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martes, 3 de abril de 2012

Crónicas absurdas de una expedición fallida (derrumbe) II

Hace tanto frío...

Por los respiraderos que no cubre la nieve se cuelan ráfagas de viento helado.

En menos de un minuto me veo rodeada de corrientes de aire que me congelan la sangre hasta que se me amoratan las manos. Creo que ya no me gusta el morado.

Permanezco en un rincón que parece más protegido. Con las manos ya casi color cian me tapo boca y nariz y pienso en respirar. Ahora inspiro, ahora espiro. Está controlado. Otra vez: inspiro, espiro...

Tengo hambre. Deliro. Esas voces... ¿están fuera otra vez o es sólo mi cabeza imaginando su vuelta? Pienso en B para no sentir frío pero las voces, no sé si reales o no, vuelven. Vuelven, vuelven, vuelven. "Diles que se vayan...", ruego, "que se vayan".

Inspiro, espiro...
Inspiro... espiro.

2 comentarios :

Juno dijo...

o.O y no solo respirar,es vivir...
Aunk las voces se agolpen en la entrada dl campamento,no hay k djar d luxar.
En realidad,solo ns tenems a nosotros mismos,a nuestra soledad,xo siempre se puede elegir; esconderse y amilanarse,regodeandons en nuestros propios sufrimientos...o salir y k todo ns escupa a la cara,terminar d caer y xfin empezar d cero.

Chari dijo...

Te aplaudo Juno, primero porque como bien dices, no sólo respirar es vivir y segundo, porque tienes razón en nuestras dos opciones.
Yo creo que hay muchas veces en la vida en las que nos quedamos en la primera opción y que lo importante en esos momentos es ir acumulando la fuerza necesaria para enfrentarnos a como, tu bien dices "salir y que todo nos escupa en la cara, terminar de caer y empezar de cero"
He dejado una entrada nueva en Rincón Revuelto, pasaros si os apetece.