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sábado, 21 de junio de 2014

Where is my mind...

Me gustaría empezar la entrada dándole las gracias a mi yo del pasado, concretamente del 3 febrero, el día que compré los billetes de avión pudiéndolos haber comprado para irme la semana del 30, opción que me dio mi hostmum. Aunque también quiero decirle a la Niebla de Marzo (Hola, tronca, ya sé que estabas muy alienada) que quizás debería haber pagado los 80 eurazos por cambiar las fechas al 16 de Junio (como luego me comentó la madre) porque esta lucha interna que estoy viviendo, amiga, no se paga con dinero.

Dicho esto, empiezo.

Mi cabeza va demasiado deprisa y despacio a la vez. Mil pensamientos contradictorios se entremezclan en mi mente, de todo tipo.

—Son las 7, a lo mejor el Hobbit está saliendo ahora de su casa camino al local de la peña -me dije a mí misma mientras entraba en mi coche al salir de un bazar oriental-; puedo rodear a ver si lo veo caminando por la acera, aunque sea de lejos.
—Tú estás tonta, tía —me contesto a mí misma—, ¿para qué vas a hacer esa chorrada? ¿Tienes 15 años? Además seguro que si lo haces luego le mandas un whatsapp y le dices: "Te he visto en tal sitio". Y hala, excusa para conversación y que te insista en salir esta noche o que vayas a cenar con ellos, ¿a qué sí?. Anda, deja de decir gilipolleces y tira pa'casa, tira pa'casa...


Okay...

No puedo transcribir la conversación de whatsapp del Hobbit con Pé porque no le tengo delante y tampoco voy a inventar, pero, en resumidas cuentas era lo siguiente. Todo indica a que el Hobbit no sabía cuando me voy; había dado por hecho que iba a estar aquí durante todas las fiestas y que estaba en la peña, como todos los años. Se enteró de que no seguía en la peña en la conversación que tuve con él yo ayer. Pé no le dijo cuando me voy ni nada, aunque ahora que ha estado con Gunter y la Arpía, a lo mejor se lo han dicho. No lo sé, porque Gunter también está medio tonto y antes de ayer me dijo que a ver si quedábamos a lo largo de la semana que viene para tomar algo ¬¬.

Eso por un lado. Y lo que eso ha hecho es que me corte y no escriba en el grupo de whatsapp ciertas cosas como que tengo una escala de 8 horas o lo que me joden ciertas restricciones de ryanair. Para que nadie que no lo sepa (incluido él) me pregunte: "¿pero cuándo te vas?". Porque otra que también pensaba que era la semana que viene cuando me iba es mi amiga de la infancia, que le puse nombre un día pero ya se me ha olvidado.

El caso es que lo hago para que, si no sabe que me voy el martes, no lo sepa. ¿Por qué? Pues conscientemente para que no me diga nada de verme o QUEDAR, porque, sinceramente, si quiere verme, que me diga de tomar un café y ya está, ¿eh? ¿Por qué no me lo dice? ¿No sería eso lo normal? Por eso creo que inconscientemente, también me da miedo que lo sepa y no me diga nada de verme o quedar. Y ahí me digo que, bueno, a lo mejor es muy directo hacer eso y no se atrevería por corte. A lo que me vuelvo a contestar que no me intente autoconvencer de bobadas que si no lo dice es porque le doy igual. Y así la paranoia se cicla y se va haciendo cada vez más grande porque, como he dicho, la mente me va demasiado deprisa.

Otra cosa en la conversación con Pé, es que dejó caer que si llega a saber que no iba a estar yo en la peña este año, él tampoco hubiera pagado o algo así ("si yego a saber lo de Niebla antes... xo me lo a dixo ella oy") y que "si xa otro año es igual, me da que se van a quedar solos Gunter y la Arpía". A lo que Pé le contestó algo como: "O sea que te vas a borrar de la peña porque no está Niebla?" "x todo" "todo?". Y ahí acabó la conversación.

Como he dicho, creo que ayer mientras hablaba con Pé (por ciertas cosas), daba por hecho que voy a estar aquí todas las fiestas y, como he dicho (porque soy una cansina y me repito) no tengo ni idea de si ya sabe en qué momento me voy o qué.

Debería borrarme del grupo que tenemos para cosas de la peña pero de eso no he tenido fuerza de voluntad, así que sé que hoy la Arpía andaba preguntando que si quedaban para cenar y preguntando al Hobbit (que no hace acto de presencia en el grupo) que cuándo le daba su camiseta de este año, que se la recogió ella porque él estaba en Madrid el día que las repartieron. También me he enterado de que Gunter (mi mejor amigo) acabó ayer con un pedo importante y que esta noche toca "bebida", o sea, la de alta graduación (el resto de días bebemos calimotxo o sangría).

-Igual deberías acercarte a la verbena, ya sabes cómo está el Hobbit cuando hay "bebida" -me digo.
-¿Cómo? ¿Agresivo? -contesto acordándome de cosas del año pasado.
-No estaba agresivo... se puso a llorar. Y a intentar besarte.
-Suficiente, cállate. Vamos a pasarnos la noche viendo reposiciones de Cuarto Milenio y Documentos TV online, así que quítate la idea de la cabeza YA.

Y así, a la locura va mi cabeza y ha ido toda la tarde, mientras me pateaba tiendas buscando un pijama porque ni los pijamas del año pasado me valen, mientras sonaba en bucle en mi coche "Where is my mind" de los Pixies y yo me iba sintiendo más y más trastornada por momentos.

"No le des más vueltas, es mejor así, no te quiere".

"Le das igual, no te va a escribir ni nada para que salgas hoy porque le das igual".
"No me va a escribir porque sabe que no voy a salir, no porque le dé igual".

"Ha pasado un año desde que le dijiste TÚ que saliera de tu vida; si ha salido, la culpa no es de él".

"Quiso recuperar la mierda que tuviérais en octubre y pasaste de él, ahora no quieras volver a esa mierda, aclárate la puta mente y deja de hacer el idiota".

"¿Por qué me siento así? Joder, casi prefería que se hubiera muerto".

"Maldita la hora en que no cambié los billetes para el día 16".

"Si no le veo antes de irme, cuando le vea, habrán pasado mínimo 8 meses. Entonces sí que se habrá olvidado de mí". "¡Se trata de que le olvides tú a él, cabeza hueca!"

"Lo peor de todo es saber que yo estoy sintiendo todo esto y él está durmiendo a pierna suelta, sin más preocupaciones que evitar la resaca. Y es normal, porque hace mucho que no somos nada, que dejó de pedirme quedar a tomar siquiera café. Y yo pensando toda esta mierda. Joder, soy una maníaca".

Y podría seguir, pero cuantas más vueltas le dé, más enferma y trastornada me sentiré. Porque lo más extraño es que pienso todo esto, pero lo pienso muy calmada. Es como si las distintas partes de mí estuvieran hablando del tema, pero todas sin levantar el tono de voz, como si fuera esto un debate de Redes. Aunque para red en la que me siento.

 "Lo mejor será sacar la maleta y empezar a meter cosas para irla pesando y poder calcular".

Pero antes miro si el Hobbit ha terminado de dormir la siesta y escribir en el grupo. ¿Por qué lo hago? No lo sé... Me cuesta evitarlo.




*Por si queréis saberlo, no, no se ha despertado.

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