-->

miércoles, 30 de enero de 2013

Cuanto más conozco a los humanos...

...más quiero a mi Hobbit.

Pero sigo sin entenderle. Y ayer sucumbí otra vez. A veces funciona como un adolescente inmaduro, que cuando pasas de él vuelve con el rabo entre las piernas, aunque le cuesta, la verdad es que le cuesta. Pero tras tanta insistencia y la mala experiencia del café con el físico, ¿cómo no iba a quedar con él? Si me ofreció hasta venir a buscarme... No sabéis lo que es eso para él, el esfuerzo que le supone. Así que con un margen de apenas media hora, me vestí, me peiné como pude y salí a su encuentro tras casi 3 semanas sin verlo. Y mientras bajaba las escaleras, no sé por qué, recordé cómo al principio, cuando quedábamos y me veía venir, sonreía hasta que los hoyuelos esos suyos que tan loca me volvían casi se le metían por las orejas. Joder, a lo mejor estábamos a 50 metros todavía, pero en cuanto se cruzaban nuestras miradas sonreía como un idiota. En realidad mucho antes de empezar nada, ya sonreía como un idiota cuando me veía venir. Por eso, entre otras cosas, me di cuenta de que al "chico ese rarito amigo de J" le pasaba algo conmigo. Ya no sonríe así, pensé melancólica mientras bajaba las escaleras. Ojalá sonriera así... Joder, ojalá lo hiciera otra vez. 

Esa mañana, al volver del campus y pasar por delante de su casa, me di cuenta, de repente, del rodeo que había tenido que dar el día antes de ir a ver Frankeweenie, para pasar por delante de la puerta de mi facultad. Luego pensé en el cine, en la cena, en esos días de fiesta, en sus frases tipo "No puedo decirte lo que estoy pensando porque sería la perdición para los dos". Siempre me doy cuenta a toro pasado. Bueno, en realidad me di cuenta, pero siempre me bloqueo, porque tengo mucho miedo. Y los otoños y los inviernos son nuestros, siempre lo son. Pero da miedo. Ahora ya, ahora ya no es el momento.

Allí estaba, esa bufanda no se la conocía. 

Sonrió. Maldita sea, quedaban aún 50 metros, más de 15 personas entre medias y allí estaba, mirándome y sonriendo. Justo como recordaba. ¡Está haciéndolo!, pensé. Y claro, sonreí también. 

Le conté lo que me había molestado. Ya lo sabía. Sí, y yo sabía que lo sabía. Pero nunca pide perdón. Y dijo que había sido un malentendido. También sabía que diría eso. 

He soñado con él hoy, aunque no recuerdo muy bien el qué, pero era agradable. No debería haber quedado con él. Yo no sé hacer esto. No sé irme. Sigo esperando a que lo haga él, sabiendo que si finalmente se va a trabajar fuera del país, lo voy a pasar muy mal. Que quizás sea lo mejor, sí, pero lo voy a pasar muy mal. Y son 6 meses y pienso muchas cosas, algunas muy nocivas. Pienso que quizás sea lo que haga que todo tenga un fin, un final, ya sea feliz para los dos o solo para uno. Pienso que tal vez después de 6 meses se de cuenta de cuánto hacemos el idiota y quiera... quererme mejor. O que encuentre por fin a ese alguien perfecto que busca, sin inestabilidades emocionales pero con toda la molonidad del mundo. Yo creo que no existe, pero quién sabe... A lo mejor encuentra a alguien. Eso también sirve como final. 

Últimamente vuelven recuerdos altamente tóxicos, y en parte es porque se acerca esa mierda de fiesta, esa donde empezó todo y también donde acabó. Y veo su jodida cara allí arriba, delante de aquellos cientos de personas. Veo sus putos ojos verdes, llorando mientras me dicen que "No, Niebla, tú nunca has estado enamorada de mí... Tú... Yo... yo solo estaba ahí en ese momento en que tú necesitabas a alguien, pero... podría haber sido... podría haber sido cualquier otro". Joder, monitor borroso. Todavía escuece. Le dije que por favor me mirase a los ojos. Él se mordía los labios para aguantarse las lagrimillas sin éxito y decía "no..." a mis "Mírame, por favor".

"Yo te quiero. Joder, TE QUIERO". Era la primera vez que se lo decía. Un error como una casa. No el decírselo en ese momento, sino el no haberlo hecho antes. El negaba con la cabeza. Los dos llorábamos. Estábamos dentro de una jodida escena de ficción, de alguna película o serie patética, en donde al final la pareja se abraza y, joder, cómo se aman. Pero no era ficción. Era demasiado tarde. Hacía tiempo que lo era, yo debí haberme dado cuenta. Los dos debimos hablar antes, pero no conocíamos suficientemente al otro, ni confiábamos en nosotros mismos. El otro no nos quería, y ya, eso es lo que había, eso es lo que pensábamos.

No sé si me mintió ese día, o me mintió los días siguientes cuando me dijo que ya nunca había vuelto a sentir lo que sentía al principio. O quizás me mintió al principio. Tiendo a pensar que no, que era verdad aquello de que ambos sentimos que habíamos encontrado al otro y que nos había encontrado a nosotros, que era la primera vez que sucedía, de esa forma absurda, como en esas estúpidas películas. Le recuerdo llorando y creo que si le dolía así, era porque lo había sentido, pero también me di cuenta de que nunca fue feliz conmigo, pero porque no se dejó a sí mismo serlo. En lugar de disfrutarlo, de pensar que la chica que veía como imposible ya no lo era, que la chica que le había gustado durante tantos meses estaba ahí y era suya, pensó que no podía ser verdad, que sólo lo usaba y no lo quería. Reconozco que mis frases negando que fuéramos novios o aclarando que yo solo quería vivir el momento y no ponerle nombre a nada no ayudaban. Joder, ¿cómo podemos cagarla tanto a veces? Me daba tanto miedo agobiarle, joderlo todo y perderle, que por eso precisamente lo jodí todo y le perdí. Y vale que él ya no lo sienta, pero mierda, lo sintió, lo sentía. En dos años, ninguno ha sido capaz de encontrar a otro alguien más allá de los besos de una noche. Siempre volvemos tras los pasos del otro como una jodida luciérnaga a la bombilla. Él tira la piedra y esconde la mano. Yo recibo la pedrada y me escondo yo.

Sí, ojalá se vaya. Ojalá se vaya porque, joder, me cago en la vida, todavía le quiero, mierda. Y no es que sea una jodida obsesión -que vale, a lo mejor también lo es-. Pero es que lo siento así, por mucho que me lo niegue. Me lo puedo negar todo lo que quiera, que el sentimiento siempre vuelve, y vuelve y vuelve. MIERDA. MIERDA.

Mierda. Quiero que vuelva. Mierda.

No hay comentarios :