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viernes, 26 de agosto de 2011

If you won't save me please don't waste my time

Muchas veces he ido a poner esa frase en el estado del maldito tuenti, pensando en el hobbit, aunque en la canción original esté referido a Dios.

Hoy me he levantado obeliscada.

¡Niebla, maldita sea, deja de soñar con las putas criaturas del bosque! No sé si me destroza más soñar con el Duendecillo Pecoso o con el Hobbit. Bah, no sé tampoco si tiene importancia, aunque el duendecillo siempre ha dolido más. Ha dolido más porque le he querido más y él me ha querido a mí (no pongo más, porque el Hobbit simplemente no me quiere ni me quiso ni creo que me vaya a querer, pero tampoco lo espero).


ENCUENTRO (frustrado) CON EL HOBBIT

No estaba. En la quedada del miércoles no estaba. Buff, suspiro de alivio.

Unas horas antes de ir, me di una vuelta por las redes sociales y respiré bastante aliviada pensando que si no se había conectado a internet, era probable que ninguno de mis amigos le hubieran avisado. Llegué media hora tarde (ya había avisado) y no estaba allí, así que respiré tranquila, porque aunque él es de llegar aún más tarde que yo, mi mejor amigo me hubiera dicho que iba a venir antes de que me hubiese dado tiempo a poner el culo en el asiento. Por lo demás, una tarde tranquila y normal. Aunque ya hacia el final salió su nombre en la conversación y me sorprendo a mí misma de cómo se pone en alerta todo mi cuerpo. Me acelero y pido que repitan las cosas, quiero saberlo todo de lo que dicen de él. Por suerte me di cuenta en unos segundos y me contuve, al menos aparentemente. Lo que decían era que no sabían nada de él (excepto una que le había visto hacía 2 días), y por eso tampoco le habían llamado para salir esa tarde. Y que alguien le había preguntado a la Gafapasta Moderna en una red social si sabía algo de él y había contestado que llevaba un mes sin saber nada. Yo lo que sé es que estuvo en las fiestas de La Comarca, que son su debilidad y le habían etiquetado en 3 fotos allí, 3 fotos que yo no pude evitar mirar, pero lo justo y necesario, sin pensar más ni malinterpretar, sin fijarme apenas en las chicas que salían en ellas. La verdad es que las miré con algo de desprecio (las fotos, no las chicas), miré con desprecio las caras de falsa felicidad de él, esa felicidad producida por el alcohol, rodeado de gente más pequeña que él y mucho más pequeña que yo. La gente con la que no tiene que HABLAR, la gente que le hace feliz.

Y hasta entonces podríamos decir que la tarde no me afectó en nada y encima me enteré de que el susodicho iba a estudiar el grado de su carrera en la ciudad de Juno el año que viene y no se iría a 300 km como venía amenazando ya cuando estábamos en Disney Channel, o sea, estas Navidades.

Pero de camino a casa con la amiga que le había visto hacía dos días, surgió la conversación que surge tantas veces con tantos amigos cuando uno de los dos nos quedamos a solas con ellos: "Bueno, y tú y Hobbit, ¿qué?". Aunque el miércoles no fue esa la pregunta porque parecía saber ella más que yo. Fue algo así como: "Y tú y Hobbit nada, ¿no?". Antes de que pudiera contestar volvió a decir: "Porque el lunes lo primero que me preguntó cuando me lo encontré fue si había hablado contigo, que él te había mandado un mensaje al tuenti hacía dos semanas y un sms la semana pasada y no le habías contestado a nada, que si estabas bien". Las neuronas se me cruzan de forma violenta y digo con más bien poca calma: "¿A mí? -me río cínicamente-. A mí no me ha mandado nada". Aparte de que si está preocupado, existen los teléfonos. Entonces pensé que tuve el móvil unos días apagado, que los sms llegaron con retraso, y recuerdé que tengo 9 sms sin abrir siquiera porque mirando por encima me parecieron todos de llamadas perdidas (algunas de Juno, por ejemplo). Así que no esperé un segundo y me puse a abrir sms delante de mi amiga y allí apareció, era de hacía sólo 4 días:

"Niebla! ktal? k ace muxo k no se d ti!xd vas al cumple de X? aver si nos vemos!bsotes!!"

No cambia, no. Y no creo que vaya al cumple de X, que es este sábado, o sea , mañana. Al leer el sms en voz alta mi amiga dijo: "Sí, me preguntó si ibas al cumpleaños y le dije que no sabía porque no te cae muy bien X y nunca ibas y él me dijo que el año pasado te habías pasado sobre las 12 que él se acordaba perfectamente". Como para no acordarse, yo también me acuerdo perfectamente, me acuerdo hasta de la ropa que llevábamos. Y parece mentira que haga un año. Ese día fue el día que exploté una bomba de relojería en su cara. Y no, no fue el día que "me declaré". Fue el día que, viendo que le gustaba, le solté una verdad que no debería haber soltado, porque veía que se me iba a lanzar y sentía que no podía ocultarle algo así, aunque no fuéramos nada. Y se lo dije, le confié algo que no debería haberle confiado, supongo que era porque llevaba la camiseta esa azul que le gusta tanto y dicen que las personas vestidas de azul dan confianza. De alguna extraña forma ese día fue el comienzo de otra cosa, cambió nuestra forma de relacionarnos, como si a partir de ese día tuviéramos un secreto, como si hubiéramos pasado a otro nivel de confianza saltando un jodido precipicio. Pero esos precipicios de confianza siempre soy yo quien los salta mientras él se queda mirando, por eso me duele tanto cuando me dice que "con las cosas que nos hemos contado, eres una persona importante para mí". Me jode porque de cien cosas que yo le he contado, ahora mismo sólo puede recordar un momento en el que él me haya confiado algo de verdad, algo que sólo sé yo, y fue ya después, después de "dejarme". A él le acojonó tanto el precipicio del cumpleaños de X, que después de cruzar tres emails la semana siguiente, desapareció totalmente hasta Noviembre, cuando al vernos otra vez fue la puta locura... Todavía al acordarme pienso que nos pasaba algo en las hormonas porque todo ese énfasis y atracción que estalló entonces no era normal. Estalló todo.


Y ya está, ni siquiera era esto lo que quería contar, pero empiezo a divagar y esto es lo que pasa...
Y no, el mensaje de tuenti que él dice no existe o no me ha llegado. Supongo que tengo que pensar si el del móvil es suficiente, o qué. Ojalá se pirase a 300km a estudiar su querido grado superior y no tuviera que verle, porque cada vez estoy más convencida de que es lo mejor.

Mis entradas cada vez parecen más un diario y menos un blog, qué desastre.



Edito: Nieblas que son tan lerdas que al copiar el sms ponen su nombre de pila de verdad. Cualquier día nos reconoce alguien y entonces sí que se arma la de B es Y, xD.

1 comentario :

Anónimo dijo...

jJAJAJJAJAJA Sabes que aunque pongas el nombre de verdad.... el hobbit ni se molestara en buscar nada...
Y sinceramente, en mi caso, si el gnomo hubierada dado con el blog...ME LA PELA...