Que B me acompañe.

Siento decepcionaros y lo siento, Juno, pero acabo de echar de menos al Hobbit. Ha sido un milisegundo, pero muy intenso.

Lo cierto es que, aunque ayer me dediqué a escribir una divagación algo extraña, la noche anterior releí todos los mensajes desde la noche del sábado. Y no eran para tanto... (cara de vergüenza máxima). A ver, se vislumbra anulación, y por eso todo mi disgusto. Pero, en serio, se vislumbra más algo como inicio de asperger. He decidido tener algo de fe en la humanidad (¿quién eres tú y qué has hecho conmigo?) y ahora SÍ QUIERO. Quiero que me pida perdón, quiero que se dé cuenta de que lo ha hecho mal. Y si no lo hace, sí que me decepcionaré. En mi mente le estoy dando una oportunidad, y él no lo sabe. Y a su posible alusión de si sigo cabreada o "pissed off" (me lo dice cuando nos enfadamos y quiere arreglarlo) le diré con voz de cansancio pero no de encabronamiento que... "No estoy cabreada, Hobbit, ya creo que ni siquiera estoy triste... Estoy cansada y decepcionada... así que si quieres decirme algo dímelo ahora y ya está, lo quiero oír. Si no quieres ni hablar de ello entonces... a ver, yo no voy a estar a mal contigo y menos ahora que nos vamos a ver todos los días, pero saludarnos y poco más, de verdad, no te acerques más porque no tengo ganas... Y el whatsapp, el facebook y por supuesto las llamadas se acabaron. Parece que no entiendes nada y seguir mareando la perdiz es una estupidez".

Perdiz mareadilla.

-¿Vas a ser capaz de decirle eso?-me dice Junito, que está tan quemada con la vida que ahora hasta es literal (se ha hecho una quemadura de segundo grado bastante grande la pobre mujer; el chiste es suyo).
-Sí, lo he ensayado, ya me sale sin llorar, jajaja.
-Ojalá lo hagas. No dejes que nadie te anule; no te lo digo porque te ame (que te amo mazo) pero como persona vales cien veces más que él. Físicamente es absurdo siquiera planteárselo.
-¡Juno!
-¡Tiene cara de rancio, joder! ¡Es un puto feo!

Entonces me llega un whatsapp de Pé:

"Niebli, cari, como se llama el rimmel que usas? Porque el sábado lloraste un montón y no se te corrió ni pizca jajaja. Es que me voy a la playa con 'el apoderado cowboy' y lo quiero comprar antes de irme"

 Obviamente el 'apoderado cowboy' es un apodo, el apodo que el Hobbit y yo le pusimos a su novio. Si alguna vez al Hobbit le diera por buscar tal cosa en google, llegaría aquí. Un beso, cari, quién sabe, igual llegas a leer esto cuando ya te haya mandado a la puta mierda y te estés arrastrando como un gusano.

Con amor.

Pasado ese arranque de odio repentino os diré que acabo de comprar una parte de arriba del bikini por internet, a Decathlon, porque el que compré lo veo ahora un poco pequeño y eso que soy planérrima, pero fue un poco precipitado (¿Sí, Niebla? ¡No me digas!).

Y ayer me compré unas gafas de hipster y ahora veo el mundo con otros ojos (me había subido 1.5 dioptrías la miopía, la de los ojos, aunque la mental también, así que aproveché la oferta de un escaparate de una óptica a la que no había entrado nunca). He adquirido unas monturas que me gustan mucho, aunque sean más grandes que las otras que tenía porque ahora parece imposible comprarse unas monturas de pasta que no sean del tamaño de Australia, pero me veo bien y he notado que la gente desconocida (como los/as dependientes/as de las tiendas) me sonríen mucho más, a lo mejor es porque son casi rosas (¿ein? Sí). También creo que me están poseyendo poco a poco, porque ayer le saqué una foto a un capuchino y esta mañana he puesto un dvd de la BBC sobre el fonde oceánico.

Venga, va, tengo la casa llena de dvds de documentales (sobre todo de zonas polares y de océanos) de la BBC y de National Geographic (estaba suscrita cuando tenía un trabajo con un sueldo de más de 1000 euros, ¡qué tiempos aquellos!) Pero claro, estas cosas no las puedes contar por ahí, porque si no creen que vas de megaculta, de gafapasta moderna, como ya le pasa a la Gafapasta Moderna, a la que ahora amo.

Total, que ya tengo un cacahuete en el bolso preparado para tirarle al Hobbit cuando me vea y haga el chiste de rigor (es mentira, pero tengo lacasitos y sugus y no os digo yo que no compre cacahuetes ahora).

Y aún con todos estos arranques, I keep faith, claro que sí. Ayer vi que los flashes a los que soy adicta (los de comer, no los de los momentos fatídicos con ese ser) tienen 1 caloría por unidad, podría comerme 50 y me engordarían menos que una manzana, ¿véis como aún aún hay esperanza? Creo que hasta adelgazaría, porque si me comiera 50 fijo que me tiraba tres días con sus noches intimando con el señor Roca.

Esto es todo. Es probable que hoy escriba dos o tres veces. Me he despertado a las 6 de la mañana; estoy bastante inquieta (¡Oh, no por B, ¿en serio? ¬¬). El Hobbit llegará sobre las 6 de la tarde, tenemos paellada al mediodía con la peña; hoy empiezan las fiestas y os juro que estoy hasta emocionada. Creo que es el año que más lo estoy, no sé si será por la camiseta.

Esta es la trasera de mi camiseta. He tuneado el color con el paint.

Pero, como he dicho, viene él y tengo mucho miedo. Creo que al final me quedaré bloqueadísima y parecá que la que tiene Asperger soy yo. Tengo que pasar por casa a por una sudadera que aquí por las noches refresca y a hacer el relevo de cuidar a mi abuela, así que andaré como una hora o así por aquí para la hora de la cena, cuando seguro que ya estaré hecha mierda y me cagaré en esta entrada y en mi absurda fe.

Me marcho que he quedado con una amiga para ir a... ¡EL RASTRO! Fuck yeah! Llevo 15 euros y de ahí tiene que salir también la caña. Además, creo que ya he cubierto mi cupo de materialismo para insensibilizarme por esta vez, así que volveré a mi estado habitual en el que no me compro nada a no ser que esté absolutamente convencida de que está hecho para mí (como la cartera de Hello Kitty muriendo agónicamente o los pendientes que me compré ayer por 3 eurillos).

Pendientes que gritaban: ¡llévanos a casa!

Un abrazo y feliz fin de semana.