-->

domingo, 10 de febrero de 2013

Hola, alter ego.

—¿Y ahora por qué lloras?
—Porque cuando me iba... su cara ya era de arrepentimiento. Porque ni siquiera quiso acompañarme a casa. Ni desayunar conmigo.
—Bueno, te dijo que te pagaba un taxi. Algo es.... Oh, por B, deja de hacer pucheros...
—Qué boba soy, joder. Si no me dijo ya ayer que no se acordaba es porque era demasiado pronto. Pero seguro que ya estaba pensando en ello.
—Sufres con antelación, ¿te das cuenta? ¿Por qué no esperas y ya está? A ver qué pasa el fin de semana que viene. O esta semana. A ver si te llama, a ver cómo está contigo...
—Joder...
—Venga, Niebla, deja de llorar. Si es que además lloras por algo que ya sabías antes. Yo no sé cómo eres tan boba a veces. Que si "El diario de Noah" es mierda, que si el amor romántico es mentira... Y lo piensas, muchas veces piensas que acabarás con él porque no puede ser de otra manera.
—No sé por qué me pasa pero no puedo evitarlo.
—¿Y tu teoría de la compatibilidad? ¿Por qué iba a ser él? ¿En esta ciudad de mierda? ¿En este tiempo, en esta época? ¿Por qué iba a ser él?
—Si sé que no lo es. Ese Él no existe. Y sé que no es perfecto, no debe serlo. No es el tío más gracioso del mundo, ni el más guapo, ni toca ningún instrumento, ni lee comics, ni entiende mis metáforas... No es como el Duendecillo, ya lo sé. Pero...  
—Pero qué.
—Para mí es igual de especial.
—Más. ¿O no?
—Sí...
—Madre mía. Estás otra vez fatal.
—Sé que no vamos a llegar a nada nunca, Nib. Y por eso lloro. Lloro porque ayer en ese baño infecto, actuando como una puta, me sentía como una princesa. Y joder, miraba al espejo, veía su espalda, y como me besaba el cuello y... 
—Hacía mucho que no te habías sentido tan bien, ya lo sé.
—Pero no fue solo ahí. Luego, en el karaoke, y después... dijo que hacía mucho tiempo que no se lo pasaba tan bien un sábado noche. Y me escribió esa nota...
—Venga, a llorar otra vez...
—Soy tan idiota. Me acosté pensando en la nota. La leí antes de ir a dormir. Me la creí cuando cerré los ojos para dormir. Como si pudiera ser. Como si significara algo.
—Es una promesa después de todo. Nunca te había hecho ninguna, ¿no?
—No es de esas personas que hagan promesas. Es algo a su favor. Luego no se cumplen. Y mira, mira qué tonta soy. Como si las cosas no fueran a cambiar. Como si fueramos a seguir igual dentro de 8 meses. 
—Se entiende que igual o mejor, ¿no? Lleváis así dos años. No sois capaces de salir adelante sin el otro. No sois capaces de empezar nada con nadie, de pasar de unos besos una noche. Y os agobia solo la idea de que alguien se enamore de vosotros, que quiera conoceros, ir a tomar café... ¿Por qué va a cambiar en 8 meses? Has vivido estos dos años así. Y no ocurre, no ocurre nada. 
—Todo puede cambiar en un instante. Mira lo que le ha pasado a Marcos con su novia.
—Te ha marcado lo de la novia de Marcos, eh. Sé lo que piensas. Que si ella se ha enamorado de su jefe, puede pasarle algo similar al Hobbit. ¿Y a ti no?
—Yo qué sé.
—Tú te podrías enamorar de D. Entre otras cosas, porque no es tan distinto del Hobbit. Y el Hobbit, él también tiene miedo de que enamores de D.
—No.
—¿No? Cuando te ha preguntado si te habías acostado con él su cara no era de alegría. Y cuando se te escapó que te regaló el libro del molinero en tu cumpleaños... Joder, ¿viste su cara?
—A veces piensa que voy por ahí acostándome con todos. No sé lo que le pasa. No sé por qué no soporta verme con otros, la idea de que empiece algo con otro... si luego él... 
—Y ahora, ¿qué?
—Ahora qué.
—¿Qué harás en la fiesta si D intenta algo? Porque antes ibas a dejarte querer...
—Pues ahora no lo sé.
—... Es justo lo que quiere. Joder, Niebla, te preguntó si iba a la fiesta, si te lo habías ciscado, y dijo entristecido que él no iba a estar este año. Sabe que quieres pasar página y supongo que le da miedo que cualquier día la pases de verdad y tachán, fin. ¿Y si D sí es ÉL? ¿Eh? ¿Vas a dejar pasar a un tío como D "por si acaso"? ¿Te ha servido de algo otras veces? 
—No puedo permitirme hacer lo que hice la nochevieja del año pasado... La cagué, Nib. 
—Pero si sabes que no llegaréis a nada. Nunca llegaréis a nada. Y él... no te dejará ser libre hasta que se enamore de otra... cosa que, sinceramente, no sé hasta qué punto es probable. Y no sé hasta qué punto ese chico es capaz de mantener una relación... 
—¿Y yo sí?
—Más que él, desde luego. Y D no es otra mora. Y lo sabes. A ti también te da miedo. Sabes que te puedes pillar de él. Desde el Hobbit, es el único en el que te has fijado de verdad. El único con el que irías a tomar café, que dejarías que te conociera.
—También me da miedo eso. No sé si quiero sentir esas cosas. Creo que no. O sí. No lo sé. Yo quiero al Hobbit, y querría intentarlo, joder. Una oportunidad. Me merezco otra oportunidad. Las circunstancias no fueron justas con nosotros. Y tú lo has dicho. No ha habido otra. Ni antes, ni después.
—¿Pero quieres ser eso? 
—¿El qué?
—El repuesto, el por si acaso, por si no encuentra a otra.
—No soy su por si acaso. Si lo fuera, estaría conmigo. Él no es así. Si alguna vez vuelve, será porque está convencido. Y por eso será tan grande ese momento.
—Ese momento que nunca va a ser.
—Ese momento que nunca va a ser, sí. 



And I don't wanna feel this again... 
We're running in circles... 
When will it end?...

When will it end?...

No hay comentarios :