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viernes, 7 de marzo de 2014

Sexo en NieblaYork

Voy a aclarar y cambiar términos porque si no esto es cada vez más jaleo.

Pé = Mi amiga Pé, la que parece que vive en la serie Sexo en Nueva York.

El apoderado taurino = es como llamamos el Hobbit y yo al novio de Pé.

Miley = La amiga a la que me refiero siempre como "mi amiga de la infancia". La conozco desde la guardería y hemos ido juntas a clase hasta que nos separamos para hacer las carreras de la universidad. Lleva 8 años con su novio. Es la reflexiva, la objetiva, la sincera... Es como una especie de Pepito Grillo. Es muy muy tranquila, no es visceral como Juno, no dice cosas como que le va a sacar las tripas al Hobbit ni me grita por teléfono "¡No te quiere!", pero sí me dice cosas que a veces preferiría no oír y también se las ha dicho al Hobbit alguna vez (¿Pero por qué lo haces? ¿De verdad no ves lo mal que lo pasa?).

Gunter = mi mejor amigo, hace dos días Javi. Pero sé que a él le gustaría más Gunter xD.

El apoderado taurino = es como llamamos el Hobbit y yo al novio de Pé.

Empanadillo = un amigo que tenemos que está empanado y que es el mejor amigo de Miley.

La Voz = la cacho de trozo de pedazo de zorra que le metía fichas al Hobbit después de la fatídica Fiesta de marzo de 2012.

Estos días ha pasado una cosa que no he contado aquí y también por esa cosa le di el ultimatum mental al Hobbit. A ver si la cuento en la próxima entrada.

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Nieblatown, 7  de marzo de 2014, 7 y pico de la tarde. Miley ha terminado su proyecto de fin de carrera (la segunda ingeniería que hace) y se va a unir al café de cada viernes de Pé y mío.

Camino por la calle con Pé.

—Bueno, ¿y el Hobbit qué? ¿Sigue sin escribirte? —me pregunta Pé.

Y yo me río. Pero me río de verdad, sinceramente. Y lo pienso y me alucino a mi misma. Parece que estoy en la droga, no sé muy bien por donde ando y tan pronto río como lloro. Me ha hecho gracia de verdad y me ha hecho gracia porque sé que no lo va a hacer. He subido 10 puntos en cinismo.

—Ese qué va a escribir... no ha dado señales de estar vivo.
—Yo creo de verdad que es porque no sabe qué decirte —me dice ella.
—Que no tía, que no...
—Pero Niebla, ¿cómo le va a dar igual? Yo creo que no sabe qué decirte... como es rarito... ¿no ves que estas cosas delicadas no las maneja?
—Que no, Pé, que no le justifiques tú, que ya no le justifica ni mi parte pringada.
—Niebla, que hay gente que como no sabe qué decir no dice nada, gente que se siente muy violentada, no sé...
—Sí ya lo sé, porque Gunter es así, pero es que no, no, Pé, que me tenía que haber escrito, que no, que esta no se la paso.




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Unos minutos después...



—Y se me puso a gritar que pensé que me agredía —le cuenta Pé entre risas a Miley—, en plan "¡SI LO DICES POR NIEBLA POR MI PUEDE FOLLARSE A ESE Y A QUIEN QUIERA QUE ME LA SUDA", y yo partiéndome, es que estaba fuera de sí, estaba desquiciado, y yo riéndome y diciendole cosas en plan "Pues para sudártela te veo un poco tenso", jajajaja, y él "¡QUE TE JODAN! ¡QUE OS JODAN A LAS DOS!" jajajajajaja.
—Dios, es que yo... en fin —dice Miley—, qué chaval, ¿estaba muy borracho?
—Ese día íbamos a sangría —dije yo.
—No, había bebido pero borracho no estaba —aclaró Pé —. Lo que estaba era reventadísimo. Además intentó hacerle "un Hobbit", que tú no te diste cuenta, pero ya te dije. Intentó hacerle "un Hobbit" pero no lo dejé, mi cerebro elaboró rápidamente un logaritmo de reacción inmediata, porque se iban el Elfo y Niebla (a liarse ahí detrás de la iglesia) y salió disparado detrás, pero disparado. Y lo intercepté, jajajaja, ya se la armó el año pasado, no te jode, y luego nada, siempre igual...
—Sí, es verdad, que el año pasado también te estuvo metiendo fichas el Elfo —dice Miley—, no me acordaba.
—Sí, estaba ya el Elfo esperándola en la puerta para irse.
—Y entonces el Hobbit me agarró el brazo y me dijo: "no tengo ningún derecho a pedirte esto pero... por favor, no te vayas con él".
—Es que qué puto perro del Hortelano es —dice Miley.
—Hizo un Hobbit —remarca Pé.
—Uno épico —añado.
—Y es que este año si no lo intercepto lo vuelve a hacer.
—Sí, yo creo que lo habría hecho... —digo pensativa.
—¡Hombre, claro que lo habría hecho! Si se me puso como una fiera, ¡pensé que me pegaba! Y es que yo sabía que como no interviniera tú habrías sido hipnotizada habrías... Ohhhmmm, mi casa... Hobbit... mi casa... —esto imitando a ET ¬¬.
—Hombre, pues claro —digo y me río.
—Yo es que no lo entiendo —repite Miley—. Vamos, yo ya se lo he dicho a Niebla más veces, yo creo que a él le gusta todavía... vamos, es que ya no solo lo de ese día, sino en general. Si es que cuando están juntos desaparecemos todos, es una cosa acojonante. Me acuerdo una vez que estabamos comprando creo que era tu regalo de cumpleaños e iban ellos dos hablando entre ellos ahí "blablabla" y les pegué un vocinazo que los asusté, porque habíamos dicho ya como 10 veces que a qué tienda íbamos la siguiente y es que hablarle a ellos era como a una pared, eh, y me cabreé y les grité que se dio la vuelta la gente que iba por la calle. Y claro, vosotros pusistes cara de susto.
—Sí, sí me acuerdo, que íbamos por donde Telepizza... —digo y me río mucho.
—Sí, sí, esa vez.
—Pé se enfada a veces mucho conmigo por eso, pero de no hablarme en días, porque dice que cuando está el Hobbit no le hago caso, jajaja.
—En las fiestas patronales, tía, porque solo os conozco a vosotros prácticamente y os metéis ahí en vuestra burbuja y parece que soy transparente. Es que para eso no salgo.
—Y en mi cumpleaños del año pasado, que te fuiste para casa y todo del cabreo.
—¿Cuándo? No me acuerdo.
—Que estábamos todos en el bar este... ¿cómo se llamaba? Este que han cerrado ahora... Joder, ese de hipsters, que ponen "La habitación Roja" y "Sidonie" y música así... ¡El Planet!
—¡Dios es verdad! —grita Pé y nos miran las señoras de la mesa de al lado—. Es que no me jodas... Estábamos todos en círculo hablando del Gran Hermano, que me acuerdo perfectamente, y llegó él y te tocó el brazo por detrás, te diste la vuelta, os disteis dos besos, te felicitó y se fue a pedir a la barra. Luego te debió de hacer una señal o algo desde la barra, ¿no?
—No me acuerdo — dije. Flipante pero cierto.
—En fin —siguió—, que nos dijiste "Voy a ver qué quiere el Hobbit" y ya no hablamos con ninguno de los dos en toda la noche... Es que no me jodas, me acuerdo perfectamente, que estábamos todos en grupo y vosotros dos apartados ahí en vuestro mundo.
—Es que es verdad —dice Miley sonriendo—, cuando se ven siempre acaban así y a mí me hacen gracia, porque es como si tuvieran su micromundo, como un espacio ahí dentro de una burbuja... como un mundo suyo de ellos —hace un gesto con las manos como si cogiera un balón—. Podría estarse prediendo fuego todo a su alrededor y ellos seguirían ahí hablando de frikeces... o de lo que habléis.
—Niebla pensaría que el calor es de su fuego uterino, jajajajaja.

Nos reímos las tres.

—Sí, mira ahora como te ríes, no te jode —me dice Pé—, pero luego bien que lloras. Que es eso lo que me jode, porque me dejas tirada pero luego a la que le vas a llorar después cuando te la arma, ¿a quién es? —se señala a ella misma con las dos manos—: a Pé.
—Toda la razón tienes, hijica... —me vuelvo a reír—, pero es que no pueeeedooorrr, os juro que lo intento! Pero es que los impulsos me dominan, soy el mosquito de bichos... "¡No, no vayas hacia la luz! No puedo evitarlo... es tan bonita..." —y hago un ruido de electrocución.

Se ríen.

—Si lo más chungo es que no es ella sola —le dice Miley a Pé— porque yo creo que si en esos momentos pasa Scarlett Johanson en bola por detrás de Niebla, él no la ve. Y te lo digo en serio, Niebla, es que os tendríais que ver desde fuera, ¡es que un día os grabo!

Me vuelvo a reír. Me gusta acordarme de esas cosas.

—Y en la cena esta ultima que hicimos, la del singstar, estaban igual, eh —recuerda Pé—. Que yo los miraba y flipaba, pero es que ya no digo nada, porque, ¿qué voy a decir?
—Ya... si ya los vi —contesta Miley —. Además le estuvo diciendo mierdas otra vez... —me mira a mí— ¿Se lo has contado?
—Creo que sí, ¿no? —digo mirando a Pé—. Lo de que si ya no lo quería y demás...
—Sí, sí me lo contaste, pero vamos, si es que yo cuando miré y os ví ahí abrazados...
—Yo es que tampoco sé qué decir aparte de lo que ya le he dicho más veces a Niebla—dice Miley—. Está claro que le gusta, porque ¿sino porque hace esas cosas? O sea, antes sí lo dudaba y pensaba que lo hacía porque... Bueno, no sabía por qué lo hacía, pero la reacción que tuvo con lo del Elfo...
—Claro tía —añado—, ¿tú montas esa si ves al empanadillo irse con una de la verbena?

Se ríe.

—No, claro que no, yo estaría feliz por él, pobrecico.
—¡Vamos, hombre, no me compares! —grita Pé, que es muy de hablar a voces.
—Joder —aclaro—, lo digo porque ¿para él que éramos? ¿amigos? Pues más amigos que Miley y el Empanadillo, no conozco.
—¡Claro! —dice Miley como si hubiera dicho la cosa con más sentido del mundo.
—Yo es que fíjate lo que creo —digo como si fuera a descubrir un continente nuevo—: Yo creo que lo que le jodió a él no fue sólo ver que me iba a liar con el Elfo; lo que le jodió más fue darse cuenta de lo que le jodía.
—¡No lo fecundo! —dice Pé dando un golpe en la mesa—. Lo que le jodió fue verte con otro.

Yo me río. Miley está seria.

—Yo no sé —dice Miley.
—A ver, que sí, creo que sí, que tienes razón —añade Pé—, pero además se sintió humillado porque se te había puesto a llorar la semana antes ahí como un arrastramiento máximo, y entonces... ZAS.
—Pues como me hizo él con La Voz —dije yo.
—¡Toma del frasco, Carrasco! —vuelve a gritar Pé. Sí, tiene 27 años. En serio.
Yo me río. Miley está seria otra vez, como pensativa.
—Es como si le diera miedo a comprometerse.
—Espera, Niebla, que Miley se está poniendo en modo serio —dice Pé intentando dejar de reírse.
—No, jobar, es que... —intenta continuar Miley— no sé cómo explicarlo. A él le gusta ir a su rollo y eso y se agobia enseguida. Si estuviera con una persona es como que... tendría que dar explicaciones de lo que hace, como un compromiso, porque claro, hay que estar con la otra persona. Y yo creo que a él le crea como un agobio eso, como ese compromiso... No hablo de compromiso a nivel de pareja, sino en este sentido. No sé si me explico.
—Sí —dice Pé—, o como que le cuentes tus mierdas.
—Claro —asiente Miley—, él como no tiene necesidad de contar sus mierdas a nadie no debe de entender que haya gente que la tenga...
—Pero a ver —intervengo—. Si nunca tuvimos una relación así, ni un sms moñas ni nada de eso... Aunque luego en persona sí que nos poníamos a veces muy muy moñas.
—Joder, era un Disney Channel continuo —dice Pé—, yo es que creo que sois unos peliculeros... Pa eso el apoderado taurino, que ayer estamos hablando por Skype y le digo: "Bueno, cuelga tú", y zas, pantalla en negro. Petrificada me dejó.

Nos partimos las tres de risa.

—Joder, yo intentaba ir a su ritmo —digo refiriéndome al Hobbit—, y es que además conmigo era muy entrañable, era un inocentón...
—Claro tía —le dice Miley a Pé— ¿no ves que era virgen?
—Era virgencísimo —añade Pé—, y encima lo sabíamos todos.
—A ti te lo dijo, ¿no Niebla? O sea, era un secreto a voces que todos sabíamos, pero ¿te lo llegó a verbalizar?
—Hombre—contesto—, verbalizar lo que es verbalizar... Un día que se me puso todo nervioso en pleno calentón de estos que se ve que van a acabar en polvo le dije: "Tú no te pongas nervioso, que ya sé que eres virgen".

Se parten.

—Puta Niebla, tía... —dice Pé riéndose todavía—. Y él no te lo negó, claro.
—Claro —sentencio.
—Ay, pobrecico, me lo estoy imaginando —dice Miley.
—Es que no, hombre, que no —dice Pé gesticulando—, ¿os parece normal llegar virgen a los 25?
—Es que es rarísimo, joder, es un chico super raro —concluye Miley sin ser ninguna revelación para nadie
—Ahora ¿cómo estáis? ¿Hablas con él? O sea... aparte de lo del whatsapp del día ese.
—Lo del Elfo marcó un antes y un después —interviene Pé.
—Sí, nos habremos visto creo que tres veces desde entonces... No pensé que fuera a venir a la cena de mi casa.
—¿Pero ya no habláis por whatsapp o por email o algo? Porque antes hablabais un montón, ¿no?
—Sí, cuando se fue a Madrid... al principio me llamaba a veces a salir de trabajar, en el autobús, en el tren... Todos los días hablábamos por algún sitio y me solía llamar unas dos veces a la semana... —se me pone carica triste fijo—. Por eso ahora me jode tanto esto... Se ve que ahora que ya no se siente solo allí... Niebla no existe más.


Y la conversación siguió en el bar y luego en la calle otra vez. Sobre el Hobbit, sobre La Voz, sobre el "que crean lo que quieran",... (también otros temas que no eran el Hobbit, claro). Y después de unas horas yo caminaba a casa sintiéndome muy nostálgica, pero no extremadamente deprimida. Sintiéndome de verdad como si el Hobbit hubiera muerto o algo así y tuviera que recordarle con cariño y simplemente asumir cómo son las cosas ahora. Caminaba con la canción que os dejo ahí abajo en la cabeza, sobre todo con las lineas de "y brindo por esas noches donde todo era alegría, esa mezcla de sonrisas y rock and roll", acordándome de la noche del "que crean lo que quieran" y las siguientes.




La verdad es que duele mucho, MUCHO, pensar que él no siente nada de esto, nada parecido a lo que yo siento, que está feliz, que le doy igual. Pero no puedo hacer nada, así que para qué pensar que sí. En mi mente pienso: "venga, escríbeme, venga, no me falles, por favor...". Pero no ha escrito. Y sé que no lo hará.

Y qué basura más grande de entrada.

1 comentario :

Desventuras dijo...

Aquí está tu peor pesadilla de nuevo.
Ayy qué envidia! ¿Puedo ir a la próxima reunión? jajajaja
Fuera bromas, me siento un poco identificada con Miley o al menos creo que eso lo que dirían mis amigas de mí. Aunque la gente nunca suele conocerme tal cual soy. No sé si eso es bueno o malo.
Esa sensación que tenías cuando ibas a casa la siento yo ahora, eso de sentir que está muerto. Pensaba que estaba loca. Muchas veces le digo a PC que creo que el cerdaco (ha triunfado tu mote) está muerto porque así lo siento yo. Y al final te vas caminando hacia casa escuchando una canción, sintiendo nostalgia por todo lo que ha pasado y por lo que acabas de hablar y sientes que quieres volver a todo eso pero que a la vez quieres pasar de todo y ser libre de una maldita vez. Yo tengo muchas veces el momento videoclip, me siento como en esos videoclips en los que la chica taciturna camina por la calle recordando todo. Algún día me pondré a cantar con coreografía incluida. xD
Leyendo tu entrada me doy cuenta de lo que dice mi amiga de que soy una hipster, me gusta La Habitación Roja, jajaja. Yo no quiero ser Hipster. Aunque en los bares de mi pueblo sólo ponen reggaeton y poco más y es una tortura china para mí jaja Bueno, voy a dejar de contarte mi vida que no paro!
Ainss,espero que esto se nos pase pronto y que tu finde haya ido bien.
Un beso!