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domingo, 9 de octubre de 2011

Límites


A veces son tan obvios y otras se difuminan tanto que es difícil saber dónde están en realidad.
Hace unos días escribí una entrada sobre cómo el Hobbit me salvó. Aquí unos estractos de ella:

"Y entonces, cuando estaba hundida... él reapareció. El chico rarito de las fiestas de la universidad, el chico rarito del cumpleaños de la novia de mi mejor amigo. Ese que escuchaba Radiohead y que sabía lo que significaba Wonderwall. Ese que estaba viciado a True Blood, y cuyo libro favorito era "El Guardián entre el Centeno" [...]

Reapareció ese chico con su camiseta azul, con su barba de 3 días y sus ojeras, con su sonrisa tímida de medio lado. Reapareció después de meses, meses en los que yo había estado encerrada, o ingresada, o enganchada a máquinas y mierda.

Reapareció y reaparecí yo. Sí, creo que en realidad, reaparecí yo. [...] Y entonces, unos meses después, regresé. Ahí estaba yo. Mi mejor amigo me llamó... Le dijo: "Voy a llamar a Niebla, a ver si se viene". Y él dijo: "¿qué Niebla?". Creo que pensó que no me vería más, o al menos no tan pronto, o que me vería peor. No sé lo que pensaba, nunca le pregunté.

[...] Recuerdo la ropa que llevaba yo, siempre recuerdo esos detalles. Llevaba las gafas, no me puse las lentillas. Y no me eché maquillaje, solo me eché rimmel de ese transparente. Me había hecho una trenza a un lado, y aún tenía flequillo. Lo recuerdo perfectamente. Fue por estas fechas, el 9 de octubre. Entré en el bar en el que habíamos conectado bestialmente en aquel cumpleaños y él estaba apoyado en la barra. Saludé al resto de amigos, algunos también hacía mucho que no me veían. Hice como que le tardaba en ver, porque me daba vergüenza, y fue él quien me tocó el codo y dijo: "Niebla... hola". Y sonrió y yo sonreí y dije algo como "No te había visto". Y me abrazó. Fue super raro. Fue muy muy raro. Fui a darle dos besos y él me abrazó. Me dijo: "¿Cómo estás?". Y yo dije sonriendo: "Bien... estoy bien" "¿Estás bien? ¿De verdad?" "Sí..." "Me alegro muchísimo... y me alegro muchísimo de verte...". Y sonreímos como idiotas. Y hablamos de documentales de la segunda guerra mundial, del Holocausto, y del Gran Hermano. Sí, sí, del reality, así somos nosotros, mucha música alternativa, muchos documentales pero luego nos enganchamos al reality más absurdo de todos."

A Juno le dije que "le daba" al Hobbit de plazo hasta el 15 de Octubre (la semana que viene) para decidir algo. Quizás el plazo me lo estaba dando a mí realmente para poder asumir que esto no sigue en ninguna dirección, que no puedo deshacerme de él pero tampoco puedo tenerle. Que no tengo escapatoria ni solución y es hora de que mi mente sea más fuerte que él y que yo y pueda olvidar todo esto.

Porque en noches como las de ayer, digo más de lo que debería llevada por la ira, y cualquier día sale un monólogo en el momento peor. Porque no sé ni lo que siento, si es amor, si es obsesión o si es orgullo.

No le trato bien. A veces sí, me preocupo por él, pero otras le insulto, le recrimino cada cosa que dice... porque no hace lo que yo espero de él. Pero no puede, no puede y ya. Igual que yo no puedo hacer lo que otros esperan de mí, aunque lo intente.

A veces, intento ser cariñosa pero me da miedo. Me da miedo solo tocarle, acercarme. Me da miedo hacerle sentir agobio, presión... En ocasiones me lo nota y me dice cosas como "me gusta que me hagas eso". Pero da igual. No vamos a ningún lado. Ya no.

Se acabó y esta vez debería asumirlo de verdad. Debería convencerme de verdad, ser capaz de verle y no sentir esas mierdas, no necesitar su atención, sus abrazos, el contacto físico.

Porque no, no es para mí. Y no me quiere.



Y aquí estamos, en la fecha que todo empezó a precipitarse... ¿Qué voy a hacer?


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1 comentario :

Nikki dijo...

A veces esperamos demasiado de otras personas, sólo porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho más por ellos...