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jueves, 7 de junio de 2012

El diario de Noah. Diciembre 2011

Caigo, y de nuevo veo El diario de Noah.

Realmente estoy bien, recuperada, con la cabeza sobre los hombros; en mitad de mi ciclo hormonal, con ciertos bajones y subidas.

Y mientras Alice y Noah vuelven a encontrarse y vuelven a luchar juntos, es inevitable que vuelva a la cabeza el gnomo. Pensé que éramos Noah y Alice, que nos encontrábamos 10 años después y para mi fue como si jamás hubiera terminado. Sentí ese amor loco, esa irreflexión, como el calor inundaba cada parte de mi cuerpo…
Finalmente, no fuimos Noah y Alice, por que él realmente no me quería o no quería arriesgar. Siempre fue demasiado complicado estar conmigo.
Y mientras escribo voy calmando mi alma. Consigo retener las lágrimas dentro de mis ojos; vuelvo a respirar y a centrar de nuevo mis pensamientos.

Por que dos y dos nunca tienen que dar cuatro, para gustos los colores, y para muestra un botón.
Si la vida fuera como las películas, o la películas fueran como la vida ¿me sentiría así ahora? A veces perdida, agobiada, cínica, desorientada, sin ilusión; otras esperanzada, sorprendida, vislumbrando un futuro feliz.

Deje de preguntarme el por que de muchas cosas, tengo claro que el sino esta escrito. Las cartas me alumbran con mi nuevo ángel, y se hunden con el gnomo anterior. La vida no es mas que una mesa de juego; unas veces ganas, otras pierdes, pero en mi opinión la emoción es jugar, y jugar para ganar.
He sido una perdedora toda mi vida, pero ya no quiero serlo más.

Me da pena ver que el gnomo ha perdido el rumbo. Quizás solo sea una apreciación mía. De nuevo ha vuelto a la ambrosia, a la locura, a vivir sin vida, a una felicidad falsa.
En muchos momentos le deseo lo mismo con lo que él me obsequio a mi, que sintiera ese dolor que te atraviesa el corazón dejándolo desprovisto de movimiento. Pero no… en realidad lo que deseo es que sea consciente del daño que hizo, que le duela…pero nada mas.

Y escribiendo siempre en primera persona, es como si yo jamás metiera la pata, ni hiciera daño a nadie, pero no es así, soy una maldita humana que hiere corazones, mata ilusiones y sueña despierta con una venganza que jamás realizará.


Junio 2012. El gnomo se ha enamorado de la mayor zorra de la ciudad, admitiéndolo públicamente en las redes sociales, mientras ella sigue enamorada de su ex...
El ciruelo... piensa que las cosas malas que le pueden perseguir vienen de mi, como si realmente me importara que se tirara por la ventana.

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