¿Ahora qué coño te pasa? Y no digas que no te pasa nada, me cago en Dios". ¿Crees que con esos modos te voy a decir lo que me pasa? Sonrío un poco triste, porque ya sé que sabes que me pasa algo y de verdad no sabes lo que es, y no te lo puedo decir, porque ¿qué te voy a decir? Y los estamos tan frustrados... es la misma historia de siempre. Joder, un puto abrazo, un maldito abrazo... ¿por qué no lo das y ya? Estoy harta, coño.

Y me vuelvo a ir a casa frustrada, después de que me digas unas cuantas veces más que qué me pasa pero sin hacer nada, con esa cara de rancio... ¿Qué me va a pasar? Que es como si sintieras que no estoy cualificada para hacer algo que no sea hablar de eso o comerte la boca... Que tenemos una relación totalmente artificial, que aunque yo lo ponga todo tú te vuelves a cerrar en banda y yo así no puedo, joder, no puedo. No puedo. No me dejas ser yo, me conviertes en la puta sombra de lo que soy...

Así que me fui a casa frustrada, frustradísima, sin ni siquiera decirte adiós, sin mirarte cuando tú lo dijiste. Miré al suelo y me di la vuelta. Y en la cama lloré, poco pero lloré porque parece que cuanto más me esfuerzo, peor sale. Y cuánto más me esfuerzo, menos lo haces tú.

Y esto es una mierda, porque no hablamos, porque no somos nosotros y yo lo sé, pero tú creo que no lo sabes.

Es una mierda, una mierda embolsada.

Ya puedo escribir borradores y borradores, y en los momentos más débiles incluso buscarte en la agenda del movil, pensar que es mejor hablando, que los textos se malinterpretan, que pueden hacerse dramáticos. Que tenemos que quedar y hablar. Pero ya estoy tan confusa que no sé si debo llamar, si debo mandar uno de los tres borradores de email que he escrito, si debemos o no debemos hablar... porque me da miedo todo y en el fondo sé que va a dar igual porque no me vas a entender y porque tú no vas a hablar... Dejarás caer unas frases, como el 23 de febrero y me destrozarás.

Y pienso que es mi culpa, que siempre es mi culpa. Es mi culpa otra vez, pero joder, pónmelo más fácil.

jueves, 20 de octubre de 2011

Uhh, uhh, uh



Siempre he sido bastante amante de Amaral, desde el segundo disco "Una pequeña parte del mundo". El disco anterior ("Gato negro, dragón Rojo", o al revés, es que ni sé) no me gustó una mierda y la verdad es que pensé que me habían perdido para siempre, porque hasta pasé de ir al concierto que dieron en mi ciudad.

Pero me han recuperado y vuelven a venir no tardando mucho. Y... ya no quedan entradas...

Pitufantástico ¬¬.


*No es que me guste especialmente esta canción, pero sí amo la primera estrofa, lo cual es bastante irónico, porque es a mí a quién sé bien que alguno me diría lo de la ironía extraña.

*Sé que a nadie le importa, pero llego tarde a clase de mi profe atractivoso.

martes, 18 de octubre de 2011

Mosquita ¿muerta?


Soy una maldita mosca pegada a una tela de araña. No sé cómo ha ocurrido, pero ha ocurrido. ¿Ha ocurrido? Maldita sea. Ni siquiera estoy segura.

Quizás sea demasiado tarde... Seré una mosca pegada a una tela de araña, esperando en ella a su dueña mientras me balanceo entre los hilos, sin saber si estoy bien o mal. Hasta que la araña aparezca y me coma. O quizás me coma primero otra araña que pasaba por allí como quien no quiere la cosa. O tal vez al final ninguna me coma y me quede ahí, atrapada, por siempre jamás.

Puede que aún esté a tiempo de salvarme, que la araña haya empezado a tejer su tela y yo todavía no esté atrapada. No sé hasta que punto estoy condenada. Aunque estoy en otra tela, en realidad, ¿o es la misma? Qué sé yo...

El Duendecillo ha vuelto, ataca de nuevo, teje su tela a mi alrededor, antes o después tendré que enfrentarme a ella, pasar por delante, volar entre sus hilos y superarla o volver a quedarme pegada. No contaba con esto, no. Se suponía que era feliz con su Yogurina, se suponía que yo era feliz de que él fuera feliz. Se suponía que habíamos asumido que no tenemos futuro a largo plazo. Se suponía que el bucle no iba a repetirse más veces... que se iba a terminar todo trato, toda relación que no fuera saludarse al cruzarnos por la calle para no repetir la misma historia una y otra vez. Ni messenger hasta el amanecer, ni chats de redes sociales, ni nuestros míticos eternos emails.

Se supone que soy racional, se supone que cuando empecé algo con el Hobbit le olvidé. Y no se supone que estoy encoñada con el Hobbit, eso es un hecho. Pero "Duencillo es Duendecillo", dijo Juno ayer justo antes de decir "Ten cuidado".

En unas horas recojo al Hobbit e iremos a tomar algo (sí, así le premio el no llamarme desde hace 5 días habiendo dicho que lo haría ¬¬). Le doy manga ancha pero luego le meteré caña. Le recibiré en el coche con cara de rancia, de odiarle, de que me tiene harta. Mentalmente, compararé cada una de sus respuestas, de sus reacciones, con las del Duendecillo. Pondrá cara de compungido y no hablará y yo pensaré: "El Duendecillo habría dicho alguna idiotez que me hiciese reír para romper la tensión; maldito Hobbit, no tiene sangre en las venas".

"Eres una confusión en ti misma; una contradicción en ti misma", me dijo una vez.

No sé qué cojones estoy haciendo con él, a dónde va esta mierda. Bueno, sí, hago justo lo que hacía con el Duendecillo. Así la cagué y así le perdí. Y el maldito Duende ahora vuelve... maldita sea. Maldita sea. Las cosas no son así. No. No se puede ser tan egoísta, no se puede jugar así con los sentimientos de los demás sólo por no sentir soledad, sólo por bienestar propio... Es el "ello" de Freud, y no está bien, joder, no está bien.

Esto acabará muy mal. Cuando el Hobbit sepa que el Duencillo ronda otra vez, empezará a comportarse raro. Si me asalta una noche cuando esté con mis amigos, la cosa puede ponerse muy violenta para mí. ¿Y por qué? ¿No se supone que el Hobbit no siente nada ya? ¿No somos amigos "especiales" y ya? ¿Qué coño es especiales en tu puto vocabulario? Yo no hablo Hobbit.

Cuando eso ocurra, si ocurre, es probable que el Hobbit reaccione. Pero puede que sea demasiado tarde para él, y para mí. Y para todos. Porque ahora mismo, no sé qué haría si ocurriesen ciertas cosas. Y eso es muy muy muy malo. Aunque en el fondo da igual, porque los dos caminos llevan a la destrucción. Intentar tomar uno de ellos ya lleva a la destrucción.

Rezad por mi alma condenada. Sacadme de la Tierra Media.



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¡Celebra tu cumpleaños con Gnomos y Hobbits!

He escrito una entrada (eterna de verdad, no como otras), que se quedará en borradores, sobre lo que me ha ocurrido hoy. Que lo contaré al final, pero tengo un problema para resumir... creo que se evidencia bastante a lo largo del blog. Tengo que intentar acortarla.

Pues en vez de torturaros, he decidido hacer la tontería del día (porque no puedo dormir, joder).

Me he topado con ESTO por internet.

Sí señor, gnomosyhobbits.com. xDDD

Os dejo y me voy a dormir pensando en esos errores venideros que podríamos evitar fácilmente pero que, sin embargo, cometeremos porque somos idiotas.

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lunes, 17 de octubre de 2011

Bajones de media tarde


Esta mañana levante la cabeza bien alto cuando aparecieron las lágrimas al escuchar White Horse de Taylor Swift. Pensé que yo cantaría a gritos las últimas estrofas pero ya sin sentir nada.

Ayer hablando con una amiga sobre los “Grandes Amores” le reconocí que solo me había enamorado del gnomo. Ella dice que solo te enamoras una vez en la vida, pero que de todas las maneras puedes llegar a querer a otras personas, pero jamás como le querías a él.

Ahora sigo con White Horse, pero con la cabeza agachada; acabo de hablar con el ciruelo por teléfono…no tiene tiempo para quedar conmigo, en realidad no me importa.
Con 25 años no sabe que es lo que quiere, unos días torero, otras jardinero, licenciado, chulo putas… dinero que coge, dinero que jode.
Tiene un trabajo de fines de semana, de 12 horas en total y se esta planteando dejarlo… su madre le paga los gastos ¬¬ y dice que sino suspenderá el proyecto en el que esta ahora, que se apretara el cinturón.
Y en mi cabeza pasa la idea egoísta de: ¿a donde voy yo con alguien así?…Con un niño que no le importa que le mantengan, que prefiere la fiesta y los deportes a madurar y echarle huevos a las cosas. Se que con 19 años ni me hubiera planteado esto… pero yo no quiero un niño, no quiero ser su madre, quiero alguien que tenga cojones a tirar para delante… Trabajo que coge…trabajo que deja, nada es lo suficientemente bueno para él, nunca cobra lo suficiente. Capitalismo…¡ Maldita sociedad!  Cada día flipo más con todo.

Y aparece el bajón, ese que hace que no te levantes de la cama, por que realmente te da igual todo. Siento que no hago las cosas bien. Siento que no se lo que siento. Por que aunque digo que odio al gnomo se que jamás le podré odiar realmente.
Desde que mi amiga hablo con él y le pregunto por mi… Lo tenía ahí… podía hablar con él, podía saber de él, pero el orgullo venció. Entonces escucho Savior de los Rise Against y en una de las últimas estrofas cuando dice I don´t hate you… me doy cuenta de que me encantaría poder decírselo a la cara, gritarle en plan maximum patetic… jamás te podré odiar. ¿para que? Pero vuelve el orgullo y prefiero que cuando piense en mi (si es que lo hace) se sienta como un hijo de puta.

Relaciones que después de 8 años, una boda frustrada, y planes de futuro se van a la mierda, por que somos egoístas, por que solo pensamos en nosotros mismos. Matrimonios sin vida sentimental ni sexual, parejas que se dejan y se cogen como la mierda de los perros que queda en el suelo.
¿De verdad merece la pena todo esto?

sábado, 15 de octubre de 2011

¡Ay, qué paciencia!

No he salido ayer, ni saldré hoy. Estoy incubando un catarro y las cosas se incuban mejor en la cama, calentita, viendo series.

El Hobbit se ha ido a la comarca esta mañana.

"M" me ha suplicado que salga, que no le deje "solo". Ya haré una entrada hablando de toda esta gente, porque últimamente no me tienen nada contenta.

Cual ha sido mi sorpresa ver en un comentario de una red social de Bob (mi compañero de pupitre) comentando a la Gafapasta que hoy sale con mi grupo. Sí. Se está metiendo ahí como quien no quiere la cosa. Está asqueada de su grupo y lo comprendo, pero no tiene ni puta idea de donde pretende meterse. El caso es que ya no sé qué es exactamente lo que me da miedo del tema... porque se me ha quedado muy mal cuerpo al saberlo. ¿Por qué sale con mis amigos? Saldría conmigo si yo no tuviera catarro y hubiera salido. Yo no quiero ser su amiga, no puedo. Y no quiero que se introduzca en mi grupo de amigos, mierda. No quiero que esté ella el 80% de las veces que veo al Hobbit, no quiero que esté ella cuando yo estoy con mis amigos, siendo yo. Maldita sea, no. Me da igual que seamos iguales, me da igual que sea la polla (seguro que lo es), pero no, no y no, joder.

Por otro lado, parece que haya habido una especie de conspiración astral últimamente para que ella y el Hobbit no coincidan, y sí, yo que me alegro, pero así no solucionamos nada...

Me molesta y me siento mal... y el Hobbit está en La Comarca, no se verán. ¿Qué coño me pasa?

"Esta noche... Juego de Tronos, la serie de moda", me ha escrito mi amigo "M" en un mensaje al enterarse, dando por hecho que saldríamos también el Hobbit y yo. Pero no, sin Hobbit y sin Niebla... no hay Juego de Tronos que valga, y menos mal.

Joder, cómo odio no poder controlar ciertas cosas. Mi equilibrado fin de semana se va al traste en tres, dos,...

El equilibrio es imposible.

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Últimamente hago muchas notitas de estas al pie. El caso es que hoy, un amigo del Hobbit me ha hablado por el chat de una puta red social... que si qué tal las clases, qué tiempo tan raro, el rollo de siempre. Hasta que, después de un silencio prolongado, de repente ha dicho: "Oye, ¿Hobbit y tú estáis saliendo?" "No... no estamos saliendo", he contestado. "Pero ¿qué tenéis?¿no te cae bien?", ha insistido. "Claro que me cae bien", he dicho. "¿Entonces por qué no quieres salir con él?". He respirado hondo y sin saber ni qué contestar ante tal ultraje, he dicho algo como: "No sé a qué te refieres, no sé lo que habrás hablado con él, pero vamos... ". "No, no he hablado nada...". Y le he dicho que me iba a comer...

1. Aunque os parezca mentira, no tenemos 15 años, no.
2. ¿Pero qué cojones ve la gente desde fuera? No es la primera vez que me pasa esto, he tenido que aguantar frases como "ten paciencia con él, es tímido y está encoñado, no sabe cómo actuar... ". Sí, encoñado con la Gafapasta, porque lo que es conmigo desde luego que no.
3. ¿Cómo no se me va a poner la puta cabeza como un jodido bombo a punto de estallar?

PUM

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jueves, 13 de octubre de 2011

Navidad, Navidad... ¡que te peten!

Esta mañana, después de escribir, de camino a clase, pensé en la pre-Navidad. En cuando pusieran turrón en el super, villancicos, pero sobre todo en cuando en mi ciudad encendieran las luces y me jodieran la vida a flash-backs. Porque odio la Navidad desde hace años, pero la última Navidad fue diferente, fui feliz. En mi casa se ha estado años sin celebrar la Navidad. Una de las últimas Nochebuenas la pasé sola en casa, cenando hamburguesas con ketchup en la sala de estar, viendo una reposición de los Simpson en la tele de 14 pulgadas. Las otras no han sido mucho mejores, la verdad. Hasta el año pasado, que ni siquiera pude dormir de lo eufórica que estaba. Y recuerdo que salió el sol, después de muchos días lloviendo a cántaros. Salió el sol con una fuerza brutal... Y pensé: "es B, que por fin le da el visto bueno al Hobbit; es B, feliz de que yo esté feliz". Hasta empecé a cogerle cariño a la canción de Shakira del anuncio de cava, a la que ahora el Hobbit se refiere como "la canción esa de Shakira que te ponía cachonda". ¿No sabes leer entre líneas, gilipollas? ¿No eres capaz de pensar en lo que dice la jodida letra y lo que había pasado en mi vida? Sobra decir que ahora la odio, claro, y que al escucharla se me clava y desearía clavarle cuchillos al Hobbit hasta desfigurarle la cara.

Pues bien, pasé una media hora angustiada, pensando en que tendría que mentalizarme para que el encendido de luces no me pillase por sorpresa a principios de diciembre, o quizás últimos de Noviembre. Y pasaba por las calles por donde paseé con él, por dónde nos despedíamos con besos y por dónde me despedí el día del golpe de estado, con dos besos y un abrazo, un abrazo fuerte. Pensé que cuando encendieran las luces de esas calles moriría. Pensé que voy a morir esta Navidad, que me inmolaré o haré algo realmente patético. Y que gran culpa la tendrán las luces, igual que la tuvieron el año pasado. Fue encenderlas y perdimos la cabeza, todo se magnificó, hasta lo hemos hablado... que nos dejamos llevar por la euforia de la Navidad que nos venden las pelis americanas... con nuestra ropa de invierno, mi cazadora de capucha peluda (sintética, eh), los guantes de copos, la pista de hielo...

Siento miedo cada vez que pienso en las jodidas luces. Y no pensaba escribir sobre esto hasta que viera que se encendían sobre mi cabeza.

Pero hoy me han dado una de las mejores noticias que me podían dar: este año el ayuntamiento de mi ciudad no pondrá luces de Navidad; no hay dinero. Me he puesto eufórica, completamente eufórica. Luego he pensado que los comercios las pondrán igualmente... y los bares. EL BAR. Pero bueno, es algo.


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19:10, cuarto de baño, a punto de entrar a la ducha.

Titiri tiriti ritiititiii ritiiitiriiitit...

"Llamando: Hobbit"

-¿Hobbit?
-Nieblaaaaaaaa, eeeh
-¿No tenías clase?
-Sí, pero estoy en casa ya, he salido antes...
-Ah, qué bien, ¿no?... ¿qué tal las clases?
-Puff, un coñazo, ya sabes... ¿tú qué tal? ¿Ya has decidido qué vas a hacer con tu vida?

Niebla se queda pensativa. Luego se da cuenta de a qué se refiere.

-Sí... Me quedo aquí...
-¡Tooooma!
-¿Qué?
-Así te veremos más...
-Bueno, no sé... parecido.
-No, podemos quedar a diario... y te puedo ir a ver al campus por la mañana, ¿mañana qué horas tienes libres?
[...]

...


Criaturas, ¿quién las entiende? Acabará conmigo.

Pero tranquilos... mañana no tengo clase.

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Si algo es demasiado bueno para ser cierto, es que no lo es

Desde que escuché esa frase, me hice fan, ¿cómo no hacerse? Aunque no la recordé cuando debería haberlo hecho, en lugar de pensar en esa frase estaba todo el día (y la noche a veces) escuchando canciones tan pastelosas que me podría haber salido merengue por la boca... ya sabéis, Innocence de Avril Lavigne era un Hit en mi iTunes, junto con otras que ni puedo poner ya como "Por eso" de Maldita Nerea. El caso es que sí que pensaba que no podía ser verdad de lo bonito que parecía todo... Pero tenía tantísima confianza puesta en ese puto chaval (el Hobbit) que en esos momentos no podía imaginarme que iba a reaccionar como lo hizo. Joder, no estaba así de bien con alguien desde... ya ni me acordaba.

Da igual... Ahora no iba a hablar de eso.

Lo que ahora era demasiado bonito para ser cierto era la plaza en la Universidad de la ciudad de Juno. Es curioso cómo me gusta tener opciones pero cuánto odio tomar decisiones. Aún así, me iba a ir, si el horario no era peor que aquí. Pero estar un viernes hasta las 9 de la noche en clase... En una facultad que está a 3 km de la casa donde viviría... Eso, demasiado bonito era para ser cierto. Estoy condenada a seguir aquí, a mendigar cafés, a hacer guardias en internet para interceptar al Hobbit y que me explique por qué el martes, cuando parecía que todo estaba bien, dijo que iba a mear y... voilà, desapareció hasta hoy. Unos meses antes o incluso semanas, me habría ido a casa llorando como una payasa, pero el martes no. El martes Nib le dio la razón a Niebla y ya está. Pensé: "Increíble que mi puto subconsciente siempre se vea venir estas cosas". Y es que no sé por qué no le hago más caso, a él, a mi yo pasado, a mí en general.

Pues nada, estoy jodida. Juno y yo nos necesitamos, o eso creo, porque últimamente le fallo incluso a Juno, de ahí mis recientes reflexiones sobre la incapacidad de Hobbit para satisfacerme.

Me voy a clase, a la clase de mi ciudad, de mi ciudad que como ciudad está bien, pero... bah, ¿qué más da? Me voy a clase de ese profe joven buenorro que me miraba porque mi cara le sonaba de algo y creía que me conocía de antes (me lo dijo el otro día cuando acabó la clase). Y el martes (oh casualidad), dedicó un rato de clase a darnos su opinión sobre el canon actual de belleza femenina, "estúpido por otra parte", dijo. Punto y minipunto para el profe buenorro que se apellida igual que el Hobbit.

Ha aparecido otra criatura en escena, un chico de clase, al que voy a tener que ponerle nombre porque sospecho que, para bien o para mal, va a empezar a entrar en mi vida... Y joder, ¿lo peor de todo sabéis qué es? Que me atrae, coño, me atrae. Me atrae desde que el primer día se acercó a mí en la puerta de secretaría y me dijo a lo serie americana cutre para adolescentes: "Perdona, creo que vamos a la misma clase... Yo me llamo -----".

Me agregó a una red social, me ha mandado ya como 5 mensajes o así, y ayer me abrió conversación cuando no me lo esperaba en absoluto, llamándome por un diminutivo de mi nombre... ¿Que si es guapo? Bueno, Juno diría que es mucho más guapo que el Hobbit, pero también diría que para eso no hace falta mucho (¬¬). Ya deberíais saber que más que de guapos soy de que me pongan o no me pongan burra, aunque no voy a decir que este chico es feo porque no lo es (ni el Hobbit lo es tampoco; Juno cuando no le odia lo admite). Y tiene mi edad, que eso en mi clase es decir mucho.

Y eso, me voy, que he vuelto al modo "querido diario"...

...

Bonita




Buscando dolor en google y sale esto... sin palabras que me ha dejado.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Malos pensamientos


Puff Mal, simple y llanamente Mal.

Pablo Alboran de música de fondo…Solamente tú. La tragedia se masca.
Seres de mordor que continúan siendo bienquedas y están en contacto con las amigas que se ofenden cuando son ellas las que te dejan colgada.

PUTOS BIENQUEDAS, solo una buena noticia, no tendré que verle con su ex y su nueva chunga.

Ciruelos, que me aciruelan el mundo, que se ahogan en vasos de agua por que tienen un examen de 3 hojas O.O. No hay tiempo, me la pela, mejor aún… solo follar y listo, para lo demás tengo a mi amigo vía whatsapp que se preocupa por mi, aunque no me vea, que esta ahí y vía mensaje conoce mis estados de animo sin mirarme a la cara O.O.
Por que si me enamoro pierdo… ¿para que enamorarse?

martes, 11 de octubre de 2011

Personalidad múltiple

A menudo, durante los dos años interrumpidos que me estuve "relacionando" con el Duendecillo (no sé ya ni cómo calificar aquello, pero bueno, relaciones había, eso es lo único que sé a ciencia cierta que había), me emparanoiaba tanto que tenía conversaciones conmigo misma, sobre todo de camino a las prácticas de la carrera y cuando regresaba por la noche. Es cuando comencé a referirme a mí como "Nib" (en realidad otro diminutivo de mi nombre real) porque era uno de los nombres con los que él se refería a mí cariñosamente. Desde entonces, cuando hablo conmigo misma para darme ánimos (en el vater del bar de siempre: "No llores, Nib, no vas a llorar... sal ahí y que se jodan todos") o para cualquier chorrada (si no me sale el pis en el baño de la facultad y hay cola fuera: "Vamos, Nib") y otras gilipolleces varias.

Pero hoy he vuelto a tener una de esas conversaciones de doble personalidad en las que Nib habla con Niebla. La estaba teniendo mientras me limpiaba la cara antes de maquillarme. Y sigo sin maquillar, y en pijama, y sin peinar...

No sé ni cómo nombrar a los interlocutores... así que dejémoslo en guiones... y en algo aproximado, claro.


-Pero Nib, ¿qué coño haces?
-No lo sé...
-Pero, ¿por qué vas? Estás agotada, mañana tienes que hacer 2 trabajos para entregar, te vas a mamar para sobrellevar toda la mierda y no pensar, pero pensarás igual y llegarás a casa a lo Mourihno y encima no te dará tiempo a hacer las cosas de clase mañana...
-Pero si ni siquiera sé si voy a seguir en esa clase...
-Deberías irte de esta puta ciudad ya...
-No lo sé...
-¿Y por qué vas a quedarte? Eras más feliz allí... ¿Qué tienes aquí? ¿Esa gente? Pero mírales, te dan asco y lo sabes...
-No me dan asco, no les conozco ni me conocen...
-¿Vas a quedarte por él? Él mismo te ha dicho que si fuera tú se iría...
-Esto no tiene que ver con él... además él va a la ciudad de Juno a diario.
-¿Y qué? Pero vuelve... Si tú te quedaras no habría habido tardes como la de hoy.
-Las habría habido, de hecho habría venido con él en el autobús... Pero si no las hubiera sería mejor...
-¿Mejor? ¿Y qué esperas que diga si le tratas así? Que encima se te nota la tensión, se te ve el plumero... estás haciendo el ciruelo macho. O lo que es peor, estás haciendo lo que hiciste con el Duendecillo.
-Esto es diferente.
-Al final da igual, se cansó de tus cambios de humor y te cargaste la atracción...
-Cállate.
-Sabes que tengo razón. Por cosas como esta dejó de quererte.
-No me quería.
-Te quiso y lo sabes, y te lo dijo, y la jodiste haciendo lo que estás haciendo ahora con el Hobbit, justo esto. Te lo cargaste todo haciendo lo que estás haciendo ahora, ni más ni menos.
-Es distinto.
-¿Por qué es distinto? ¿Por el sexo?
-Sí... había una atracción física muy grande... y con el Hobbit...
-Con el Hobbit no lo sabes... el Hobbit no tiene sangre, no tiene hormonas y no tendrá ni semen, no tiene fluidos corporales... y si no mira lo mal que besa... hasta va mal de saliva...
-Soy gilipollas.
-En eso estamos de acuerdo.
-Debería quedarme en casa.
-Es lo que trato de decirte, pero vas a salir... te conozco... y no sé bien a qué... ¿a verle otra vez? No hace ni una hora que te has separado de él... ¿te das cuenta de que ya no eres una adolescente para hacer estas cosas? Es torturarte, es over and over... y él no lo try.
-¡Pero él me llamó! Llegó de la ciudad de Juno a las 7 de la tarde, habiéndose levantado a las 5 y media de la mañana... se tragó 2 horas de bus, llegó y quiso salir a tomar algo conmigo... me llamó.
-También te ha llamado "M", y tiene novia, y no le gustas, aunque te lo follaras porque eres una guarra.
-Sí, soy una puta guarra. Pero con "M" es diferente.
-Tú sí que eres diferente, rara, EXTRAÑA. El Hobbit tiene razón, y tiene razones para no entenderte. Lo peor es que lo sabes.
-Y para desenamorarse...
-Para eso primera hace falta enamorarse ¿recuerdas?
-Cállate, joder, voy a salir igual, no puedo dejar a "M" solo con esa gente, le dije que saldría...
-Excusas. Sal y estontónate contra el muro otra vez. Viva el masoquismo.
-No son excusas, joder... estoy entre la espada y la pared.
-Y acabarás atravesada como si fueras de mantequilla.
-Ya estoy atravesada como si fuera de mantequilla.
-Solo puedo desearte suerte.
-Suerte a ti también.


...




lunes, 10 de octubre de 2011

Fake de mundo



Vivimos en una sociedad que en ocasiones me da mucho asco.

Lógicamente, tiendo a rodearme de gente más o menos afín a mí, y por ello me da algo menos, pero a veces incluso a ellos (quizás incluso a mí) se me escapen ciertas frases que dejan entrever que vivimos en una sociedad realmente asquerosa.

Tengo un amigo/conocido (le tengo aprecio, pero amigo, amigo, pues no es) que tiene un complejo enorme porque está gordo. Y sí, lo está. Probablemente tenga una obesidad grado II, que afecte a su salud que es lo que debería preocuparle. Pero no le preocupa eso, le preocupa cómo le vean y le juzguen los demás.

He pasado muchas horas intentando hacerle entender que en realidad el físico al final no es tan importante (te das cuenta con los años de que no sólo eres tú la única persona que mira el interior de las demás; te das cuenta de que el tío más buenorro de la clase se ha follado a media universidad pero ha terminado felizmente saliendo o incluso casándose con la fea, o gorda, o plana como una tabla de planchar, la coja, o todas esas cosas a la vez).

Me he pasado semanas intentando convencerle de que puede ponerse en bañador en público porque nadie va a reírse de él, de que puede quedarse en camiseta de manga corta, que a la gente no le da asco.

Realmente estoy muy harta del canon de belleza de la delgadez, de la delgadez como sinónimo de belleza, estoy hasta los mismísimos cojones porque desde que era niña he tenido gente a mi alrededor realmente perjudicada con este tema, gente que las ha pasado muy putas, gente que ha terminado con unos trastornos de la alimentación muy serios... Y hasta conocí a una chica que se suicidó por este tema. Así que no estoy para gilipolleces ni para que me toquen los ovarios.

Y hoy me los han tocado. Me los han tocado porque realmente yo no pensaba que la gente fuera tan así... Estar alejada de las aulas ha hecho que olvidara el mundo tal y como era, y sobre todo que olvidara la frivolidad de la adolescencia.

Coincidencias de la vida, este chico del que hablo ha terminado viniendo a mi clase. Como le conozco desde hace aproximadamente un año (por medio de la Gafapasta, que es su mejor amiga), pues al llegar a clase y no conocer a nadie más, me he sentado con él. Y hasta hoy. Porque estoy a gusto con él, porque se puede hablar con él, entiende mi humor y el suyo va en la misma linea que el mío... Peeeero... parecía que él tenía ciertos problemas para relacionarse con la gente, es hipertímido, muy introvertido... Yo pensaba que la gente, al ver que casi no habla, pensarían que es un borde, o es raro... y que en parte era culpa suya. Pero el mundo da asco, da asco en realidad. Él tiene razón.

Llamaremos a este chico "Bob" porque le gusta Bob Esponja y hay que llamarlo de alguna manera.

Un día de estos, contando al Hobbit mis aventuras de clase, le dije que un profesor joven (y con bastante morbo, todo hay que decirlo, aunque a él no se lo dije, claro) no paraba de mirarme en clase, de explicar las cosas mirando para mí... todo el rato mirándome. La respuesta del Hobbit: "Estaría pensando que qué coño hace una tía como tú sentada con un tío como Bob". No le di más importancia. Tampoco os vayáis a pensar que soy un pivón porque no, soy una tía normal, de las que pasan desapercibidas por la calle y luego ya sabemos, para gustos los colores.

El caso es que hoy, llegué a clase y la gente estaba toda revuelta, no estaban en los mismos sitios que otros días, así que me senté en el que vi libre. Luego llegó Bob y se sentó dos filas más adelante. Tuvimos que hacer un trabajo en grupo que obligó a juntarnos varias filas. Al pedir los nombres, una de las chicas que estaban allí (una choni, o cani, o como queráis llamarla, pero pareció totalmente asquerosa) me dijo: "¿Ese chico y tú sois primos?". La pregunta era estúpida, puesto que ni siquiera coinciden los apellidos. Contesté negativamente y la Choni me dijo: "Es que como os sentáis en casi todas las clases juntos...". A lo que contesté: "¿Y qué tiene que ver? Nos hemos sentado juntos porque nos conocíamos de antes...". Luego resultó que la Choni en cuestión sí es prima de alguien, ni más ni menos que del mejor amigo de Bob, también bien conocido por mí (digamos que yo soy su Gafapasta, por lo cual su novia me odia a muerte). Desde el primer momento supe que a él no le caería bien su propia prima. Cuando le dijimos que estaba en nuestra clase su contestación fue: "Es una zorra". Así, tal cual. Si cuando yo digo que calo bien a la gente...

Estuve pensando sobre ello a la hora de comer... pensando si sería la edad de la gente, los prejuicios o qué exactamente... ¿Por qué la gente me hablaba a mí a él no? ¿Tenía él razón?

La cosa se remató por la tarde cuando un macho me hizo una pregunta parecida: "¿Tú y el chico ese sois familia o algo?". Es como si a la gente se le hiciera raro que "alguien como yo" hable con "alguien como él". Como si él fuera distinto a los demás por ser gordo. He visto como le miran, y hasta cómo le señalan cuando está de espaldas. Y como me toquen más los huevos, acabaré a mal con más de uno, lo veo.

En fin... me estoy alargando, así que ya seguiré divagando en próximos capítulos, que yo tampoco soy una santa y también tengo mis malos pensamientos.

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domingo, 9 de octubre de 2011

Límites


A veces son tan obvios y otras se difuminan tanto que es difícil saber dónde están en realidad.
Hace unos días escribí una entrada sobre cómo el Hobbit me salvó. Aquí unos estractos de ella:

"Y entonces, cuando estaba hundida... él reapareció. El chico rarito de las fiestas de la universidad, el chico rarito del cumpleaños de la novia de mi mejor amigo. Ese que escuchaba Radiohead y que sabía lo que significaba Wonderwall. Ese que estaba viciado a True Blood, y cuyo libro favorito era "El Guardián entre el Centeno" [...]

Reapareció ese chico con su camiseta azul, con su barba de 3 días y sus ojeras, con su sonrisa tímida de medio lado. Reapareció después de meses, meses en los que yo había estado encerrada, o ingresada, o enganchada a máquinas y mierda.

Reapareció y reaparecí yo. Sí, creo que en realidad, reaparecí yo. [...] Y entonces, unos meses después, regresé. Ahí estaba yo. Mi mejor amigo me llamó... Le dijo: "Voy a llamar a Niebla, a ver si se viene". Y él dijo: "¿qué Niebla?". Creo que pensó que no me vería más, o al menos no tan pronto, o que me vería peor. No sé lo que pensaba, nunca le pregunté.

[...] Recuerdo la ropa que llevaba yo, siempre recuerdo esos detalles. Llevaba las gafas, no me puse las lentillas. Y no me eché maquillaje, solo me eché rimmel de ese transparente. Me había hecho una trenza a un lado, y aún tenía flequillo. Lo recuerdo perfectamente. Fue por estas fechas, el 9 de octubre. Entré en el bar en el que habíamos conectado bestialmente en aquel cumpleaños y él estaba apoyado en la barra. Saludé al resto de amigos, algunos también hacía mucho que no me veían. Hice como que le tardaba en ver, porque me daba vergüenza, y fue él quien me tocó el codo y dijo: "Niebla... hola". Y sonrió y yo sonreí y dije algo como "No te había visto". Y me abrazó. Fue super raro. Fue muy muy raro. Fui a darle dos besos y él me abrazó. Me dijo: "¿Cómo estás?". Y yo dije sonriendo: "Bien... estoy bien" "¿Estás bien? ¿De verdad?" "Sí..." "Me alegro muchísimo... y me alegro muchísimo de verte...". Y sonreímos como idiotas. Y hablamos de documentales de la segunda guerra mundial, del Holocausto, y del Gran Hermano. Sí, sí, del reality, así somos nosotros, mucha música alternativa, muchos documentales pero luego nos enganchamos al reality más absurdo de todos."

A Juno le dije que "le daba" al Hobbit de plazo hasta el 15 de Octubre (la semana que viene) para decidir algo. Quizás el plazo me lo estaba dando a mí realmente para poder asumir que esto no sigue en ninguna dirección, que no puedo deshacerme de él pero tampoco puedo tenerle. Que no tengo escapatoria ni solución y es hora de que mi mente sea más fuerte que él y que yo y pueda olvidar todo esto.

Porque en noches como las de ayer, digo más de lo que debería llevada por la ira, y cualquier día sale un monólogo en el momento peor. Porque no sé ni lo que siento, si es amor, si es obsesión o si es orgullo.

No le trato bien. A veces sí, me preocupo por él, pero otras le insulto, le recrimino cada cosa que dice... porque no hace lo que yo espero de él. Pero no puede, no puede y ya. Igual que yo no puedo hacer lo que otros esperan de mí, aunque lo intente.

A veces, intento ser cariñosa pero me da miedo. Me da miedo solo tocarle, acercarme. Me da miedo hacerle sentir agobio, presión... En ocasiones me lo nota y me dice cosas como "me gusta que me hagas eso". Pero da igual. No vamos a ningún lado. Ya no.

Se acabó y esta vez debería asumirlo de verdad. Debería convencerme de verdad, ser capaz de verle y no sentir esas mierdas, no necesitar su atención, sus abrazos, el contacto físico.

Porque no, no es para mí. Y no me quiere.



Y aquí estamos, en la fecha que todo empezó a precipitarse... ¿Qué voy a hacer?


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viernes, 7 de octubre de 2011

Seven

Email ¡Tiene dos mensajes¡
Mail Teencontre…Luigui69 quiere conocerte. Su perfil carece  de imagen, actualícelo.
Mail Nº2 Fabrik Calendario de fiestas de este mes… CODE extreme, 15 de octubre.

Pensamiento con e mail 1: joder puta inteligencia artificial, huele que necesito un 69.
Pensamiento con e mail 2: el destino quiere que me encuentre con el gnomo? O.o

Día 7 de octubre… 19.55 de la tarde… maldito 7 de los cojones, es que no me puede salir algo bien los días y los años en los que el 7 esta presente en mi vida¡¡¡

No tengo motivos para dormir, lo intente pero la cabeza va mas rápido que el sueño. Entre vibradores, relaciones, tatoos, y fiestas desfasantes esta la cosa.
Es penoso, pero quizás necesite esa fiesta para empotrarme o ascender de nuevo, en todos los sentidos.
Tengo una ciruela en mi vida, yo también he sido ciruela… y quizás hoy necesite que mi ciruela me de algo de cariño ¬¬ puff  Pero se que lo peor esta por venir… cuando me acueste a su lado y mi cabeza vuelva adelantarse con esa sensación de mal estar, de llanto ahogado, sintiendo que no merezco su cariño, que no merezco nada de nadie, ni del gnomo, ni del ciruelo…ni de mi misma.

domingo, 2 de octubre de 2011

Monstruo



Esta vez no vas a venir a rescatarme. No me vas a levantar si me caigo. No estás. Te acercas cada vez más, pero te alejas cada vez más.

Y es lo mejor. El golpe fue duro. Que me levantaras y luego me dejaras caer fue muy duro. No sé si lo fue más que si nunca me hubieras levantado, ahora ya no podemos saberlo. Tampoco sabremos cómo habrían ocurrido las cosas si no me hubiera vuelto a caer. Y no pude separar dolor real de dolor provocado por tu pérdida. No pude separar tipos de dolor. No supe cuánto me dolía que me dejaras caer, no supe donde acababa ese dolor y empezaba el dolor de saber que había recaído, que estaba enferma otra vez. Fue tanto dolor de golpe que no supe diferenciar, ¿acaso importaba? Dolía igual.

Todavía hoy duele demasiado. No olvido. No olvido cómo desapareciste. Joder, no.

Esas son las cosas graves de la vida, Hobbit, no que tu padre sea calvo y tú creas que vas a correr esa no-suerte.

Pero me dejaste sola. Sola. Confié en ti y me fallaste.

Llevo desde el jueves en fase, o inter-fase, como las células. Qué más da. Estoy mal. Y pendiente de pruebas médicas, y toda la mierda anterior viene a mí. ¿Por qué confié en ti y te lo conté todo? ¿Por qué me dejaste así? ¿Por qué? ¿Por qué me recriminaste que ya no nos reíamos, que no estábamos bien? ¿Cómo iba a estar bien? Si no me mirabas, no me besabas... no me tocabas. Cómo pudiste exigirme a mí estar bien, si luego no te atreves a pronunciar la palabra, no te atreves igual que tanta gente, que tanta gente hipócrita que evita decirla. Pero tú ya lo sabías, y sabías que podía volver a pasar. Yo no te había mentido, ni te pedía nada. Yo no iba a apoyarme en ti en ese sentido. Sé que fue difícil, sé que fue muy raro. Pero ¿POR QUÉ ME DEJASTE SOLA?

No imaginaste ni por un momento cómo me podía sentir yo... No pensaste en mí llamando a tu teléfono apagado, perdida en medio del bar. No pensaste en mi confusión, en mi ansiedad. Fuiste un cobarde, hasta que no pudiste serlo más y me dijiste que "la cosa ya no fluye...". He escrito una entrada eterna de cómo me salvaste. De cómo después de meses sin verte reapareciste, como si alguien hubiera enviado un ángel, como si tú mismo fueras un jodido ángel. Para devolverme la vida, la esperanza, para salvarme. Para decirme que todo iba a salir bien. Y que nunca habías sentido eso por nadie.

Pero todo era mentira. Tus palabras, tu inocencia, mi muro maravilloso, todo mentira. Todo se derrumbó con mi muro, se derrumba cada día, con tu cara, con mi ser. Todo se cae otra vez, porque cuando vuelvo a confiar en ti, vuelves a fallarme. Me salvaste para matarme otra vez. Porque eres un EGOÍSTA. Y un cobarde. No te pedí nada, y nada me diste. Sabías que yo no era de etiquetas, que no quería casarme ni contigo ni con nadie, pero joder, te necesitaba cerca, y tu te marchaste.

No pensaste en mí sola en esa ciudad, madrugando cada día para ir al hospital. Sola, sin mi familia, sin nadie conocido, totalmente sola en una ciudad gigantesca, desconocida y hostil.

No pensaste en mis ganas de llorar, ganas que intentaba controlar permitiéndome hacerlo solo un día a la semana, los miércoles. No sabías que lo que me hacía seguir adelante eran los 20 minutos que hablábamos por el messenger después de comer, y los cafés del viernes cuando llegaba... aún sabiendo que no me querías. Que sí, que antes sí, pero ya no. Aunque te preocupabas, y los fines de semana me abrazabas, estabas pendiente de que no me cansara, de que hubiera sillas, de que me gustara la comida, de que todo estuviera bien allá por donde iba. Y me dabas besos en la mejilla. Y yo pensaba: "le importo algo". Pero después lloraba igual, porque no entendía por qué todo eso tenía que estarme pasando. Porque pensaba que si no hubiera sucedido, aún estaría contigo, que estaríamos en algún bar dando un espectáculo erótico-sexual, o en Las Vegas con Juno, casándonos (Juno y yo, no tú y yo, claro).

Yo no tuve la culpa de caer enferma, maldita sea. Ya lo sé, tú tampoco. Y ya da igual, no podemos volver atrás, y está quedando claro que tampoco podemos ir hacia delante.

Esto no va a ninguna parte. Solo me quieres cuando otros me miran. No me quieres. Y cada día que pasa me decepcionas un poco más, con tu pasotismo, con tu machez, con tu indiferencia a ratos y tus besos de judas al momento. No sientes algo ni parecido a lo que yo siento. No te importo lo más mínimo. NO eres mi amigo.

No eres el que eras. Ya no queda nada de esa inocencia que irradiabas. Se fue toda conmigo. No eres el mismo. No eres siquiera la sombra de lo que eras. Aquel chico tímido, inseguro, que nunca había estado con una chica. ¿En qué te he convertido? He creado un monstruo.

Estoy enamorada de un monstruo.


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sábado, 1 de octubre de 2011

Bicho raro y distimico


Llamada de rigor avisándome de que me dejan tirada, la verdad es que ya estoy acostumbrada, no es algo que resulte nuevo en ella. Si que resulta nuevo que sea ella quien se sienta ofendida O.O es que ya hay que ser cabrona.

La distimia y las hormonas no me dejan seguir con la vida, como bien dice Niebla por teléfono…No puedo con la vida.
Si pido una pistola, es por realmente en ese momento me pegaría un tiro. Estoy tan decepcionada con todo, que me la pela ser egoísta y suicidarme. Todos sabemos que los distimicos no tienen peligro de llegar a suicidarse de verdad, pero sinceramente a mi se me ha pasado varias veces por la cabeza.

Mi existencia es cada vez mas patética, manda huevos que el ciruelo aprovechara un estado de embriagadez total para hacerme hablar… dice que le pedí salir…y desde entonces, estamos juntos. No recuerdo nada, solo a él diciéndome continuamente que me amaba, que me echaba de menos y que viviéramos juntos O.o NO PUEDO CON LA VIDA.

Yo creo que realmente soy subnormal, por que es muy sencillo decir que NO a todo, romper con todo y hacer lo que realmente me de la gana…ya esta bien de pensar en no dañar a los demás y empezar a pensar que es lo que realmente me hace ilusión a mi.

Estoy con el ciruelo, una relación…. Me ahogo, no puedo respirar… tanto amor no es real, todo esto es una obsesión creada en su mente; obsesión como la que yo tenía con el gnomo. Después se le pasara, se fumará, volverá a su ciudad por Navidad y hará como si realmente no existiera.
Algunas veces pienso que me estoy conformando con el ciruelo, se que él me quiere, y yo siento algo…pero ni de lejos similar a lo que sentía por el ser de Mordor. Siempre he tenido claro que no me pienso conformar, pero realmente guardo la esperanza de enamorarme del ciruelo.
Puff enamorarme…otra vez…. Vuelve el ahogo, ¿estoy preparada realmente para volverme a enamorar? Todavía faseo con canciones de odio hacia el gnomo; todavía siento sangrar el alma cuando pienso que me engaño y nunca me quiso.

Tengo un problema mental y lo peor de todo es que ya me da igual. Soy una puta resignada de la vida, una maldita abuela a la que se le ha pasado el arroz. Todas “mis amigas” están emparejadas, casadas, felices…todas menos yo. Soy y seré la eterna soltera… puff joder según escribía esto me he dado cuenta que ya no es así…. Yo también tengo una relación.
Pobre ciruelo, estoy cerrada en banda completamente…nadie merece eso, nadie merece que le intenten querer. Que asco me doy.

Y con esto, regreso de nuevo a la distimia, a la decepción generalizada, a las ganas del suicidio, y me doy cuenta de que todo esta en mi mente, y que realmente puedo cambiarlo. Puedo decidir ser más feliz, o más ilusa… una oveja que sigue al rebaño y que se cubre con un manto de lana para repelerlo todo. Una persona más, una bienqueda, alguien con ilusiones y sueños generalizados, pero…
Va a ser que no… que no me da la gana acostumbrarme; que ser una oveja negra tiene su encanto, y que prefiero sentir dolor, sentirlo muy dentro y tener los huevos de reconocer al mundo que soy un bicho raro.