-->

viernes, 8 de marzo de 2013

Será tu voz...

Siempre me ha gustado mucho la canción "Moriría por vos", de Amaral, y especialmente su videoclip. Algo así me ha ocurrido ya alguna vez y me puede ocurrir hoy, pero cambiando el gato por un perro (mi perro) y la programación de su tele por el Salvame Deluxe, la teletienda o el pokerstar.

Ayer el Hobbit y yo nos envíamos 14 mails uno al otro (él desde el trabajo todos, así trabajaba, así, así), así que me va a sentar bastante mal cuando hoy no me llame para quedar después de haberme dicho por teléfono el otro día que el viernes me contaría tal o cual o me daría sus exámenes de inglés, etc. Ayer ni siquiera me dijo que venía, aunque lo doy por hecho. Si no viene ya entonces sí  que me va a sentar fatal.

Tengo pensada la ropa que me pondría y pensé en lavarme el pelo y planchármeloahora al mediodía, pero como no me va a llamar y mañana saldré con Pé y mi amiga de la infancia a tomar unas cañas, pues me espero por si acaso. Además, mañana, si está aquí, le veré casi seguro.

La verdad es que me muero de ganas... Y casi prefiero verle mañana por la noche porque el abrazo que le daría no daría cante ninguno en ese contexto, mientras que en medio de la calle a las 7 o las 8 de la tarde de hoy y en un estado de absoluta sobriedad, conociéndole, es posible que yo quedase como una retrasada mental. Imagino que llegará agotado del viaje y de la semana en general, se conectará a internet (en el mejor de los casos) y hablaremos (también en el mejor de los casos, porque yo no voy a hablar primero y este capaz de no hacerlo). Utilizaría la táctica del rodeo que él usa, diciéndole que tengo que ir a hacer unas fotocopias y recoger unos apuntes a la fotocopiadora donde dejan las cosas de la universidad, que está a unos 3 minutos o menos de su casa (es cierto pero no me corre demasiada prisa tampoco y se me acaba de ocurrir como escusa mientras lo escribía). La misma táctica me ha funcionado en varias ocasiones del pasado ya, aunque es tan obvio que es una excusa que una de las veces que supuestamente los dos íbamos a encuadernar algo, nos volvimos a las diez de la noche a casa sin haber encuadernado ninguno nada. Pero, eh, que no queríamos tomar un café juntos ni nada, sólo se dio la coincidencia de "tengo que ir a encuadernar un trabajo a la fotocopiadora al lado de tu casa" y "eh, pues yo también tengo que encuadernar unas cosas, podemos quedar y vamos juntos". Así somos este ser y yo. Supongo que cada vez entenderéis mejor nuestra incapacidad para decirnos las cosas claras.

Estas dos últimas noches he tenido sueños patéticos con él. Es cierto que ni en sueños mis sueños se cumplen, porque siempre desconfío o él me recuerda de algún modo que no somos nada. Si no lo hace y todo va bien entonces empiezo a sospechar que estoy soñando. En estos sueños estábamos en ambos tumbados abrazados, en uno en el parque que hay cerca de mi casa y en el otro en una tienda de campaña (estaríamos de vacaciones). Nuestros amigos alrededor comentaban que para no ser nada estabamos siempre más juntos de lo normal y que si el Hobbit no quería nada que más le valdría alejarse ya y dejar de joderme. Me acorde, en el sueño, de varios concursantes del Gran Hermano que andan con "juegos" similares. Ya hemos dicho muchas veces el Hobbit y yo, medio en coña medio en serio, que si esos desalmados de tele5 supieran nuestra historia iríamos de cabeza ambos a la casa. También que yo posiblemente acabase ganando gracias a él y que la Milá me amaría y a él le odiaría. Pero esto no es Gran Hermano, es la vida real, y nadie me va a dar 50 millones por aguantar y sufrir en silencio todo lo concerniente a nuestra no-relación.

Anoche le mandé un último email para comentarle algo del examen de inglés que ha cambiado (él lo suspendió y quiere volver a examinarse) y ni siquiera me ha contestado hoy, cuando sé bien que los viernes es cuando más tiempo libre tiene en el trabajo porque está en otro departamento y, de hecho, normalmente es el único día que escribe desde allí.

Me ha dicho varias veces que no piense nunca en la opción retorcida de su comportamiento, que siempre es la opción simple, aunque eso signifique que es tonto. "En serio, soy así de tonto", me dijo cuando le pregunté en navidad si de verdad no sabía que yo era su amigo invisible o estaba haciéndose el tonto para que yo no perdiese la ilusión. Pero luego... la realidad me ha ido demostrando que no, que aunque casi siempre es lo más simple, en las cuestiones importantes su pensamiento se aproxima más a lo rebuscado.

Veremos si me llama, si me habla, si quedamos... 

Feliz fin de semana y divertíos.



PD: Fijáos si tengo un problema de contención al escribir que soy incapaz de hacer los writtings de inglés sin pasarme de las palabras que me piden. Mal mal lo paso para reducir, eh. El colmo ya de mi charlatanería.

No hay comentarios :