Siempre hay un momento en que el camino se bifurca. Cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir.
Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña; no pasa nada… estamos hechos el uno para el otro. Al final estará ella.
Pero al final solo ocurre una cosa… Llega el puto invierno, y de repente te das cuenta que todo a terminado, de verdad…
Ya no hay vuelta atrás. Lo sientes; y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo, y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas. Mucho antes…
Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez y por mucho que te esfuerces, ya no volverás a sentir lo mismo. Ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo…
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