-->

lunes, 3 de marzo de 2014

Puff




—Ya no le importas un cagao, Niebla, ¿lo ves?
—Lo sé, Nib, era lo que esperaba. Era lo que sabía. Pero siempre ha sido así si lo piensas. Y todo resulta en lo mismo siempre.
—Egoísmo.
—Sí, justo eso Nib. 
—Tú no tienes la culpa. Además esto tampoco es señal de nada. Al menos no de nada nuevo.
—¿Qué? ¿Me lo dices en serio? ¿Qué te pasa que no me machacas?
—Que hayas tenido la culpa algunas veces no significa que la tengas siempre.
—Sinceramente, creo que la he tenido muy pocas veces, Nib. Y he pedido perdón siempre, cosa que él no ha hecho. Aún así, nunca me ha dejado remendarlo, cosa que yo siempre he hecho con él. ¿Te acuerdas de cuando me dijo "Las cosas no funcionan así" o esa otra vez de "Siempre pides perdón y lo vuelves a hacer", y ni siquiera había hecho nada...
—Él no se da cuenta, Niebla, así que creo que tampoco debes odiarle. Es como es. Además esa vez acabó llorando y pidiendo perdón él.
—¿Y qué? Ahí se acabó nuestra... lo que fuera.
—Yo creo que no fue ahí, no fue por eso. De hecho creo que habríais salido bastante fortalecidos de aquello, si a la semana siguiente no te hubieras liado con el Elfo.
—Bah... si el viernes aquel me montó el numerito por el empujón.
—Ya, y luego te dijo claramente que te lo montaba porque eras tú, que a otra no se lo hubiera montado.
—Ya... Pero si él no se aclaraba con lo que sentía, ¿qué iba a hacer yo? Ya me lo decía mi mejor amigo, que no podía esperarle siempre, aunque fuera a venir.
—¿Crees que va a venir?
—La verdad es que ya no, Nib. Bueno, a veces pienso que a lo mejor en un futuro, dentro de algunos años... O sea, he visto demasiadas películas, ¿sabes? Me imagino que acabo en Madrid, como la mayoría, que un día salimos a un bar con amigos comunes y zas, la conexión otra vez... pero esa vez para acabar bien porque como ya somos más mayores, pues... Bah, déjalo, soy patética. Qué patética soy, joder.
—No te tortures, es el cine americano, que te ha comido la cabeza durante décadas.
—¿Tú crees que va a "venir"?
—No. La verdad es que no. Pero también creo que te haría feliz porque no es como tú creías. Aunque no sé cómo es.
—Yo tampoco sé cómo es.
—Seguramente por eso sigues con tu enfermedad con él.
—A veces pienso en ir y decirle todo, pero estando pedo, claro.
—Todo..., ¿el qué?
—Pues la verdad de todo, de cómo soy. Decirle que no voy por ahí triscándome a todo lo que se mueve. Que no me he triscado a tíos que él cree que sí. Que no voy buscando pareja como un pollo sin cabeza...
—Creo que eso él ya lo sabe. Lo último, lo otro... no sé. Tampoco veo tan mal que crea que follas más de lo que lo haces.
—Pero me gustaría que viera que soy más como él de lo que se imagina. Que a mí tampoco me llena el sexo de una noche con un desconocido, que yo tampoco soy capaz, que nunca lo he hecho. Sé que él cree que sí.
—¿Para qué? No te diré que no te quiere, aunque creo que ya no te quiere pero también creo que te ha querido mucho. Y aunque llores, creo que eres la persona fuera de su entorno familiar a la que más ha querido y durante más tiempo. Pero, por lo que sea, no ha querido estar contigo.
—¿Crees que ya no me quiere?
—Puedo decirte lo que te diría él...
—"Como antes no..."
—Exacto.
—Él y su manía de no hablar.
—Él es así, Niebla. Y no puede ser de otra forma, porque es así. Y sabes que muchas veces él también ha sufrido por ser así.
—Pues que hubiera hablado conmigo, porque yo también sufría, tanto o más que él. Es que hay que ser idiota, ¡yo demasiado para él! ¡Yo, Nib!
—Cualquiera lo hubiera pensado. De hecho, lo pensaban todos. Y seguramente él se daba cuenta.
—Pero también me veía como a alguien que había que proteger, ¿no crees?
—Sí, totalmente de acuerdo, porque por aquel entonces todos lo hacían. Era algo que saltaba a la vista. Todavía lo hacen, aunque menos. Pero en aquel momento era brutal. Era como un clan de protección a Niebla, jajaja.
—Supongo que debería sentirme afortunada por eso, ¿no? Quiero decir... tener a esa gente. Esos amigos. Que me querían de esa forma, aunque fuera un poco exagerado. ¿Crees que él me ha querido así?
—Creo que con el tiempo él se dio cuenta de que no necesitabas que te protegiera nadie. Creo que es de las pocas personas que sabe lo fuerte que puedes llegar a ser.
—También lo débil.
—¿Y eso está mal?
—Yo creía que no. Creía que no estaba mal que viera que era una persona de verdad... con sus cosas buenas y malas, con sus fortalezas y sus debilidades.
—Sinceramente, yo creo que él siempre va a admirar tu personalidad.
—Deja de decir bobadas, que lloro.
—Lloras porque sabes que es verdad.
—¿Y qué? Si ya no me quiere.
—Creo que se ha dado cuenta de lo mismo que tú.
—¿De qué? ¿De que es asperger?
—Jajaja, no. De que es mejor así. Sabes cómo es. Él no lo está pasando mal. Se acordará de ti a ratos. Mira fotos viejas igual que tú, eso lo sabes porque te lo ha admitido. Pero siempre ha sido un egoísta, ¿para qué se va a volver a complicar? Además lo pasa mal cuando sabe que tú lo pasas mal.
—Eso no lo sé.
—Muchas cosas las hace sin darse cuenta. Creo que no deberías odiarle por eso.
—¿Crees de verdad que no se da cuenta? Porque yo no sé qué pensar a veces...
—Seguramente en algún momento se le pase algo por la cabeza, pero ya sabes cómo es. Le dará miedo o quién sabe. Para él eres una criatura incomprensible que nunca se sabe cómo va a reaccionar.
—Sí, lo cual es bastante irónico.
—La verdad es que me pregunto si pensará como te he dicho o realmente le da igual todo.
—Será una mezcla de ambas.
—Puede ser. Estoy segura de que tiene momentos en los que sopesa rápidamente.
—Y otros en los que simplemente le da igual, o le gana su parte simple, ¿no?
—Algo así, supongo.
—Pero ¿por qué luego cuando nos vemos actúa más o menos igual que siempre? Y luego escribe durante unos días...
—¿Por lo mismo que tú? ¿Por qué lo haces tú?
—Porque no soy capaz de no hacerlo. Pero... ¿Crees que él piensa esto? ¡No lo parece, Nib!
—Ya, pero creo que sí, joder, no va a ser tan robot, tan visitante. Mira cómo lloraba en Junio. Y te daba besos. Y no sabía qué hacer. Vio que te perdía, que era de verdad, y cómo no sabía qué hacer, qué decir, lloró.
—Pues ahora parece que le da igual.
—¿Cómo te sentiste tú cuando lo de "la Voz"?
—No es comparable.
—No, claro que no lo es. Pero aún así le jodió, vete a saber por qué. Yo creo que él mismo se sorprendió de que le jodiera tanto.
—Y se enfadó consigo mismo por eso.
—Y contigo, a pesar de saber que no tenía ningún derecho.
—Sí, ¿te acuerdas de lo que me dijo?
—Que cambiabas a tus amigos por desconocidos. ¿Te das cuenta de lo ridículo? ¿De lo quinceañero?
—Yo sí, pero pareció que él no.
—Pero fue a despedirte.
—Sí, y se montó la película aquella, de que yo salía con el Elfo, haciendo como que le da igual, y Pé flipó.
—Por B, Niebla, sólo había que ver su sonrisa falsa, me da la risa solo de acordarme. Igual se la podía colar a otro, ¿pero a ti? Demasiadas sonrisas de esas has arrojado tú para no reconocerla.
—Jajaja, sí, es cierto. Era descarado. Ese "me jode pero hago como que no". Y luego le escribí desde Irlanda, no se puede ser más arrastrada.
—Y ni te contestó, ¿te acuerdas? ¿Y sabes por qué no te contestó?
—Porque estaba ofendido.
—Sin razón para estarlo. ¿Por qué iba a estar ofendido si no estábais juntos?
—Aunque le jodiera, él sabía que había algo ahí. Y lo de liarse con otros... era como un contrato no escrito. Era como "se puede hacer siempre que el otro no se entere o que no sea en su cara". Y yo me lo salté. En parte lo hice por joderle, pero en la mayor parte lo hice para mí. Lo hice en plan... "tengo que pasar página". Y no creo que fuera un error, Nib, no me arrepiento de haberlo hecho así. Era mi vida, yo no paraba de demostrarle lo que él era para mí, una y otra vez, una y otra vez...
—Él solía ser bueno contigo...
—Menos cuando no lo era ¬¬.
—Creía que tenía un control absoluto sobre ti.
—Lo tenía.
—Tuvo que ser una hostia enorme cuando te vio tontear con el Elfo así.
—Más bien al Elfo conmigo.
—Y a ti dejarte. Eso jode más. Porque vio que no eras tú. Y que tú no zorreabas. De hecho te resististe bastante.
—Yo creo que... no sé. Bah, da igual, Nib. Deberíamos dejar de darle vueltas a esto. Y más por una estúpida foto.
—Pero es feo lo que hace, Niebla. Que no te avise de que viene, pase, pero ¿te parece normal que la conversación de whatsapp del martes acabara así y desde entonces nada?
—Yo le habría escrito para preguntarle qué tal. Le habría escrito el miércoles. Y el finde otra vez al leer que estaba malo. Le habría escrito casi seguro.
—Casi seguro.
—Claro, porque a lo mejor no le escribía por orgullo, porque sé que no debo. Pero sé que no es su caso. No sé qué se le pasa por la mente, no sé en qué mundo vive, joder. A veces pienso que de verdad piensa estas cosas que yo pienso, joder, porque más o menos las admite. Pero luego se comporta como si las negase, como si ciertas cosas no existieran.
—Siempre ha sido un especialista en maquillar sentimientos.
—Agh. Joder, qué asco.
—No te haría feliz. No podría. No sabría.
—Eso son estupideces del amor romántico. No tendría que hacer nada. Sólo estar ahí, como cuando estamos bien. Yo no le pedía nada.
—Ya se lo dijiste a él.
—Sí, frases míticas. Frases míticas incomprensibles para él.
—Miticamente incomprensibles.
—Jajajajaja. En serio, Nib, creo que los dos queríamos el mismo tipo de relación... que es la que queremos si me apuras.
—No te engañes... Él no sabe ni lo que quiere. Y no sabe estar en una relación. Cualquier implicación emocional le supera, y creo que él lo sabe. Si no mira lo violento que se pone.
—Tenemos que ir a clase, Nib. Pongámonos nuestra ropa de gorda y enfrentémonos a la dura realidad.
—No es tan dura si lo piensas. Si lo piensas todo está en tu mente. Sólo tienes que aprender a autoconvencerte, pero de lo que sabes que es cierto.
—O de lo que me gustaría que lo fuera, porque no sé si todo lo que me has dicho es cierto.
—Yo creo que sabes que es bastante objetivo. Alguien sin ningún sentimiento no haría ciertas cosas que él ha hecho.
—Ya, pero al pensarlo me dan ganas de escribirle, de llamarle y decirle: "Mira hobbit, te echo mazo de menos, ya sé que no podemos ser novios, pero te echo de menos y eso es así".
—Menos mal que sé que no lo vas a hacer y no tengo que retenerte. Venga, vamos a vestirnos, que se hace tarde.
—¿Publicamos?
—¿Por qué no? No va a leerlo nadie que no sepa ya cómo se te va. Y si a ti te ayuda, quizás ayude a alguien más.
—Tienes razón, Nib. A ti también te he echado de menos, ¿sabes? Deberíamos hacer esto más a menudo.
—Ya sabes dónde estoy.

1 comentario :

Desventuras dijo...

Me encanta esta entrada. Esas conversaciones con una misma, esas conversaciones con una amiga y desgranando recuerdos y sentimientos.
"Mira hobbit, te echo mazo de menos, ya sé que no podemos ser novios, pero te echo de menos y eso es así".... cómo poder a veces luchar contra eso. La de veces que lo he sentido
Sé que me repito mucho en plan morcilla pero yo creo que has significado bastante en su vida y tal vez lo sigas haciendo aunque las cosas últimamente estén cuesta abajo. No he vivido en persona vuestra relación pero recuerdo una entrada que escribiste no hace mucho y me dio una rabia ahí gritando en el móvil desde el que te leo en plan "qué bonito! por qué no pueden estar juntos, por qué??" aunque las personas que hemos tenido algún tipo de relación con alguien que a veces parece una piedra, un cactus o un ser inanimado sabemos lo difícil que es.

Ahora que puedo voy a aprovechar para comentar! Yo soy una persona dulce, agradable, en plan película americana. Ese chico que se cruza contigo en el pasillo y que sin querer se choca contigo y te tira los folios al suelo y amablemente te ayuda a recogerlos. Piensas que soy amable, te invito a la fiesta, te saludo por los pasillos, me preocupo por ti pero al final, casualmente, me encuentras en todos los sitos, en la tienda de la esquina, en el probador de la tienda, en la ducha, en la ventana de tu cuarto.... y todo eso con una sonrisa siniestra en la cara xDD
No me hagas caso que tanto pensar me hace que me vuelva loca y tenga delirios.

Ainss, Niebla, algún día nos curaremos? o mejor dicho... algún día saldrá bien? la verdad es que en la distancia me haces sentir acompañada