-->

viernes, 11 de noviembre de 2011

Desequilibrada


Así voy. Asumo mi parte de culpa, por eso luego soy una piedra.

Te dice cosas bonitas, te abraza... te va a besar y te quitas. Te has quitado. Joder, ¿por qué he hecho eso? Tengo mi subconsciente tan petado de miedo...

Toda la noche diciendo que podríamos ir hoy al cine... que hoy hablábamos, hasta que me quité, claro. Te dice que vayáis al cine y le dices que seguro que no ponen nada, que qué quiere ver... y dice una película por la que no pagarías ni un euro. Pero aún así, sigue insistiendo, que quizás hay alguna más, que miremos la cartelera.


Puta barra libre...

Bailamos, me río, me caigo, se ríe, me río... La Gafapasta está allí, está delante, hablo con ella, me río con ella... Muy bien, Niebla, me digo.

Y le digo dos tonterías al Hobbit, que entonces de repente se abalanza sobre mi y yo saco un caramelo que interpongo entre su cara y mi cara. Su cara es indescriptible. Dice que se va a fumar. La Gafapasta, mi mejor amigo y su novia, mi amigo M y Bob se me echan encima: "¿pero qué haces? Pobre chico... como si le costara poco".

Pero la noche es muy larga... Aún es la una y media. Joder, ha hecho esto sin estar borracho... Y me he quitado. Maldita sea...

Lo intento arreglar con palabras cariñosas, abrazos, risas. Y entonces, de repente, en medio de una risa de estas enormes, de estas que hacen que te sujetes la barriga para reírte... me besa en la cara, tan rápido que no lo vi venir. Le miro y tiene esa sonrisa suya, con su hoyuelo. Joder, es la primera vez que veo esa cara en tanto tiempo... Es la primera vez en tantísimo tiempo que le veo comportarse así... Un año, hace un año casi.

Fue de repente, sin venir a cuento... con esa actitud de "o lo hacía o reventaba". Y vuelve, te besa el pelo, te da la mano. Y te encanta... pero vuelves a tener miedo. Te ríes y le preguntas por qué ha hace eso... que qué tontería le ha dado hoy... Mierda, ¿por qué has dicho eso? Mierda, mierda, mierda. ¡Niebla, joder, mastica el puto orgullo, cierra la puta boca y coméle la suya ya de una puta vez!

Se lo pones jodidamente difícil, es la segunda vez que se lo haces, ¿vas a sacarle otro Gummy?

Y aun así te acompaña un cacho a casa y duermes bien, a pierna suelta.

Te levantas sin resaca y piensas: hoy me voy a comer mi orgullo, me lo voy a comer con patatas.

Te conectas a internet. Nada, no está, no pasa nada.

Vuelves a conectarte, ya se ha desconectado. Bueno, no pasa nada, ya vendrá. Ahora que sabes que le tienes, sientes un relax...

Y vuelves... míralo, ahí anda. Habláis... qué tal has amanecido, sales hoy, blablabla. Te dice que una amiga tuya le ha dicho que tu grupo hoy no sale. No dices nada, andas mirando la cartelera para atacar. Después de un rato callado te dice: "¿y a ti te apetece salir hoy?". Parece que quiere invitarte a ir con sus amigos, pero no sabe como hacerlo; ya le vas conociendo. Y entonces das una respuesta equivocada, orgullosa, machil. Y la conversación sigue por otros derroteros, bastante banales. Se acabó, se acabó, se lo digo:

-Podíamos ir al cine
-A ver qué
-No sé... como lo dijiste tantas veces ayer...
-Ya, pero no ponen nada

¿Ahora qué pones? ¿Te lo está volviendo a hacer? Esto ya lo has vivido. No, Niebla, deja de montarte pelis, anda. Déjalo ya, es normal, ayer le has puesto un Gummy en la cara cuando te ha ido a besar... y hoy no le dejas invitarte a salir con él y sus extraños amigos, ¿qué esperas que haga? Te ha abrazado, te ha dado tantos besos en las mejillas que ni puedes determinar el número. Quizás los demás tengan razón... y sea culpa tuya.

"Da igual", piensas. Y como se despide muy cariñoso, te convences de que mañana lo arreglas.



No hay comentarios :