-->

domingo, 15 de abril de 2012

You let me go... I let you go...

Ratos malos, ratos menos malos y ratos fatales.

Fui yo quien le dije que se alejara de mí, que no le quería cerca, que no quería nada si no me iba a dar más. Ya era difícil cuando seguía insistiendo, cuando me buscaba... Aunque supongo que me hacía sentir alguien relativamente importante, o eso parecía, y esas cosas decía. No fue un buen mes, pero al menos sentía tener cierto control sobre la situación. Él suplicaba, yo negaba. Hasta la semana pasada. Quizás lo hice adrede, provocar esto, provocar su rechazo porque no podía soportar mucho más sus mensajes, sus llamadas, su insistencia en verme y en hablar, a lo cual accedí justo antes de que llegasen las voces a mi cueva porque él no aceptaba el "no", no me entendía; nunca lo hizo. Y yo podía caer otra vez en la misma mierda... así que supongo que lo que hice la semana pasada fue una forma de ¿autoboicot? para ¿protegerme?.

Mira la senda de plata que dejo a las voces... a la voz. Para que venga y te lleve, aunque cuando soy racional pienso que, aunque puede suceder, no es lo probable. O quizás pienso en quien creía que eres y no en quién eres. Porque nunca hablabas, solo cuando yo reventé, cuando dijiste "no soy capaz de entenderte" y yo me puse a llorar y no paré durante horas ante tanta impotencia de ambos, ante el hecho impepinable que me intenté negar tanto: no me entiendes. Y todo se dio la vuelta, me mentiste; no me querías. Dijiste que sí y era mentira. Cómo diste la vuelta a la situación, cualquiera habría pensado que tú siempre me has querido y yo siempre te he utilizado. Sigo sin saber porqué lo hiciste, porqué dijiste esas cosas, porque me mentiste así, fingiendo, y desataste todo lo que vino después, lo que está pasando ahora. Fue el alcohol, supongo... o todo lo que contuviste hace un año. No quiero pensarlo más y, sin embargo, aún me asaltan esos recuerdos de mierda: tú llorando diciendo que yo en realidad no te quiero, que "en unos meses vas a pasar de mí", que yo nunca he estado enamorada de ti. Siempre hemos hecho todo muy peliculero. Pero ¿qué sentido tenía todo aquello? No tiene sentido. Nada lo tiene, no sé si lo tuvo, porque a veces hasta pienso que tenías razón; es cierto que en otras circunstancias yo no habría ido tan a saco, es cierto que yo había estado pasando de ti un año... pero si yo no sentía que te quería, que baje B y me diga qué mierdas era eso que sentía. Bah, da igual, mejor para ti si tienes razón, ¿no?

Yo también estoy cansada. La diferencia entre tú y yo, es que yo estoy aquí pegada, jugando al apalabrados con la Gafapasta (quién me lo iba a decir, ¿verdad?) y tú ahora mismo, justo ahora, estás llegando al bar donde están nuestros "amigos" (sabes que no lo son, ni tuyos ni míos; no los que están allí hoy), con esas voces que me han echado, me han echado porque ellos dejan que me echen... porque yo lo permito y tú también. Pero sé que hoy, por primera vez, ya no vas a preguntar por mí, ni por cómo estoy.

La diferencia entre tú y yo es que no has perdonado una fiesta y yo todas; que arrastro los pies al andar, que sienta que me muero cuando me tengo que levantar por las mañanas. Yo creo que la diferencia es justo lo contrario a lo que tú dijiste: que yo te quiero y tú... bueno, quizás un día te sentiste enamorado, pero eso hace mucho que no importa, lo dijiste sobrio, que es lo que al final debe contar: "Ya no siento lo que sentía, no igual".

Quizás es mejor que me odies, porque lo hará todo más fácil. Mira lo que dicen, lo del paso... ¿por qué íbamos a ser diferentes nosotros? Si nunca lo hemos sido... ¿no?

No hay comentarios :