-->

lunes, 14 de enero de 2013

Me he perdido.

No sé hasta qué punto tengo razón. No sé hasta donde tengo motivos para sentir este frío incluso estando metida de lleno bajo las faldillas de la mesa camilla y con el brasero al máximo.

Escribió algo como "no ha sido en tono borde, no me pasa nada, lo que pasa es que por aquí no se puede ver el estado de ánimo". Y menos mal, pensé yo, porque me estaba desgajando. Salí disparada a la cocina y rompí a llorar, como si realmente sí me pudiera ver por la pantalla del ordenador, captar mi estado de ánimo. No contesté y entonces intentó sacar conversación varias veces, obteniendo monosílabos o poco más por mi parte. Incluso empecé a usar abreviaturas de esas que odio. "Bueno, ¿y qué tal llevas el examen de mañana? Bn." Sinceramente, creo que supo de sobra lo que había dicho, o cómo yo interpreté lo que dijo, pero no se atrevió a volver sobre ello. Yo tampoco quiero. Es absurdo. Es como obligarle a quererme.

Solo quiero que deje de utilizarme cuando le conviene. Quiero que se vaya ya, y esto se habrá acabado. Por fin.

Por fin.



No hay comentarios :