-->

miércoles, 18 de junio de 2014

Esto es, por qué no decirlo, espeluznante.

Me decíais una de vosotras en un comentario que ibais a echar de menos mis transcripciones de conversaciones con el Hobbit o relatos de nuestros encuentros. Bueno, pues espero que se os haya hecho corta la espera, jajaja. No, no he hablado con él. Creo.

La última comunicación fue el lunes pasado por el chat del facebook, 3 ó 4 frases cruzamos y porque le tenía que preguntar una cosa (no fue excusa). Luego simplemente dejó de contestar (algo típico de él con todo el mundo; yo suelo ser la excepción a la que por lo menos despide, pero desde que empecé a hacérselo yo a él, pues me lo hace él a mí y así se pasa la vida... y se viene la muerte tan callando).

El caso es que ayer me desperté y vi que tenía notificación de whatsapp. Di por hecho que era cualquier otra persona o grupo menos él. Pero sí, era él. A las 7:33 de la mañana, supongo que antes de irse a currar (¿desayunando?) o ya en el metro quizás. Era un mensaje de audio. ¡Un mensaje de audio! ¿Un mensaje de audio? Le doy al play. Dura un poco más de un segundo, no llega a 2. Solo se oye el típico ruido ambiental de grabar. Yo me acababa de despertar y estaba sentada en la taza del váter haciendo pis. Mi acto reflejo fue darle al micro y decir: "Ya de mandar un mensaje de audio, podías haber saludado o algo". Pero luego pensé: "Es el Hobbit, no es Pé, ni Juno, ni Gunter... No lo hagas". Y no lo hice. Pero sí se lo escribí como texto.

Luego empecé a pensar. Ha mandado eso sin querer, claro. Se le ha ido el dedo, a mí se me va muchas veces que ando en una conversación. ¿Qué hacía con mi conversación abierta, si el último día que hablamos fue el día de "Bu bu"? Eso es hace más de 10 días. Mi conversación no puede estar arriba en su chisme. Yo he preferido no releer esa conversación, ya la transcribí aquí en una entrada pero al final no la publiqué. Me llamaron para currar en la ciudad de Juno, de lo de mi otra carrera y se lo comenté. Dio por hecho que iba a aceptar el curro, me dijo que "menuda flor en el culo" y cuando le dije que no, que prefería irme a Irlanda a tener lo comido por lo servido porque el otro curro me haría muy infeliz, empezaron a volar algunos cuchillicos (muchos más míos, eso es cierto), del tipo "Tú sabrás, es tu vida. Ya eres mayor pa saber lo que haces" (él), "Tú y yo tenemos distintas prioridades, eso no es nada nuevo" (yo), "Muchas ganas de poner tierra de por medio es lo que yo veo" (él) y, claro, de ahí pasamos a puyas sobre quién pasa de quién y demás, pero sin llegar a discutir ni nada.

¿Estabas re-leyendo la conversación, Hobbit? ¿O ibas a decirme algo? ¿O las dos cosas? ¿O ninguna? Juno y yo decimos que "hizo un Juno". O sea, andaba releyendo la conversación con cierta rayada, se le fue el dedo sin querer y se le mandó el mensaje de audio sin querer, delatándole.

Pero llegó el final de día (en el que no me rayé nada y no es irónico) y seguía sin contestar a mi "Ya de mandar un mensaje de audio, podrías haber saludado o algo".

Pasé la tarde con Juno y cuando pusimos la radio comenzó a sonar Creep, como una señal veté a saber de qué, y me di cuenta de que, por primera vez en 3 años, podía escucharla sin sentirme una mierda, sin ataques de ansiedad ni cucharas de helado vaciándome el pecho. El cierto que sí me sentí gilipollas al escuchar la letra de algunas estrofas y claro que recordé aquella noche de "conexión" con el Hobbit en el que íbamos cantándola los dos a voz en grito, emocionadísimos. Pero, oye, que ni ganas de llorar ni nada, eh. De verdad.

Pero fue mucho hablar del Hobbit (siempre pasa cuando estoy con Juno) y lo malo es la vuelta en el coche, yo sola, que me sobra tiempo para rayarme. Y si pongo música es peor.

Me fui a la cama sobre las 2, enchufé y encendí el móvil (que tenía sin batería y ni cuenta me había dado) y volví a entrar en la conversación. Le di otra vez al mensaje de audio. Y otra. Y otra más. Parecía que al final se oía algo, que se le oía como un suspiro o algo así. Le di otra vez. Y otra. "Parece como que dice 'mi'". Le doy otra vez. "Dice 'mie'", pienso. Le doy otra y otra y otra. "Estaba diciendo 'mierda'". Lo pongo otra vez. Y quizás otra más. Y de repente, como si alguien me diera una hostia en la cara, un "yo" interior me grita: "¡Por B, Niebla, no se distingue nada ahí en realidad, que pareces un colaborador de Iker Jiménez con una jodida psicofonía!". Y me empecé a reír yo sola. Porque era verdad. Es como una psicofonía de esas en las que puedes oír lo que quieras.

Y ya. Sigo sin saber nada de él y sin intención alguna de salir en las fiestas y verle.
Tengo más cosas que quería escribir, pero me enrollo tanto que es inviable ya...

1 comentario :

Irache Permanyer dijo...

Lo que me he podido reír con lo de que "hizo un Juno", jajaja. Por cierto, es una lástima no leer más entradas de Juno por aquí, me sentía identificada con ella en algunas cosas (Cómo no recordar esa mítica entrada de Danza kuduro xD).

La única explicación plausible para este hecho paranormal es que el Hobbit estuviera con la conversación abierta y lo mandara sin querer. De ser así ¿Te imaginas su cara cuando le llegó tu mensaje? Jajaja. Yo no porque nunca lo he visto, claro xD pero seguro que se quedó blanco y pensó "menuda pillada".

(Con tanto lenguaje coloquial, esto es más una conversación de amigas, que un comentario serio a un blog).

Lo del Hobbit es un "ni contigo ni sin ti" y también es un poco el perro del hortelano...
¿Qué haría releyendo tus conversaciones?

Ahí dejo la pregunta en el aire, amigos... (Como diría Iker Jiménez)