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viernes, 4 de mayo de 2012

Otra vez no...


Las voces vuelven... O debería decir la voz, porque ya viene en solitario. Debería decir la zorra que quiere "algo" con el Hobbit. La que desde que supo que yo existía dice que no quiere nada (ya, por eso vuelves...). La que habla demasiado y nadie sabe donde acaban sus verdades y empiezan sus mentiras.

No la llamo zorra porque quiera loqueseaquequiere con el Hobbit, la llamo zorra porque ha demostrado ser una zorra. No soy machista ni soy de echar culpas a terceras personas ni a tías. Y ya sé que no tengo nada con el Hobbit ("nada"... ojalá de verdad fuera de ese modo), así que preferiría que la gente se ahorrase sus putos "consejos" o frases tipo "tú ya no estás con él". Vomito y defeco sobre esos consejos y, sobre todo, sobre esa frase. Estoy hasta los putos hígados de escuchar ciertas cosas. Me estaría giñando en ellas hasta la deshidratación porque el hecho de que yo ya no esté con él no significa que yo sea de piedra, que sea un puto ser sin sentimientos y que tenga que presenciar según qué cosas cuando han pasado apenas dos meses y con el añadido de lo zorra que es esta tía, que encima va de buena. Y esto no es gratuito ni irracional como mi temor a la Gafapasta (que desde un principio dije que era maja, que teníamos muchas cosas en común y demás). Esto es diferente, esta chica es distinta, es lo contrario a la Gafapasta y por extensión lo contrario a mí.

La última vez que apareció, se fue incomodada por mi sola presencia (bueno, y porque el Hobbit me acompañaba hasta a mear, literalmente). Y en una de esas meadas, confesó a un amigo en el descansillo del baño que "Yo quiero a Niebla, tío", seguido de su discurso sobre nuestra falta de entendimiento, nuestra relación imposible... Pero vuelve y yo le doy 1837530394 vueltas a las mierdas que cuenta, a pesar de los ruegos del Hobbit porque filtre y piense en que "tú me conoces" (¬¬ ¿en serio?).

Quizás parezco una obsesa, quizás sí sea una obsesiva, pero dudo que estar en mi situación pueda resultar agradable para alguien. Ahora he visto las intenciones de la tía esta para mañana y ya no he sido capaz ni de cenar... Ella no me espera, seguramente se cague mentalmente en toda mi familia cuando me vea, si es que al final no decido recluirme en casa. Porque no puedo dejar de pensar... ¿qué hago? ¿qué hago?

Que se vaya, joder, que se vaya.

1 comentario :

Desventuras dijo...

Hola!
explorando por blogger os hemos encontrado y la verdad que nos ha gustado mucho vuestro blog, así que os seguimos :)
Y sobre esta entrada decir que mientras leíamos con ciertas cosas nos sentíamos identificadas.
Nos iremos pasando para seguir leyendo.
Os invitamos a pasaros por el nuestro cuando queráis.
Un saludo