Cama, a ti sí que te quiero

El puto guasap no deja de sonar o vibrar o lo que sea.

Hacer una cena en mi casa a la que él también estaba invitado es, probablemente, la peor idea que he tenido en mucho tiempo.

-¿A que el día que me mandaste aquel whatsapp habías estado mirando fotos nuestras?

Oh, Dios, pégate un tiro, muérete ya. O pégamelo a mí.

Sonrisa, mirada, sonrisa, mirad, abrazo...

-Antes molabas tanto... Cuando te conocí eras un cuitadico y ahora... eres otra persona.

Y es mentira, porque en el fondo es el mismo. Y yo también, me cago en la puta. ME CAGO EN LA PUTA.

Enajenación mental. Puf.

¿POR QUÉ? ¿QUÉ MIERDA LE PASA A MI CEREBRO? Era el olor, la voz, la camiseta de rayas... el puto hoyuelo.

Ahora quiero y no quiero. Quiero seguir viéndole. Ya me ha dicho toda su agenda navideña para que quedemos. Quiero y no quiero. Porque no me quiere. Y yo... joder. ¿Le quiero? ¿Qué es esto? MIERDA.

Lo intenté todo, joder, TODO. ¡Si hasta me fui del país! Y me iré otra vez. Sí, porque me tengo que ir. Me tengo que ir.

No me quiere. ¿Me oyes, Nit? NO TE QUIERE. NO.

-Yo creo que te quiere, pero a su manera...

No, Pé. No, Amy. No, amiga de la infancia. NO ME QUIERE.

-Ya no me quieres...

¿Ya no te quiero? ¿Qué se supone que tengo que contestar a eso, puto Hobbit de mierda? ¿Ya no te quiero? ¿YA NO TE QUIERO? ¿Y tú? ¿Tú me has querido alguna puta vez en tu jodida vida? ¿Aunque fuera un maldito microsegundo?

En Abril me voy. Un mes a Inglaterra. Es poco tiempo pero he tenido mucha suerte, el trabajo es puto oro para el currículum. Después, si todo sale "bien", me voy a Irlanda 6 meses. Lo tengo apalabrado pero tengo la entrevista por video conferencia después de Navidad. Y lo veía bien, unas posibilidades del 95% o así,  aunque me parece raro que las cosas me salgan tan bien, porque no es lo normal en mí.

-Qué optimista -me dijo el Hobbit cuando se lo conté en Octubre. Porque cuando hace una semana le conté que ya tenía la plaza de Inglaterra y la otra prácticamente su reacción fue más o menos la misma que si se lo hubiera contado a un ficus.

Y el whatsapp sigue sonando.

Y mi cabeza sigue sin funcionar bien. Es como si hubiera vuelto 2 años atrás, más o menos. Pero peor.