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lunes, 11 de febrero de 2013

Contención.

Buenas noches. Como no te puedo, o no debo, escribir pues hago esto; te escribo de mentirijilla. ¿Cómo te habrá ido tu primer día en ese curro? No te imagino por el metro con camisa y corbata... ¡a ti! Bueno, ni por el metro ni por ninguna parte. Joder, Hobbit,... qué asco, qué mierda.

Yo no dormí esta noche, no pude. Me quedé haciendo pendientes y colgantes y esta mañana una chica de clase que vio los míos quiso comprarme unos, así que se los llevaré mañana. Ya tengo bastantes cosas hechas; mañana compraré los sobres y empezaré a enviarlas. Te parecerá una tontería y sé que son cuatro duros, pero... no sé, yo estoy contenta, a ver si funciona.

Esta mañana vi a tu madre. Bueno, en realidad casi no la vi. De hecho, casi la atropello. Ya sabes, iba sin dormir, y el coche me recibió con "Where is my mind?" de la banda sonora de "El club de la lucha". Me tapé la cara como pude para que no me reconociese y pensé: "Bueno, si la hubiera atropellado a lo mejor le darían unos días de descanso al Hobbit y vendría. O se deprimiría, dejaría el curro y se quedaría aquí". Que hubiera sido yo era lo de menos. Luego ya pensé que seguramente estuviera pensando algo parecido a lo que pensaba yo, no sé cuál de las dos iba más en su mundo. ¿Qué estarías haciendo? Aunque ella seguro que como madre que es estaría preocupada por dónde comerías, si te darían bono en el curro, si te habrías llevado o no el tupper que te preparó por si acaso. ¿Habrías entrado ya?  La puntualidad nunca ha sido lo tuyo, aunque las últimas veces que hemos quedado has llegado incluso antes de la hora, como al principio. Debí imaginar lo que se iba a venir.

Me he acordado mucho de ti esta mañana. Te encantaría uno de mis profesores, se ha puesto a hablar de Finlandia y, oye, he aguantado sin llorar. Y eso que no paraba de escuchar tus ecos del sábado en mi cabeza: "Niebla, tú estás por encima de toda esta gente, de todo esto. Tienes que ir a Finlandia. Yo me voy contigo, si esto sigue igual dentro de un año, nos vamos a Finlandia. Te lo digo totalmente en serio, vámonos a Finlandia". Y sé que estabas borracho, y que ni en ese estado te irías a Finlandia, y mucho menos conmigo. Pero joder, fue bonito.

No sólo por eso me acordé de ti. El profesor es pintor. Nunca quiso terminar en docencia. Estuvo en Florencia becado al terminar bellas artes. Y debía de ser bueno, porque le concedieron la beca de su vida y la de cualquiera que se sienta artista: Nueva York. Y su novia le dijo que si se iba, se acababa. Y no se fue. No se fue, Hobbit, ¿te lo puedes creer? Yo no me lo podía creer. ¿Qué estudiante de bellas artes en su sano juicio no querría irse a Nueva York? Qué barbaridad. ¿Tú crees que se debe hacer TANTO por amor? ¡A Nueva York! Lo cierto es que últimamente no me quito de la cabeza lo de la novia de Marcos. El caso es que, al contrario de lo que cabría pensar, mi profesor no está amargado sino que de verdad intenta hacernos ver las cosas como él las ve. Intenta adoctrinarnos en cierto modo. Yo la verdad que después de la decepción en la clase anterior necesitaba un discurso pretencioso como el que nos dio. Dijo unas cosas tan... yo. Mañana a lo mejor te llamo y te las cuento, seguro que me emociono toda. Y me volverás a decir que tengo que salir de aquí, y que tengo que irme a Finlandia o a Inglaterra, pero no vas a decir que vendrías conmigo, ¿a que no? Y me vas a reñir, porque no fui al consorcio de idiomas, pero es que tenía tanto sueño...

Ya he dormido, solo unas horas, pero esta mañana tomé una decisión aunque, claro, fue momentanea. Quién sabe qué sucederá, pero pensé que si el día de la fiesta viene D, voy a dejarme querer, Hobbit. Quiero decir que voy a intentar conocerle más, que me conozca, y si tiene que pasar algo... es un día bastante propicio. Es un chico muy bueno, me recuerda mucho a ti, sea eso bueno o malo. Físicamente me atrae un montón. Si tu no existieras ya le habría armado alguna como la que te armé a ti al principio. Sé que para ti es raro porque fuiste con él a clase. Y sé que sabes que es buena gente, academicamente mejor que tú (lo cual fácil no es, así que implica bastante inteligencia) y que tienes ojos en la cara -preciosos, todo sea dicho- y sabes lo guapísimo que es. A mí me da miedo. Él no, claro, pobre. Me da miedo por mí, por él y por ti. Siempre me da miedo por ti. Pienso que, claro, si empiezo algo con otro, implica renunciar a ti. Y es que esa es la palabra, porque no es perderte; te he perdido muchas veces, aun sin haberte apenas tenido. Pero muy pocas veces he renunciado. Mi mente no termina de hacerlo. Claro que, después de lo del sábado, dime quién podría. Y no nos hemos escrito. Ninguno le ha escrito al otro. Yo me pregunto si tú no tienes ganas. O si habrás pensando en llamarme y contarme cómo te ha ido pero no te has atrevido, porque te arrepientes de lo del sábado. Lo paso mal, ya ves qué ganas tengo de hablar contigo que, por no poder, hablo sola. Y realmente es el mismo rollo: contención. Esta no soy yo, yo te habría mandado un email kilométrico, diciéndote todo esto y te mandaría fotos de los pendientes que hice ayer noche cuando no podía dormir y te diría que aunque estemos en ciudades diferentes, al menos ambos sabemos que, los lunes, cuando los dos miremos al mismo sitio, estaremos viendo lo mismo: el Gran Hermano. Pero tú contestarías con diez líneas en el mejor de los casos y yo me pondría triste.

Joder, qué ganas tengo de hablar contigo. Creo que seguiré con los pendientes que he dejado a medias, 9 pares que me llaman. Te confieso que hacer las cosas en cadena no es NADA divertido, tenías tú razón, como casi siempre. Pero me relaja. Esta mierda me está salvando de alguna forma.

Mira, empieza Gran Hermano. Qué impresión, ver Madrid así y saber que estás ahí abajo... De algún modo sé que esto es lo que terminará con lo que sea que tenemos por fin.

Y nada, eso. Buenas noches y... call me maybe.

Porfi.

1 comentario :

Desventuras dijo...

Estoy enganchadísima a tu vida. Si algún día decidieras sacar un libro (que ya te digo yo que se vendería mucho) yo sería la primera que lo compraría. Siempre entro al blog con la emoción de encontrarme con tus entradas con las que me siento tan identificada y hoy al leer esta ha sido especial. Escribir por aquí lo que le dirías a esa persona, cuántas veces lo he pensado y es lo que justamente me apetece hacer. Al leer la palabra Finlandia ha venido un recuerdo a mí... es un país especial para mí , que siempre me ha encantado y al que tenía planes de viajar con alguien especial.... Mucho ánimo Niebla y suerte :)