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martes, 19 de febrero de 2013

Insomnio matutino.

6:31 a.m.

Me despierto con taquicardia y ya no soy capaz de conciliar el sueño. Tal vez me he pasado de mierda últimamente.

Miro el teléfono y tengo un email de la zorra de ojos verdes, a la que a partir de ahora llamaremos Amy por su parecido razonable con Amy Lee. Resulta que Amy está también con una ensaladilla en la cabeza bastante importante y, sumado a que controla sus impulsos sexuales bastante peor que yo (digamos directamente que no los controla) se mete en algunos berenjenales que... en fin.

Amy es amiga del Hobbit desde hace años ya. Cuando yo empecé con el Hobbit la miraba con malos ojos (de ahí el apodo que le puse a la chica). Sobaba al Hobbit (ahora también me soba a mí) y era guapísima, desde que la conozco digo que es la chica más guapa que he visto en persona, aunque muchos me lleven la contraria.

Amy está muy rayada también últimamente, porque su no-novio, su criatura adorada, se ha ido a trabajar aún más lejos que el Hobbit. Y ella, que lo pasó realmente mal y para arrastrarse tampoco tiene la contención que tengo yo, sin saber cómo, ha terminado liándose con otro. El huido la llama muy de vez en cuando, uan vez a la semana si hay suerte, y le dice que la echa de menos. Ella se siente fatal porque se ha trajinado al otro y hasta le empieza a gustar, aunque insiste en que quiere al huído.

Amy siempre me ha dicho (la última vez ayer) que el Hobbit y yo somos personas a las que quiere muchísimo a ambos y quiere que estemos juntos, unido a una serie de improperios hacia el Hobbit como que te tiene que follarme más y pensar menos, ser menos rancio, ect. Yo intento controlar mis palabras con ella porque después de todo, era su amiga antes que mía y los findes se mete pal cuerpo lo que no está escrito y a saber. Ella quiere hablar con él. Realmente quiere "volver" a hablar con él. Tampoco sé qué es lo que dice realmente el Hobbit en esas conversaciones, aunque él también me ha hablado de ellas, desde hace tiempo ya. Desde que sus amigas me conocieron, él mismo dice que me adoran y que ya parece que me quieren más a mí que a él.

Necesito hablar con Amy esta semana y no sé si voy a poder. Ella siempre me ha animado a tirarme a alguno que se me haya puesto a tiro, diciéndome que el Hobbit no arranca y que no puedo esperarle toda la vida -es justamente lo que dice ella ahora sobre su huido para justificarse- y que además así, si se entera, quizás espabile. Pero ya se dio una situación similar hace un par de nocheviejas y lo único que conseguí fue joderlo todo.

Aquí, de confesiones megamatutinas, os digo que en el octubre pasado me acosté con el Duendecillo (sí, debo la entrada explicando quién es este personaje). Pero sabía que el Hobbit no iba a enterarse. Y además, el Duendecillo es el Duendecillo, ni siquiera debería contar.

¿Vais adivinando por donde van los tiros? Por D (que es D de otra cosa, no de Duendecillo, también tendré que ponerle nombre a D, pero no pensé que fuera a alcanzar esta importancia). Dentro de nada es la dichosa fiesta esa. La fiesta donde conectamos el Hobbit y yo hace años y donde me rompió la vida el año pasado. Hasta hace un mes dije que no iría. Hace un par de semanas el Hobbit me dijo con tristeza que no estará y me sentó tan mal que decidí que iría, a lo terapia de choque, y que mira, iba a venir D, así que iba a pasar lo que tuviera que pasar. Pero entonces pasó lo del fin de semana pasado que alguna amiga se empeña en definir como boicot del Hobbit a lo que pudiera venir.

Cómo me enrollo, es increíble. El tema es que ahora estoy en una espiral extrañísima, en la que le he vuelto a demostrar al Hobbit lo mucho que me importa, lo mucho que quiero estar con él, que venga. Y él... él quién sabe, si se contradice a cada minuto. Y luego está D, que vendrá, que me atrae muchísimo tanto físicamente como de personalidad y con quien me dejaría llevar sin dudar si supiera que lo del Hobbit no va a ningún lado. Que de verdad creo que no va a ningún lado. Pero siempre tengo ahí ese reconcome y ese pensar que pueda cagarla igual que en nochevieja. Y es que D no es cualquiera, o eso creo. Y es que D me atrae, aunque por supuesto que no tiene nada que ver con lo otro. Nunca he sido de intentar quitar una mancha de mora con otra mora.... Esto no es eso. De todas formas a lo mejor estoy adelantando acontecimientos que no debo.

Supongo que lo que ocurrira el fin de semana que viene será bastante decisivo. Y quizás debo hablar con Amy, y dejarla que hable con él, como quien no quiere la cosa, aunque sinceramente, yo no creo que el Hobbit vaya a contarle a nadie como se siente en realidad, porque él no lo necesita.

Yo solo quiero vivir, ser feliz, hacer mi vida. Me gustaría que fuera con él. Él es el primero, claro que lo es. Y creo que lo sabe. Pero como dice Amy de su huido: "Le quiero, pero no es mi novio, y sufro, no puedo estar viviendo a medias esperando algo que ni siquiera sé si llegará, que ni siquiera sé lo que es".

Me voy a desayunar y disculpadme una vez más. O me desahogo aquí o acabaré volviendo locas (más aún) a Juno y P.

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