-->

domingo, 7 de octubre de 2012



Los errores se deberían de poder paliar cuando los dos quieren hacerlo. Pero. Pero. Siempre pero. 

A veces sí es demasiado tarde. A veces no hay segunda oportunidad por mucho que te machaques los nudillos contra la puerta, y grites y llores y pierdas el control que tanto te costó mantener durante tanto tiempo. Nunca sabré dónde terminó todo de verdad, en qué momento se perdió para siempre la posibilidad de que las cosas fueran como al principio. Aquella noche del golpe de estado cuando él lo repetía… “Yo quiero que vuelva a ser como al principio…” y yo sentencié: “Despierta, nada va a ser ya como al principio”.  Quizás yo lapidé el principio, una y otra vez. Ahora ya da igual.

Cogeré mi pastilla de 40mg  y para dentro. Después, unos treinta minutos después, cuando esté a punto de alcanzar su techo terapéutico, haré click sobre wonderwall. Luego haré click sobre todas esas fotos. Haré click sobre el principio. El principio. Haré click sobre el jodido principio, haré que el principio deje de doler. Haré que para mí el principio sea como para ti. Destruiré el dolor que me provoca la felicidad del principio, el dolor que me provocas tú. Me lo cargaré. Será el final del principio. Porque ya no puedo ser el error sin el que no puedes vivir. Porque yo quiero poder vivir sin ese error, joder. El final del principio.

El final del principio.

.

No hay comentarios :